Cuando pronuncias
aquellas palabras,
me siento indignada, inmóvil. No hay nada
que me exaspere más.
En ese último instante
una ola de calor inunda
mi rostro pálido,
es como una llama de odio, toda la fuerza
que huye por mi cuerpo,
se agolpa en mis manos
para hundir un puñal
a mi rival.
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𝙍𝙖𝙣𝙙𝙤𝙢 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙪𝙩𝙚𝙧|| Parte 2
PoesíaMis secretos convertidos en poesías «Versión 2» Cuando tenía todas las respuestas, cambiaste todas las preguntas.