"La canción de un espíritu errante" por Shin Kyong-Nim

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Anda tu camino en paz, ellos dicen, recorre en paz tu camino.

con tu cuello roto y tus miembros mutilados:

avanza mil, diez mil leguas por el camino

al más allá, sin noche, sin día.

Anda tu camino en paz, ellos dicen, recorre en paz tu camino.


Duerme, dicen ellos, duerme ahora tranquilamente.

Piensa que millones de años han pasado, nunca habrás los ojos

mientras caes en un extenso campo, en un prado

o en un pedazo de arena, séllalos con sangre.

Duerme, dicen ellos, duerme tranquilamente ahora.


Apodérate, con tus manos rasgadas y astilladas.

Apodérate cálidamente de estas manos cubiertas de sangre.

Un nuevo día llega, el sol está brillando

los pájaros cantan, la brisa es suave .

Apodérate, con tus manos rasgadas y astilladas, ellos dicen, aduéñate.


No puedo continuar con mi cuello roto y mis miembros mutilados,

no puedo cerrar tranquilamente los ojos.

No puedo apoderarme de nada con estas manos astilladas,

no puedo adueñarme de tus manos cubiertas de sangre.

Tengo que volver con los ojos llorosos y brillantes.

Debo regresar

con mi cuello roto, cargando mis miembros mutilados,

apretando los dientes y deseando que caigan tristes las heladas del cielo.

No puedo apoderarme con estas manos astilladas.

No puedo apoderarme de tus manos cubiertas de sangre.

Tengo que volver, una densa nube anuncia la tormenta 

a los callejones, a los mercados, a las fábricas, a los muelles;

Tengo que volver, es un clamor violento.

Recopilación Poética.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora