El secreto de Érika

Capitulo 4:Los primero problemas y el secreto revelado

Clara// mundo mágico

Estoy preocupada, desde que se fue Érika el rey a estado mas enfadado que antes, y he escuchado a los soldados que me vigilan, decir que Edgar a contratado a una bruja para saber la localización de Érika y que creen que ya saben donde esta.

Estoy muy preocupada, espero que Érika se encuentre bien.

Edgar//

Ya sabemos donde esta esa maldita niña, gracia a que contraté a María, la maga mas poderosa, para que me ayudara, mando unos extraños pájaros al mundo humano para comprobar si estaba allí y la encontramos, esta vez no escaparía, si no acababa con ella en este mundo, lo haría en el otro y ya tenía planeado mandar a unos lobos hechos por mi mágia negra, que acabarían con ella.

Érika//mundo humano

Y llevaba más de un mes viviendo en el mundo humano y ya sabía manejarme por la ciudad y con la gente. Hoy era sábado y había llevado a David a dar una vuelta a la orilla del río.

-Oye Érika, ¿por que no nos sentamos ahí en la hierva? -dijo Lucí.

-Si, esta bien -dije, nos sentamos y saque a David del carrito, hacía poco que empezó a dar los primeros pasos y solo quería estar de pie. Entonces se me ocurrió una cosa.- Lucí, le voy a enseñar un truquito a David -dije sonriendo.

-¿Qué truquito? -preguntó extrañada.

Me fui con David a la orilla del rió, me quite los zapatos y me senté en la orilla metiendo los pies en el agua.

Ya que podía hacer mágia podía controlar el agua a mi gusto y podía hacer figuritas. Mire que no hubiera nadie y empezé a hacer figuritas con el agua. Hacía mucho que no utilizaba la mágia, David se estaba divirtiendo y yo también.

Hice un conejo con el agua que David con su curiosidad lo tocó y se desmorono mojándonos a los dos, Lucí empezó a reírse y yo también, David estaba algo sorprendido por lo que había pasado y después sonrió.

Entonces de repente escuche una voz detrás de mi.

-Parece que se estaís divirtiendo -dijo Gil.

-AH! -me asusté no lo esperaba ahí y además cuanto tiempo llevaba me había visto hacer las figuritas espero que no.

-Lo siento, te he asustado -dijo el.

-No te preocupes -dije levantándome pero mi pie resbaló y empezé a caer para atrás con David en mis brazos, cuando Gil me agarró por el brazo y una mano en la espalda.

-¿Estas bien? -dijo.

-Si... -me puse roja estaba demasiado cerca y mis ojos se encontraron con los de el y me puse más nerviosa.

El me puso derecha y a mí se me bajaron los coloras, cuando note una sensación estraña, Lucí que también la sintió me miro, algo se estaba acercando y no era nada bueno, era la sensación de una mágia rara... "Mágia negra" "mi tío" pensé. Gil me vio la cara.

-¿Estas bien? tienes la cara blanca -preguntó preocupado.

De repente se abrió un portal delante nuestra.

-Gil, coge a David y lo que vas a ver te lo explicaré mas tarde, pero ahora coge lo y esconde os detrás de ese árbol -dije dándole a David, el obedeció y se escondió.

En cuanto se escondieron, del portal empezaron a salir unos lobos enormes.

-¡Lucí! ve a buscar a Dafne, rápido -le grité, Lucí salió volando y me quede sola con los tres lobos.

Uno empezó a andar pero hice un hechizo de fuego que solo llego a que retrocediera un poco, estaba claro que con mi mágia iba a hacer poco, entonces otro de los lobos se dirigió hasta mi que lo paralice unos segundo con un hechizo de hielo y que cuando me quise ir por el otro lobos, no me di cuenta que ya estaba cerca mía y me dio un zarpazo que me tiro al suelo, y en cuanto caí otro de ello se abalanzó sobre mi pero de repente el collar que me dio mi madre se iluminó haciendo una especie de escudo que el lobo no pudo esquivar y lo hizo echarse para atrás.

Me levante, los lobos estaban esperando a que el escudo se fuera para volver a atacarme, pero antes de eso de la luz roja comenzó a salir algo, ¡era una espada!, la cogí y el escudo desapareció, en cuanto la cogí note que tenía un poco más de fuerza y me notaba más ligera.

Los lobos vieron que el escudo se fue y uno de ellos no dudo en abalanzarse sobre mí, pero por impulso dí un salto, tenía razón cuando decía que me sentía más ligera, viendo que salte alto y que lo único que podía hacer era utilizar la espada, me posé en el lomo del lobo y le clave la espada, el lobo se desvaneció en un polvo negro, los otros dos retrocedieron un poco, pero uno no se corto y vino hací mi, yo esta ves di un corte en el aire que le llego al lobo cortándolo por la mitad y que también se desvaneció en polvo negro. Al otro no me dió tiempo de atacarlo y huyó por el portal que este se cerró.

Ya había acabado todo y el brazo derecho me dio una punzada, cuando mire tenía el brazo sangrando por el zarpazo de uno de los lobos en ese momento Dafne lleggó con Lucí.

-¡Érika! ¡¿Estas bien?! -dijo nerviosa.

-Si no te preocupes -dije.

-¿Y David? -preguntó un poco alarmada.

-Detrás de ese árbol con Gil.

-¿Lo ha visto todo? -preguntó.

-Sí.

Bueno ya se lo explicaremos más tarde.

-Sí. ¡Hey, Gil! ¡Ya puedes salir! -grité

Gil salió del detrás de árbol con David.

-¡Mi pequeñin! -dijo Dafne abrazándolo.

-¿Cómo estas? -dijo Gil viendome la herida.

-Ah, no te preocupes no es nada -dije tapándome la herida.

-Lo siento, no te he podido ayudar -dijo bajando la cabeza.

-No, si me has ayudado has cuidado de David -dije para animarlo.

-Ya, pero la que se ha llevado la peor parte fuiste tu -dijo.

-Bueno.... pues por eso el que me curara la herida serás tu -dije sonriendo.

-Esta bien -dijo con una sonrisa tristona.

Llegamos a nuestras casa y yo me fui con Gil a la suya para que me curara la herida y mientras le contaría la verdad.

Entramos en su casa, me dijo que entrara en el salón y me sentara y fue por el botiquín.

Mientras me curaba iba contandole toda la historia, como murió mi padre y como mi tío se proclamo rey y como llegue aquí.

-Has tenido que pasarlo mal -dijo Gil.

-Sí, pero cuando os conocí a todos ya no me sentí tan sola. Hay!..

-Lo siento.

-No te preocupes. Por cierto Gil, por favor esto no se lo puedes contar a nadie.

-No te preocupes, esto ira a la tumba conmigo -dijo sonriendo.- Pero la próxima vez que ocurra algo como esto quiero ayudarte.

-Gracias, hablare con Dafne a ver si hay algo que puedas hacer -dije levantándome y dirigiéndome a la entrada.

-Cuidate esta noche -dijo

-Si, gracias -dije, me acerque a el y le dí un beso en la mejilla.- Eso como agradecimiento, adiós.

-A-Adios -dijo el.

Cuando llegue a casa, pensé lo que había pasado hoy, estaba en peligro, mi tío me había encontrado y no pararía hasta matarme. ¿Qué más tendría planeado, a partir de ahora tendría que estar alerta.

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