Capítulo 8

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—¿A quién?

—A un pibe como con el que jugábamos de niñas... No recuerdo su nombre, ¿Trucho, chucho? Agh, lo siento.

—Yo también vi a un pibe, era muy hermoso, no me dijo su nombre, pero sí, es muy lindo.

—¿Ya casi acabas de bañarme?

—Si, casi, ¿Querés algo más después de bañarte?

—Comer, tengo tanta hambre que me comería a Monzón.

—Te lo comerías aunque no tuvieses hambre –reí– creo que hay sopa Maruchan debajo de la cama.

—¿Quién carajos guarda sopa Maruchan debajo de la cama?

—Rob

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Después de comer ella fue a dormir y yo me quedé en la pieza mirando al techo a oscuras, pensando en el pibe.

Es Lucho, es tu oportunidad.

No, cállate, no me ilusiones.

Ese pibe no te hará caso, ¿Ya te has visto en el espejo?

Eres muy molesta, deberías saberlo, ¿Crees que él también tenga una conciencia como tú? Si la tuviera yo le mostraría su belleza.

Eres demasiado empalagoza, le darás asco

Agh, tú sólo cállate y dame consejos, sé como Pepe Grillo, no como la voz de una esquizofrénica.

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Después de un tiempo despierta y de tanto pensar en el pibe decidí dormir finalmente, me costó un poco  pero después caí en un sueño profundo, un sueño que hubiera deseado fuera para siempre, un sueño en dónde todos eran felices y el amor era tan fuerte que en las guerras peleaban con amor a sus enemigos, pero el amor más fuerte era el nuestro, el mío con tu vieja nonono con el pibe lo siento, Fer también estaba ahí pero por alguna razón no estaba con Dam, sino con Monzón, sentí un sentimiento de culpa. Y entonces en aquel sueño escuche algo que no quise escuchar, o al menos lo imaginé.

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(+524) 722 744 0037 (número desconocido)

▪️Eu soy yo, el pibe de anoche

▫️Ah, hola, ¿Qué tal?

▪️Nada mal, ¿Y vos?

▫️Bueh, tal vez quiero un perro

▪️ Ay son chulos

—Eu Mica, ya es temprano, ¿Vamos a buscar trabajo?

—¿Eh? Si ah claro –dije con voz ronca y adormilada– hacé algo de comer.

Fer se dirigió a la cocina a cocinar dah, yo me cambié lo más formal que pude, unas calzas negras, unas zapatillas nike y un top azul rey, Fer llevaba un vestido gris con medias oscuras para evitar ver sus piernas, al caminar a la cocina había hot cakes servidos, ¿Cómo hemos sobrevivido sin dinero? Fácil todo estaba lleno de comida, y la ropa la compramos con la tarjeta de Florencia.

—Eu Fer, ¿Tenés planeado algún lugar al que ir?

—Uhm, tal vez puedas cantar en un café, tenes linda voz y yo puedo tocar el violín, tipo una banda.

Asentí y la mire sorprendida, wow, no se me había ocurrido nada así, casi me atraganto con un hot cake, alto asco amekos

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Caminamos al café dejando currículums en todos lados, cuándo vi al pibe en moto, era jodidamente hermoso, parecía que él también me había visto, pero su cabello brillaba tan lindo con el Sol, que parecía oro líquido, sonreí bobamente y al notarlo me puse seria

—Eu Mika ese es el pibe, Lucho

—Carajo, es jodidamente lindo

El pibe se acerco lentamente, haciendo notoria su tranquilidad y buena vibra, su caminar era despreocupado y diva a la vez.

—Hola piba de anoche –rio– te ves linda hoy.

Miré como se sonrojaba lentamente mientras se rascaba la nuca

—Enana, yo iré al boliche, diviertanse –dijo mientras me miraba pícaramente– recuerda el forro –susurro–.

—Tarada –susurre– Claro, diviértete linda.

—Eh, vos, ¿Fer cierto? –asintió– Mauro está a tres cuadras de acá, en la plaza.

—Se cancela todo, te veo en la plaza enana.

Fer se despidió tipo nazi y camino a un paso apresurado pero emocionado a la vez, era muy notorio que quería verlo.

—¿Y... Querés ir a tomar mates?

—Claro, yo invito

—No, no es lo correcto, déjame invitarte.

Entramos a la cafe lentamente, una mesera de avanzada edad nos atendió con felicidad y amabilidad, íbamos caminando juntos cuándo de pronto nuestras manos se rozaron

—Eu, eh... –tartamudeo el morocho– ¿Te ah, te... Te

—Esta es su mesa, disfrútenla –interrumpio la mesera apáticamemte–.

Caminamos a la mesa y nos sentamos, ambos pedimos un capuchino, el cuál no lo dieron en una taza grande con dos popotes y un corazón de espuma en medio.

¿Por qué es tan lindo?

—¿Uhm? –tartamudeo mientras poco a poco sus mejillas enrojecian– No, no soy lindo...

—Carajo pensé en voz alta –susurre mientras bajaba la cabeza al suelo– claro... Claro que lo eres... –dije mientras miraba al techo apenada–.

—¡Un muffin para los novios! –gritó una mesera–.

—Eh, no, no, es una equivocación –dijo él provocando que la mesera se acercará– no somos –dio un trago de saliva lo suficientemente fuerte para ser escuchado por ambas– no somos no-novios... Somos...

—Amigos –complete yo con una sonrisa– somos amigos.

Me acabo de friendzonear yo misma, alto asco wacho

—Ay qué lástima, se verían muy lindos juntos.

La mesera se alejo a paso lento, dejando al chico sonrojado.

—Y bueno... ¿Hoy pinta salir con Fer y Lit? –dije con una sonrisa–.

—Si claro, hoy hay joda en casa de Mks, ¿Venís conmigo?

—Claro, ¿Vos y yo?

—Eh b-bueno, si quieres podés invitar a Fer –dijo sonrojándose poco a poco–.

—Claro, claro... ¿Querés ir a dónde Fer y Lit?

—Dale...

Pagamos la cuenta y nos fuimos en su moto verde tipo militar a la plaza, él me había dado su casco, así que tenía el honor de ver el café de su cabello, que iba en dirección con el aire, no tardamos tanto en llegar, así que cuando lo hicimos él me ayudó a bajar ya que la distancia era un poco alta para una enana como yo. Alto autoestima wachin.

—Lo siento, ¿No te lastimé?

—Nono, vos tranquilo.

—Eh, Lucho –gritó Lit sonriente– vení acá gil.

—No soy Lucho, cabeza de pelotudo.

—¿Quién sos? –preguntó Fer amablemente–.

—Te diría mi nombre, pero prefiero que sea un misterio

—Bah, es obvio que es... –entonces Lit dijo el nombre de aquél chico, un nombre muy hermoso a decir verdad–.

Y si te vas...  ×Lucho Vega×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora