Cada día te siento más cerca

Introducción

El universo debía estar bromeando con todo el asunto de las almas gemelas. ¿Cómo era posible que en un mundo tan basto hubiera tan solo una persona destinada a ser tu compañera de por vida? ¿Cuáles eran las probabilidades de cruzarte con esa persona?

Sin embargo, era algo que sucedía todos los días. Más y más personas lograban encontrar a esa persona con la que estaban conectados. No era una ley que todas las almas gemelas se iban a enamorar, pero siendo tu alma gemela la persona que mejor te comprende en el mundo, era un vínculo tan íntimo que era difícil no desarrollar un afecto tan profundo.

Quizá la sociedad tenía también tenía un poco que ver en el alboroto que todos hacían por encontrar a su pareja. En antaño, cuando dos personas del mismo sexo eran vinculadas por el destino, inmediatamente se asumía que debían ser socios, los mejores amigos en el mundo, casi hermanos. Esto también hacía que muchos no intentaran buscar a su alma gemela, pues era un poco incómodo sobre todo cuando una de las dos partes aún no había contraído matrimonio y podía percibir las sensaciones que los asuntos conyugales provocaban en su contraparte. Era un secreto a voces que muchos de estos casos terminaban por ser infieles a su matrimonio con su alma gemela, lo que también hacía que muchos ocultaran que habían encontrado a su persona destinada y así evitar las miradas y murmuraciones de la gente.

Pero en la actualidad eso no era más que un recuerdo y las almas gemelas eran libres de explorar cada matiz de su relación. Existían los eternos rivales, aquellos que eran los mejores amigos y, por supuesto, los amantes.

Aún así, todo era más complicado pues la presión para encontrar a tu alma gemela crecía con el paso de los días. Algunos se arriesgaban a iniciar una relación romántica con alguien que no era su alma gemela, pero aquello no siempre terminaba bien.

Con todo eso, Nanase Haruka y Tachibana Makoto no tenían entre sus prioridades el encontrar a su alma gemela. Tenían asuntos más importantes de los cuales ocuparse en ese momento y por algún tiempo pudieron escapar de su destino, pero encontrarse era definitivamente inevitable.