Galaxy [BTS- Taehyung][Finalizada]

☆Capitulo 7☆

...al menos eso creía ella.

Las cosas habían comenzado a cambiar. Demaciado.

El mes que comenzó a salir con Chung-hee, sus padres se separaron.

Su padre dos meses después, le presento su nueva pareja. Lo peor de todo es que la hija de la señora, era Suni.

Su madre desapareció, nadie sabia de ella. Solo una carta de despedida para Mun Min.

Todo estaba empeorando.

Solo podía mantenerse gracias a la relación de Chung-hee.

Pero todo no era color de rosa en la feliz pareja, comenzó a ponerse agresivo y controlador.

Posesivo.

Era raro para Mun Min ya que nunca había visto esa faceta de él, ella no le daba motivos para que se comporte así.

Esa actitud hacia que Mun Min sospeche. No era idiota, algo pasaba para que él se comportará así.

Pasaron seis meses, su padre se caso.

La nueva mujer era peor que la hija y sumándole que se adueñaron de la casa.

Mun Min comenzó a trabajar.

No quería vivir con ellos, pronto se iría.

En tanto a su relación, se volvía cada día más insoportable.

Ya había tenido sexo con él, más bien él la tomo a la fuerza.

Con la excusa de que estaba pasado de copas y no sabía que hacía, Mun Min lo perdonó.

Comenzó a ir seguido a la casa.

Esa noche, Mun Min llegaría tarde. Chung-hee le mando un mensaje.

Ok, no hables con chicos.
Te espero en tu casa.

Él siempre la iba a buscar, pero hace un mes que lo había dejado de hacer.

Realmente aquello era un alivio, un respiro.

Llego a la casa cansada.

Su padre y aquella mujer estaban muy distraídos mirando una película.

Saludo a su padre y paso de la mujer, siempre lo hacía y hoy no era la excepción.

Se dirigió hacia su habitación.

Escucho ruidos raros proveniente de su habitación.

Abrió la puerta de golpe encontrando a su hermanastra y novio, teniendo sexo.

Aquello la destrozo.

La sonrisa de Suni era más amplia que de costumbre, lo estaba disfrutando. No solo por el echo que había tenido sexo, sino porque verla llorando y mal a Mun Min la hacía feliz.

Aquella chica rota, se fue de Busán.

Se alejo de su padre.

Tampoco le importaba mucho a él, porque no la volvió a buscar.

Solo tenía 16 años y estaba sola.

(...)

[Jungkook]

Seguí a Yoongi hasta el estudio.

Colocó la contraseña y ambos entramos.

Vimos algo que nos rompió el corazón. Una Mun Min muy indefensa y triste, sollozando en un rincón del estudio.

Abrazada a sus piernas.

Me acerque a ella rápidamente, colocando en frente arrodillado.

-Ya, ya -trate de consolarla acariciando su cabello.

-Traeré agua -mencionó Yoongi para luego salir del estudio.

Me quede observándola como levantaba su cara. Sus ojos estaban rojos al igual que su nariz y hacía leves pucheros.

Aquello se me hacía tierno pero también me daba bronca contra ese idiota, ¿quién se cree para hacerla llorar?

No dije nada, solo acariciaba su cabeza. Al parecer eso le calmaba y eso me dejaba más tranquilo.

Unos minutos después, Yoongi entro al estudio con una botella de agua, un paquete de pañuelitos descartables y una bolsita de caramelos. Sabía que a Mun Min le encantaban aquellos caramelos masticables sabor a frutas.

Yoongi le abrió la botella y se la alcanzó, también le entrego el paquetito de pañuelos.

-Gracias -dijo en susurro, agarrando la botella.

Se la llevó a la boca, tomando unos sorbos.

-¿Mejor? -pregunte preocupado.

Ella asintió sonriendo.

Ya se había calmado y fue un alivio para ambos. No preguntamos nada. Yoongi le mostró unas pistas a Mun Min, para distraerla. Él le explicó que las estaba preparando para pronto agregarle letra y ella le dió su opinión y consejo.

Era la primera vez que la veía mal y también, la primera vez que la veía tan profesional. Ella no es de las chicas que están las 24 horas en su papel de chica perfecta y correcta.

Se me había raro verla dar su opinión, argumentandola e incluso mostrando como quedaría la pista con las modificaciones.

Concentrada y segura de cada palabra.

Era raro para mi verla así, al parece para Yoongi no. Y era increíble.

Ella es una chica dulce, tierna, amable y divertida y no le gusta las formalidades. Para ella, todos son amigos hasta que muestren alguna actitud negativa con ella o con los que la rodean.

-¿Entonces? -pregunto Yoongi prestándole atención.

-Yo creo que hay que cambiar eso y quedará perfecto, buen trabajo oppa -dijo explicando para luego sonreír.

Mientras tanto, Yoongi me miraba de reojo. Algo quería decir y no se quedaría callado.

-Jungkook, ¿no tienes nada que hacer? -cuestionó Yoongi mirándome.

-Pues... -rasque mi nuca. -No -dije sonriendo.

Ella rió ante mi respuesta mientras Yoongi me miraba con el ceño fruncido.

-Bien, mientras no toques o molestes -comentó volviendo a mirar a Mun Min. -¿Quieres la canción? -le pregunto.

Ella abrió los ojos como plato.

-No, no, no...es tuya -dijo ella rápidamente.

-Si, pero yo te la regalo -mencionó él.

-¿Estás seguro? -pregunto ella no convencida.

Asintió.

-¡Gracias oppa! -dijo sonriendo para luego de un saltito caer en sus brazos, uniéndose en un abrazo.

Ambos sonreían, mientras que yo observaba aquello con el ceño fruncido y mi lengua chocar mi mejilla por dentro.

-¿Esa cara, Jeon? -se burló Yoongi.

-Cállate, idiota -gruñi entre dientes.

Mun Min quien nos miraba se reía.