Advertencia:
Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...
Una semana después, Louis fue dado de alta y regresó a la casona, donde todos estaban ansiosos por su regreso.
La verdad era que en el tiempo que el omega llevaba allí, todos le habían tomado mucho cariño pues era un ser amable, bondadoso y tierno.
La cocinera le preparó su comida favorita y además le hizo un delicioso pastel de chocolate, por su parte, las doncellas le dieron un enorme abrazo y Niall le regaló una de sus encantadoras sonrisas.
A pesar de la maravillosa bienvenida, el omega no estaba muy feliz, todo lo hablado con el alfa en el hospital en días atrás, le había aclarado muchas dudas, incluso la de los ridículos disfraces o la lencería femenina, que al parecer simplemente eran fantasías de este.
Louis desconocía como actuaría Harry a partir de ese momento,ya que el alfa que había visto en ese último tiempo, nada tenía que ver con el alfa descontrolado y furioso que solo descargaba en el sus frustraciones.
En los días que estuvo hospitalizado, habían conectado, más allá del sexo, aunque no sabía si el ojiverde sentiría lo mismo.
Louis descubrió a un alfa distinto, más abierto, atento y entregado a él, incluso su olor había cambiado, estaba realmente sorprendido pues solo había conocido de él su seriedad y su brusquedad.
...-Debes recostarte, mi niño... Recuerda que aún no estás recuperado del todo.-le hablo Amelia sacándole de sus pensamientos.
-Si...emm...claro, ahora mismo voy.
(...)
Harry estaba por volverse loco en su despacho.
...-Señor... ¿se encuentra bien?-preguntó su secretario al verlo tan nervioso.
-Si...es solo cansancio- mintió-...por favor date prisa con esos informes, hoy quiero salir antes.
-Si, ahora mismo, señor.
La verdad era que desde que habían salido del hospital y había mandado a Louis a casa con Niall, no había dejado de pensar ni un minuto en él.
Era como una fuerza que lo arrastraba a querer protegerlo en todo momento, sentía intranquilidad por su estado y su alfa interno lo desgarraba eufórico por ir a su encuentro.
Era realmente curioso pues lo que sentía Harry no era tan solo un deseo sexual como antes sintió, sino que ahora lo inundaba un fuerte anhelo por tener a Louis cerca suyo todo el tiempo de una forma amorosa, mientras escucha su voz y se pierde en sus preciosos ojos azules.
Finalmente, cuando el alfa hubo terminado todos sus compromisos laborales, regresó a la casona.
...-¿Dónde está Louis?-preguntó al ama de llaves en cuanto entró por la puerta.
-Oh joven, él está en su cuarto, todavía duerme.
Rápidamente el ansioso alfa subió las escaleras y luego entró en la habitación del omega, donde efectivamente dormía plácidamente en su cama.
Toda la estancia estaba llena del olor del omega, olía a ternura y a serenidad, entonces Harry respiró hondo llenando sus pulmones, la verdad no sabía desde cuando ni porqué pero ese aroma de Louis, ya le era una necesidad.
Sigiloso se acercó, se sentó en el borde de la cama y en silencio contempló a Louis hasta que este abrió los ojos y se estiró soltando un pequeño y tierno gemido.
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-Hola pequeño, ¿Has descansado bien?.
El ojiazul miró extrañado hacia la ventana y luego al reloj de la mesita.
-Pe-Pero todavía es de día. ¿Có-Cómo es que ya has regresado?.
-Supongo que necesitaba verte y saber que estabas bien-Habló el alfa acariciándole el pelo.
Louis soltó una tímida risita ante el suave tacto del alfa en su cabeza, lo cual lo hizo sonreír también, mostrando sus hoyuelos, mientras sintieron que sus corazones latían tan fuerte, que parecía querer salirse del pecho.
-Necesitas sexo, ¿verdad?.
-No...no es eso... No podía concentrarme y solo hacía pensar en ti y en tu seguridad-respondió el ojiverde-..No sé que es esto que siento aquí, Louis...-éste se llevó la mano al pecho-...pero me empuja a no querer separarme más nunca de tu lado.
El ojiazul entonces estiró su mano y tiró del brazo del Harry acercándolo a su pecho.
-Yo también lo siento-susurró.
El alfa entonces se inclinó, le besó la frente, luego la nariz y finalmente atrapó sus labios en un suave y tierno beso, que llenó sus almas de infinita felicidad.
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