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«Él solo quería que siguiera escribiendo, quería que sus palabras quedaran tatuadas en su alma, que su pasión no se apagara, que su mundo no se extinguiera;  solo quería que la tinta tocará el papel en una canción lenta y que los corazones se llenaran de sus letras»

Cierro de un golpe la vieja laptop que estaba escondida en el rincón de las cosas de mi mamá; mi respiración se vuelve pesada y debo mirar hacia el gran ventanal que tiene la cafetería para calmar mi enojo junto con la furiosas gotas que caen con tanto recelo del cielo.

¡Maldita Ágatha! ¡Maldita escritora! Grito en mis adentros mientras agarro con firmeza la taza de café, esta inmediatamente le brinda calor a mis temblorosas manos; mi enojo crece de manera rápida, mi mente se burla de mi en cuanto comienzo a recordar la sorpresita que me he encontrado al abrir la aplicación en donde escribo. Sin temor alguno, llevo la taza hasta mis labios, el olor hace que cierre los ojos por unos segundos y disfrute la exquisitez que es, sin embargo, el momento se esfuma en cuanto aparece en mi mente los comentarios hirientes.

sin pensarlo dos veces doy un sorbo, lo caliente se pasea con tanta lentitud por mi lengua y viaja por mi garganta dejando a su paso un cosquilleo algo insoportable, el dolor hace que esté en todos mis sentidos, es la única forma en la que sé cómo controlarme aveces, él me la enseño, pero no me revelo a como huir de eso.

Suelto un suspiro de cansancio, mi mirada viaja por el lugar inconscientemente y se detiene para ver a las afueras sin tener en cuenta que aquella figura me descontrolaría gravemente. Aquel hombre que cada noche me atormentaba con su irritable risa, esta en medio de la calle observándome, la lluvia golpea su piel con brusquedad y a él no le importa, solo esta ahí, entre las sombras de las nubes, entre los cofres cerrados por sus recuerdos; solo esta mirando a su víctima de toda la vida.

Me levanto de inmediato en cuanto veo que un auto a toda velocidad lo pasa llevando, mi respiración se vuelve pesada y mis nervios se desatan con furia para darle paso al miedo que tenia encerrado. Salgo del local para ver de cerca lo sucedido, para estar segura que no es mi imaginación, pero cuando lo hago mi voz desaparece y mi cuerpo comienza a temblar por las frías gotas y la sorpresa.

Tengo mi cabello mojado, al igual que mi ropa, mi labio tiembla descontrolada mente mientras observo el suelo sin ninguna mancha que indique que alguien fue atropellado aquí, ni una sola gota de sangre; parpadeo varias veces y miro hacia los lados, busco algún cuerpo inerte sobre el pavimento, algún charco que sangre que navegue hasta mis pies en busca de mi libertad, sin embargo, solo se encuentra una pacífica calle con una paz infernal que me provoca dolores punzantes en mi pecho.

Decido volver adentro y tratar de escribir algo para olvidar lo sucedido, necesito suprimir mis pensamientos y volverlos en nada; mi cabeza da demasiada vueltas en el asunto que sé que hoy no podré dormir sin tener al menos un ojo abierto. La campanilla suena al momento en que vuelvo entrar, el calor me abraza para reconfortarme ante esa espeluznante ilusión.

Doy una rápida mirada hacia mis cosas para estar segura que todo se encuentra en su debido lugar, justo antes de dirigirme al baño. Algunas personas me ven extrañada ante mi aspecto deplorable, no por el solo hecho de que moje hasta mi alma ante la fuerte lluvia que arrasa con algunos árboles, sino por mi estado emocional; no le doy mucha importancia y me dirijo hacia al baño.

Solo se encuentra una chica en el baño, esta en la esquina del lava manos mientras tiene la llave abierta y su teléfono encarcelado entre su hombro y oreja, ni siquiera se lava las manos, solo deja que el agua fluya sin remordimiento alguno.

Me miro al espejo ignorando su conversación, en mi cabello se están comenzando a formar pequeñas ondas, mis labios están pálidos al igual que mi rostro; bajo mi mirada a mi camisa y esta se encuentra mas mojada que las bragas de las chicas que se quieren ligar al personaje que detesto.

Besos De Tinta. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora