"Angustia" por Clara Lair.

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A veces soy tan lejos, lejos de todo esto.

A nada me acomodo, en nada me recuesto:

Las palmas, los coquíes son sonido, paisaje...

Yo siempre estoy ausente, yo siempre estoy de viaje.

En vano es que mi alma se enciende con afanes

y se prenda a los ojos potentes flamboyanes,

ni que por los caminos se me fugue el anhelo...

para topar de pronto la montaña y el cielo.

... Y el andrajo de pajas del pobre caserío,

y el andrajo de gente y el escuálido río,

y los pueblos cuadrados con la iglesia en el centro 

y el cementerio junto: Estanques muertos dentro

del perenne bullir y saltar de las olas.

Por doquiera que voy, por doquiera que vaya,

en el vaho soporoso de mestizo y quincalla...

La misma semimuerta vida del pueblo atado

por el mar implacable, de costado a costado...

...Y el hombre de la esquina, ojitorvo y moreno,

que no mira a mis ojos y que mira a mi seno,

que masculla entre dientes una frase lasciva

cuando paso a su lado desdeñosa y altiva...


¡Y a veces soy tan de ellos y ellos tan míos!

¡Las palmas, los coquíes, el monte, los bohíos...!

¡El escuálido río, que es como mi hazañas,

cintajo de rumores encerrado en montañas!

¡Y mi amor en tinieblas sollozando escondido,

como in triste y oculto coquí despavorido!

¡Y el mar, perenne mar, que me exalta y me abate,

que es como el corazón, en un late que late

perdido en el vacío, y oído, tan oído,

que ya no sé qué lleva ni sé lo que ha traído...!

... Y el hombre de la esquina, ojitorno y moreno...

¡Ah qué sienes viriles exaltará mi seno,

que no torne cenizas la llamarada esquiva

que enciendiera mi cuerpo su mirada lasciva...!

Recopilación Poética.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora