Las cosas estaban tranquilas, todo andaba frío y sin nada preocupante que dar, así que Sam y Am hacían lo que podían para estar tranquilos. La noche, es decir, su noche había llegado, estaban por salir del secundario para entrar a la universidad, los dos habían entrado a la más prestigiosa, Am no sabía que vestido ponerse había tantos para comprar.
-Amor, elige uno y ya -Reía Sam mientras jugaba un video juego en su teléfono celular-
-Cariño, son tantos y es una noche única, no puedo ir con cualquier vestido -Dijo ella algo irritada-
Él sonrió, dejó su teléfono y caminó hasta ella, le tomó el mentón e hizo que lo mirara.
-Sabes que te veras increíble con cualquier cosa que te pongas ¿no? -Le dijo coqueto y ella se sonrojó-
-Te amo.
-Y yo a ti -Dio un ligero beso en su nariz-
Ella se despreocupo y decidieron comer algo, Sam estaba mirando hacía otro lado, tal vez pensando y ella lo veía pero no quería preguntar al respecto.
-¿Cariño? -Le habló para que ella lo mirara, ya que estaba viendo distraidamente su café-
-¿Si? -Le sonrió-
-Acabo de ver, el vestido perfecto para ti.
La tomó de la mano y la llevó casi arrastras hasta un negocio de ropa, muy elegante por cierto.
-Sam, oye, no puedo pagar ni los papeles de el suelo aquí -Le susurró Am avergonzada- Además no soy tan delgada como las del maniquí.
-Solo pruebalo -Buscó el vestido con la mirada y sonrió- Es este.
Era un vestido largo, con una caída perfecta, color rojo vino, era muy hermoso.
-Es hermoso -Los ojos se le iluminaron-
-Es perfecto para ti, vamos, pruebalo -La ánimo-
-Amor, no puedo.
La vendedora se acercó con una sonrisa muy amable.
-¿Quieres probarte algo? ¡éste sin duda es tu vestido! -La ánimo sonriente-
Am lo miró y Sam asintió, la verdad era que se sentía algo insegura sobre su cuerpo cuando tenía que comprar ropa.
-De acuerdo.
Sam esperaba fuera del probador, ansioso, hasta que al fin salió, se veía hermosa.
-¿Y? ¿que dices? -Sonrió-
-Es una pieza perfecta, me encanta -Sonrió- Y el vestido también es lindo.
-Oh, cuanto amor -Sonrió la vendedora- Te puedo asegurar, que éste es tu vestido cariño.
Amber se miró al espejo y sonrió angustiada, no podía pagarlo, era mucho dinero para ella, no le alcanzaría ni vendiendo su casa.
-No puedo pagarlo -Se giró para hablar con la vendedora pero ya no estaba-
-Ya lo pagué yo cariño -Él la miró y ella se sorprendió-
-¿Que? No, no, cancela Sam.
-Oye -Acarició su mejilla- Déjame hacer esto por ti ¿de acuerdo? Es mi regalo por estar en mi vida -Le dio un fugaz beso-
-No puedo dejar que pagues esto por mi, vamos, ya olvídalo, compraré algo más barato -Amber estaba algo enojada-
-Disculpen ¿ya puedo envolver el vestido? -Preguntó la vendedora-
ESTÁS LEYENDO
Different
Fiksi Remaja¿Quién diría que la vida podría arrancarte el corazón de un tirón? ¿Quien diría que la vida era tan dura? ¿Quién diría que todo podría ponerse en tu contra? Quién diría...que después de algo tan grave, volverías a vivir.