RECKLESS ; Peter Parker

CATORCE

Una vez más, la anciana hacia sonar sus dientes mientras ponía el dedo índice sobre los labios, indicando silencio, el grupo de adolescentes que reía, calló de inmediato.

La temporada de exámenes había llegado y la biblioteca era testigo, las mesas llenas de libros y estudiantes por todos lados; Peter, Ned y Bea habían ido a estudiar después de clase, aunque Peter debía patrullar y el estudio no era tan necesario, no quiso dejar a sus amigos solos. Bea dormitaba sobre la mesa de madera apoyada en sus brazos mientras Ned guardaba los libros en las estanterías, inconscientemente Peter alzó una mano para apartar un mechón sobre el rostro de la chica y acariciar suavemente su cabeza.

— Viejo, pareces un acosador mirándola de esa manera mientras duerme— Ned llamó su atención sentándose junto a el

— Si lo dices así, si suena acosador

— Es que si lo es

El celular de la chica interrumpió la conversación, la vibración sobre la superficie despertó a Bea, quién inconscientemente tomó el celular para mirarlo

— ¿De que me perdí?

Ned y Peter intercambiaron miradas pero ninguno respondió

—No puede ser ¿Me quedé dormida? — preguntó en un susurro, pero tampoco hubo respuesta

El rostro de sus amigos reflejaba desconcierto, cosa que solo la hizo reír.
Las horas se escurrieron como de costumbre, y de regreso Peter y Bea estaban sentados en la escalera de incendios del departamento de la chica, ambos hablaban de cosas triviales, y Peter llevaba ya puesto el traje.

— ¿Que es eso de homecoming?

— Es el baile de vuelta al curso, pero aún falta unos  meses

Asintió sopesándolo, había ido una vez a un baile en California donde su cita había bebido y charlado con sus amigos toda la noche, dejándola de lado; quizá ahora sí tendría una buena experiencia

— ¿Crees que son culpables?

Bea alzó la vista para mirar las gafas tan familiares, aunque estaba con ella usaba la máscara, por miedo a —según el— fotógrafos escondidos

— No — contestó mientras se frotaba los brazos — Pero por ahora solo me preocupa aprobar la prueba de álgebra

Peter sonrió — Entra ya, no quiero que te resfríes, vendré más tarde

Se acercó a Peter y le susurró

— Ten cuidado Spider-Man

— Cuidado es mi segundo nombre

—¿Dices esos chistes mientras trabajas?

— Pues claro, ¿Como crees que le gano a los malos?

Bea rió mientras tiraba suavemente de la máscara del chico

***

Cuando Arthur volvió del trabajo no esperaba encontrar a su hija dando vueltas al globo terráqueo de su escritorio, sabía que su despacho era el sitio favorito de Beatrice, estaba lleno de postales, libros, música  y recuerdos, pero regularmente solo iba a ahí a darle malas noticias, así que solo se sentó frente a ella y esperó.

—Llegó una carta de Arizona

— ¿La leíste?

— No, ¿Como tienen la nueva dirección?

— Yo se las di

Bea miró a su padre como si repentinamente le hubiera dicho el peor insulto —¿Por qué? No quiero estar en contacto con nadie de esa familia

— No puedes ir huyendo de los problemas cariño, además, son tu familia después de todo

Joan y Marie eran gemelas y hermanas mayores  de su madre, las había visto tres veces contadas, y enviaban cartas seguido invitándola a Arizona, pero Bea nunca había aceptado, sabía que su mamá aun residía ahí y no se sentía capaz de conocerla sin reclamarle el abandono.

— Me gusta seguir huyendo

Arthur río, su hija era la persona más testaruda del mundo y eso la hacía idéntica a su madre — Podrías empezar abriéndola — se levantó y dejó un suave beso en su cabello antes de salir del despacho dando por terminada la conversación

***

Spider-Man comía su habitual sándwich en el borde de un edificio abandonado, su día había ido bastante bien, los robos habían sido frustrados exitosamente y la gente parecía quererlo cada vez más; mientras se limpiaba la mostaza de los labios oyó la alarma de un auto, se levantó de un salto dispuesto a terminar con su deber.

***

— ¡No van a creer lo que tengo para ustedes!— Bea llegó entusiasta a la mesa de sus amigos mientras hablaban del récord que Ned había roto en su videojuego
— Justo a lado del bufete donde mi papá trabaja venden un café delicioso — extendió un vaso a Peter con su nombre garabateado en el — Ned, sé que no te gusta el café, así que te traje un muffin

Ambos le agradecieron para después unirse los tres a la conversación; Después de hacer el examen de historia y de que Bea se percatara de que el profesor había adjuntado los acuerdos de Sokovia a la prueba, las clases pasaron con normalidad y Peter y ella tomaron la conocida ruta del metro

— ¿Saldrás esta noche?

Peter se giró hacia su amiga sorprendido y sonrojado

— A patrullar, Peter — aclaró después de ver su reacción, el castaño río nervioso

— Ah, no, May necesita ayuda con unas cosas en la cocina, me iré directo a casa — ambos cruzaron la avenida y se detuvieron frente al edición de Bea — ¿Quieres venir?

Negó con la cabeza — Mi papá irá al juzgado y quiere llevarme con el, dice que aún puedo arrepentirme y tomar el camino de la ley

Ambos bromearon antes de despedirse; el camino hacia el edificio de Peter fue tranquilo, a lo lejos pudo divisar un dvd en la basura y el buen estado de este lo hizo sacarlo discretamente antes de seguir su camino. Era sorprendente encontrar un electrónico en buen estado.

Pero lo que encontró tras la puerta de su apartamento, lo fue aún más.