Desperté temprano, nunca lo hacía porque no tenía necesidad, pero hoy es mi primer día en el instituto. Hoy volví a tener el mismo sueño que he tenido durante 3 años, desde que todo pasó no hay día en el que no sueñe con esto, que mas que sueño es un... recuerdo:
Estaba en el hospital en el que estaban hospitalizadas mis dos hermanas, exactamente en la habitación de éstas, tomé las manos de ambas
-"Todo estará bien, no se preocupen" -Se los decía con la mayor suavidad que me era posible, sabía que lo que estaba diciendo era mentira, hace unas horas los doctores dijeron que mis hermanas estaban muy mal y dudaban de su supervivencia, pero yo no les diría. En el sueño todo se volvió negro y de repente estaba en el funeral de mis hermanas, mi madre y padre lloraban en una esquina y yo estaba frente a la tumba de las dos, ellas no pudieron ganarle al cáncer, aunque a mi hermanita tuvieron que amputarle una pierna para que supuestamente el cáncer no se propagara, pero eso igual sucedió. Luego su sueño cambiaba: Yo estaba de nuevo en mi casa, el ambiente era horrible, escuchaba a mi mamá llorar y gritar en su cuarto el nombre de mis hermanas, eso me hería demasiado, mi padre estaba encerrado en la pequeña oficina que usaba normalmente para su trabajo. Subí las escaleras para ver a mi madre, consolarla si pudiera, pero lo que vi allí me dejo paralizado, mi cuerpo no respondía, mi madre estaba tirada en el suelo de cerámica rodeada de sangre, una navaja estaba enterrada en la mitad de su ahora pálido cuello, se había suicidado por la muerte de mis hermanas, ella no pudo soportarlo... Cuando mi cuerpo volvió a reaccionar me acerqué a mi ahora muerta madre, pasé mis manos por su rostro frío y caí sobre ella, lloré en su cuerpo gritando el nombre de mi madre y quité la navaja de su cuello, en eso mi padre llega y me ve... Y aquí es cuando el sueño cambia, en todos mis sueños esta parte es la única que cambia, mi padre nunca hacía lo mismo, quizás es porque yo de verdad no recuerdo que fue lo que sucedió con mi papá, a veces él se suicida, otras simplemente se va corriendo, esta vez sucedió lo siguiente: Mi padre llora y al parecer cree que yo la mate, después de todo tengo la navaja en mi mano, luego me grita "¿¡QUÉ HAZ HECHO PEDAZO DE MIERDA!?" Luego despierto, sudando y con miedo, aterrado por saber si eso fue lo qué en verdad pasó.
Me levante de la cama y arrastrando los pies me dirigí a mi gran armario, saqué unos jeans rojos que hace tiempo no usaba, una polera manga corta negra, unos boxers azules y un chaleco negro, dejé la ropa en mi cama y entré al cuarto de baño para darme una ducha muy relajante, me gustaba sentir el agua recorrer mi cuerpo, eso si estaba fría, por alguna razón nunca he podido bañarme con agua tibia o caliente, me es desagradable.
Al salir de la ducha me enrolle una toalla azul en la cadera, me miré al espejo y sequé mi cabello negro con una toalla, mi cabello era algo largo, siempre había un mechón que me tapaba el ojo derecho, mis ojos eran de un azul oscuro, no me gusta ver mis ojos, son iguales a los de mi madre.
Cuando salí del baño me vestí sin olvidarme de las muñequeras negras que tanto usaba, bajé, tomé mi bolso y me fui de casa directo a clases, yo casi nunca tomaba desayuno, cuando lo hacía sólo comía una mitad de pan con mantequilla o sin nada y tomaba lo que fuera que tuviera en el refrigerador, era poco, el dinero que gano en el trabajo en la pizzería no es mucho, pero alcanza para vivir.
No iré al instituto a hacer amigos, normalmente ignoro a todo el que se me acerque.
Muchas veces me había preguntado qué hacía yo teniendo una vida mientras que toda mi familia ya no la tenía, pero ya tenía una respuesta... Una vez pensando en esto se me vino la respuesta a la cabeza, pensé en matarme, pensé que todo sería más fácil para mí así, pero no pude hacerlo, no porque me diera miedo, sino que comencé a pensar en esto como un castigo para mí mismo, un castigo por decirle a mis hermanitas que su enfermedad estaba bien y que pronto todos serían felices otra vez como si nada hubiera sucedido aún sabiendo que era mentira y lo peor es que una vez pensé que sería mejor si mis hermanas murieran, que así mis padres me prestarían atención... me sentía ignorado, celoso... celoso de dos inocentes chicas con cáncer, era un estupidez, no me perdonaría por pensar de esa forma, por eso decidí que el sufrir recordando era mi castigo, aunque de alguna forma eso no fue suficiente y comencé a herirme a mí mismo, fue en los brazos, en las piernas y en definitiva todo el cuerpo, todo lo que mi familia ya no tenía, todo lo que ellos perdieron y yo aún tengo.
P.O.V Daniel
Estaba corriendo para poder llegar a tiempo a clases, era el primer día y ya voy atrasado, típico de mí. Mis padres me pusieron en el instituto más cercano a nuestra casa, vivo con mis padres y mi hermana mayor, aunque ella se irá de casa cuando se case con su novio, Ben.
Llegué al instituto, era de color crema y tenía un lindo jardín al frente, el sitio estaba bien mantenido, pero no tenía muchos alumnos por lo que no era un lugar muy grande, mi salón era el número 12 así que lo busqué mientras corría y veía mi reloj, sólo tengo 1 minuto para llegar a clases -Este es el resultado de jugar videojuegos hasta las 3 de la madrugada- pensé. Encontré mi salón y abrí la puerta, gracias al santo señor pepino que el profesor aún no había llegado, tomé asiento en el primer puesto vacío que vi, estaba junto a la ventana, me sentí como el protagonista de un libro o un anime... Miré a mi lado y vi que había un chico a mi lado, por alguna extraña razón no lo había visto cuando me senté, él tiene el cabello negro y le tapa un ojo, sus ojos son azules, un hermoso color azul, está usando una polera negra con un chaleco negro encima, también estaba usando jeans rojos algo ajustados, le quedaban muy bien y lo hacían parecer algo... ¿emo? Bueno, es la primera vez que pienso que un hombre puede ser tan... ¿Lindo? ¿Atractivo?...
-¿Tengo algo en el cuerpo?- Habló el lindo chico.
-¿A-ah? N-no, es sólo que...- Me quedé callado, uno no puede llegar y decirle a un chico que apenas conoce "Te estaba viendo porque me pareces muy lindo", creo que sería considerado extraño... ¿Y por qué creo que un chico es lindo? ¿No es eso extraño ya de por si? -¿Có-cómo te llamas?-.
-...- Se quedo unos segundos en silencio examinándome con la mirada y luego habló- Me llamo Dylan...- Luego dejó de mirarme y fijó su vista en la ventana.
-Yo me llamo Daniel...- Siguió sin mirarme- Tienes un bonito nombre.
No me respondió, creo que me estaba ignorando, auch. Miré hacia el frente, el profesor, un hombre aparentemente joven, acababa de llegar, dejó sus cosas en una mesa, nos saludo y comenzó con su clase de historia.
La clase transcurrió tranquila, el profesor nos estaba enseñando, pero no pude prestar atención a lo que él decía, me quedé mirando a Dylan que estaba a mi lado, era imposible para mí el no mirarlo, era demasiado lindo, aunque me ignoró cuando le hable... Al menos me dijo su nombre, eso es un avance.
-Joven Eastwood- Llamó a mi apellido el profesor ¿Me descubrió mirando a Dylan? Ojalá que no- ¿Tiene el joven Carter más interesante que la clase?- ¿Su apellido era Carter? Dylan Carter, es bonito.
Me dieron ganas de contestar que Dylan era ciertamente era más interesante que la clase de historia, pero no podía tener suspención el primer día, mis padres me matarían. Escuché unas pequeñas risitas, ya se estaban riendo de mí-.
-No, profesor, por favor siga con su clase- Le dije "cortésmente".
-Claro, por favor preste atención esta vez- Luego de eso se dio media vuelta y continuó su clase.
Me fue difícil quitar la vista de Dylan, esto de prestar atención en clases no iba a estar nada fácil y lo peor es que él me ignoraba como si fuera experto en ésto. Creo que ahora tengo un objetivo y será "Volverme amigo de Dylan" No puede ignórame toda su vida ¿No? Empezaré después de que termine la clase con el plan "Acercarme a Dylan", soy muy bueno colocando nombres, lo sé.
~Después de clases~
Bien, aquí la fase uno, atraparlo en la entrada.
Me puse justo en la entrada del instituto para esperar a Dylan, él no puede quedarse en el salón y para salir cruzará por aquí, es el plan perfecto. Pasaron unos minutos (varios) y Dylan no aparecia por allí, ya habían pasado unos 30 minutos desde que acabaron la clases ¿Y si le sucedió algo malo? ¿Y si lo secuestraron? ¿Lo raptaron los aliens? ¿Lo están violando? ¿Venderan sus órganos por la Deep web? Creo que eso es algo dramático... Pero ¿POR QUÉ NO APARECE? Espera... ¿Hay una puerta por detrás del instituto?
Sí, la hay...
Tendré que intentar mañana...
ESTÁS LEYENDO
Regalo felicidad (Yaoi)
Teen FictionDylan es un chico de 16 años con el que la vida no ha sido muy grata. Sus hermanas pequeñas, gemelas, terminaron perdiendo una dolorosa lucha contra el cáncer que provocó un quiebre en el corazón de Dylan, pues el amor que les tenía era demasiado gr...