Andrei POVMuchas veces la vida te hace dudar si realmente perteneces, o solo eres un estorbo, y cuando haz tenido más tropiezos que logros, cuando tus días han sido más grises que soleados, dudas más si vale la pena seguir viviendo, la gente suele ser cobarde hasta para atacar, pueden verte en el suelo sin siquiera quejarte y te seguirán atacando; y una vez más te preguntas, ¿Realmente pertenezco a alguna parte?, y día a día tratas de buscar en lo que sea una respuesta, a veces se tarda, a veces simplemente no llega.
Me miré en el espejo arreglando mi humita mientras suspiraba. Hoy hace exactamente un año y medio, Hernán me había pedido ser su pareja, hace once meses me había propuesto matrimonio, y no habíamos luchado mucho para poner fecha, ambos decidimos que nuestro cumple mes número dieciocho sería el día donde uniríamos nuestras vidas de manera definitiva, simbólica y legal.
-¿Se puede?- dijo mi mamá, asomando la cabeza por la puerta, asentí y la dejé pasar, abriendo mis brazos a los costados mientras daba una vuelta
-¿Qué tal estoy?- dije poniendo las manos en las solapas de mi chaqueta. Había elegido casarme con el estilo que me caracterizaba, traje en blanco y negro, mi humita y mi cabello como siempre, era mi sello y a mi prometido le encantaba que me vistiera así, la ocasión lo ameritaba.
-Pareces un ángel, hijo- dijo mi madre arreglando mi humita de nuevo y alisando las arrugas inexistentes de mi chaqueta
-¿Nervios?- asentí botando el aire despacio- Será todo perfecto-Gracias.. Gracias por estar conmigo siempre, por apoyarme en todo, por querer siempre mi felicidad- susurré antes de reír, pestañeando un par de veces- Ésto de las bodas realmente te pone sensible- dije limpiando los ojos de mi madre con un pañuelo- Sin llorar que se corre el maquillaje y no se vale porque estás hermosa- dije besandole la frente, nos abrazamos un momento
-¿Me puedo unir?.. Permiso- dijo mi papá entrando en la habitación también, se aclaró la garganta descansando su mano en mi hombro- Nunca creí decir ésto, pero.. Estoy feliz por ti y deseo que solo cosas buenas pasen en tu vida, hijo- dijo dándome un abrazo que me hizo sollozar, aunque las cosas habían mejorado y mi papá amaba a Hernán, no había salido de su boca nada de lo que acababa de decir. Se separó de mi y miró a mi mamá, ella asintió y ambos me miraron
- Cuando te casas, debes cumplir ciertas tradiciones. Tu traje es nuevo, y tu corbatín es usado, acá tengo lo prestado- dijo sacando una cajita negra con unas colleras de oro dentro, tenían la "A" bordada con cristales
-Son las que usé en mi boda con tu madre, cuídalas porque son mías- dijo ayudándome a colocarlas-Papá, están preciosas- dije en un susurro tembloroso tocándolas despacio, eran muy lindas. Mamá me dio otra cajita, la abrí sacando un prendedor de chaqueta, tenía el diseño de un ángel, la miré volviendo a sollozar, sabía de quien era
-Y algo azul.. Si bebé, es de tu tía Sole, pero ahora es tuyo- dijo antes de ponerlo en mi solapa, la abracé de nuevo antes de abrazar a mi papá también, dentro de todo lo que le debía a Hernán, la reconciliación con mi padre era otra cosa que añadirle a la lista de porqué lo amaba de ese modo.
Cuando ya estuvimos los tres libres de lagrimas y demaces, mis papás se adelantaron a ver si el auto estaba listo, la hora se acercaba y mis nervios se acrecentaban, me di una última mirada en el espejo antes de salir, el momento había llegado.
El viaje fue tranquilo, traíamos prensa siguiéndonos de cerca, mi papá tomó mi mano
- ¿Quién diría que voy a entregar a mi hijo?- dijo observándome, yo le sonreí y besé su mejilla recargándome en su hombro, él me acarició la mano suavemente- Me alegra que encontraras a Hernán, será un compañero perfecto de vida- dijo y yo asentí, dijeran lo que dijeran, estaba seguro que mi felicidad estaba a su lado, teniéndolo en mi vida para siempre.
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Encontrándote
FanfictionCuando dos personas están destinadas, no hay nada que pueda cambiar el curso de ese destino.. Pueden haber mil barreras, muchas desviaciones.. Pero quien es para ti, te encontrará incluso cuando creas que nadie te está buscando. Hernán, es un bailar...