Su convivencia esa semana fue similar los siguientes días. Haru despertaba antes que Makoto, hacía el desayuno y luego se marchaba ya sea a su entrenamiento diario o a la sesión fotográfica.
La agencia había tenido prácticamente que reescribir la campaña, reenfocarla para explotar lo más posible la personalidad y apariencia de Haru. Hicieron lo mismo con Mori, así que en lugar de que los atletas se adaptaran al producto, el producto se adaptaría a los atletas.
El nuevo enfoque de la campaña les entusiasmaba aún más. Mostraba lo versátil que era su producto, cómo desde el más callado y serio nadador a la más dulce y determinada corredora podían obtener los mejores beneficios de la misma bebida.
Con ello, Haru ya no se vio forzado a tener que imitar una expresión que no le era propia, sin embargo, eso llevó a que Haru se viera forzado a socializar un poco más con el equipo creativo. No solo Kuramoto y Sasagawa estaban presentes en la sesión, habían otros chicos más o menos de su edad, pasantes y practicantes que tomaban notas, intentaban hacer conversación con Haru con tal de sacar detalles de su estilo de vida para usarlos.
Luego de esas sesiones, Haru terminaba socialmente agotado. Jamás le había gustado estar en grupos grandes y entre el equipo creativo y el staff de maquilaje, fotografía y video, el pequeño estudio se le hacía demasiado chico. Comprendía en un muy ligero grado lo que sentía Makoto.
Pero lo que más le molestaba era el calor. Tantas luces lo hacían sudar y aunque tenía una asistente que se encargaba de secarlo y otra retocaba su maquillaje –que odiaba cada día más, Rin podía irse al demonio con su llegarás a acostumbrarte–, tenía cada vez más la necesidad de un chapuzón. Era indispensable...
...........
Por su lado, Makoto continuaba dando sus clases en el centro comunitario. Estaba observando a los niños aguantar la respiración bajo el agua, tomando el tiempo de cuanto lograba soportar cada uno. Se había vuelto toda una competencia y los niños no paraban de decir ahora yo, ahora yo, para tomar un nuevo turno e intentarlo por más tiempo.
Casi estaban por terminar ese día y otro de los voluntarios se le acercó. —Tachibana, estás sudando demasiado... ni siquiera hace tanto calor aquí dentro.
—¿Ah si? —se tocó el cuello— No me había dado cuenta. Debe ser el traje, hoy no me he metido a la piscina.
—Bueno, pues termina tu clase y métete bajo una ducha para venir a la piscina grande. Hace tiempo que quiero tener una competencia contigo. Tu especialidad era dorso, ¿verdad?
—¿Conmigo? —preguntó asombrado— E-está bien, te veré allá en un momento.
Al terminar la clase, Makoto se lavó el sudor en la ducha y se dirigió a la piscina de 25 metros. Su compañero lo estaba esperando allí, haciendo un par de laps de calentamiento.
—¿Por qué de pronto quieres nadar conmigo? No he nadado competitivamente en algunos años, ¿sabes? Estoy muy oxidado.
—Bueno, yo recién estoy comenzando con el estilo dorso. Mi entrenador dijo que debía probar los otros estilos también, que podría llegar a hacer el combinado individual si le ponía atención a mis puntos débiles y el más débil es el de dorso.
—En ese caso podría observarte y darte consejos.
—Sí, quizá después... por ahora quiero una pequeña competencia. ¿O es que no eres tan bueno como dicen los rumores?
—¿Rumores? —se sonrojó— ¿Qué rumores?
—Dicen que eras muy bueno en la secundaria, que podrías haber ido más adelante pero que te rehusaste a participar en las nacionales... y por eso dejaste la natación competitiva, ¿es cierto?
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Cada día te siento más cerca
Fiksi PenggemarEl universo debía estar bromeando con todo el asunto de las almas gemelas. ¿Cómo era posible que en un mundo tan basto hubiera tan solo una persona destinada a ser tu compañera de por vida? ¿Cuáles eran las probabilidades de cruzarte con esa persona...