—No puedo creer que pudieras convencer a mi jefe a que nos invitara a la fiesta de su prometida.— Sonreía el hombre de ojos azules conduciendo el Carro negro deportivo. Llevaba varias horas en la autopista y en unos minutos llegarían a su destino.
Ella le sonrió un poco nerviosa—Claro ocultando este nerviosismo.— mientras miraba su teléfono algo preocupada. Sabia que Tord la iba a invitar a esa fiesta en las afueras de la ciudad. En un paraíso sin fin, ya que la fiesta se haría en un hotel de lujo, con piscina. Playa privada y de paso todo el lugar estaría rentado para aquella ocasión. La fiesta de la prometida del noruego.
—También me sorprende. Nunca creí que nos iba a invitar.— Intento sonar calmada, ya que su estomago estaba revuelto en pensar en estar a solas con el noruego y los pillaran y eso es lo menos que ella quería. Lo peor de aquello es que si los descubrían, perdería su casa ya que en sí. La casa estaba al nombre de su esposo y si este pedía el divorcio todo para ella se iba al caño. De verdad como era que ella había caído tan fácilmente en las garras de aquel hombre de cuernos tan sensual y caliente.
—Bueno. Eso es bueno, porque al fin tendremos a tiempo a solas.— Decía mientras le acariciaba su mejilla desde su lugar conduciendo aun el carro y le regalaba una tierna sonrisa la cual ella se la regreso.
—Claro amor.— Fue lo ultimo que dijo al notar un mensaje del hombre pensado en su teléfono móvil.
['♥']
—¡Jefe!— Gritaba el hombre de cabellos negros mientras estrechaba su mano con firmeza con su jefe.
—Larsson.— Musito la chica llegando junto a su esposo mientras lo saludaba amablemente y con firmeza.
—___, deja las formalidades para después.— Le indico el hombre a su lado mientras le daba una sonrisa.
—No te preocupes Julian. Es mejor así, porque sabe respetar a sus superiores.— Decía el noruego mientras de reojo le ofrecía una sonrisa traviesa a la chica.
—____.— Ella volteo fastidiada al escuchar aquella voz tan irritante.— ¿Que haces en el hotel donde sera MI fiesta con MI Tord?
—Elleana. — Murmuro irritada pero igual no podía romper su actitud.— Un gusto verle. Le felicito por su compromiso y por su fiesta.
—Por favor. Deja esa formalidad tan absurda niña. Aveces hasta me eres irritante.— A la chica le apareció un pequeño tic en su ojo derecho por lo dicho de las de ojos verdes. La conocía por haber estudiado con aquella mujer tan irritante. Aveces le sorprendía pensar que el hombre de ojos rojos se iba a casar con aquella arpía.
—Elleana. Puedes enseñarle a Julian su habitación. Llevare a la señorita ___ a la cocina. Ella hará varios de los postres. Sera mejor que la trates bien.— Decía el noruego con una pequeña sonrisa pero tétrica por haber presenciado aquello.
Chasqueo la lengua fastidiada. Hizo un ademán con las manos y se fue a llevar al hombre de ojos azules a su habitación. Mientras el noruego guiaba a la mujer que quedo en aquel vestíbulo.
—No entiendo como la soportas.— Musito muy enojada mientras seguía al de ojos rojos al ascensor.
—Negocios de familia. Ya te lo había dicho.— Le respondió mientras presionaba el botón para subir al piso correspondiente.
—Lo sé, pero hasta si fuera tú. Ya la hubiera dejado.— Quejo dramatizando mientras movía las manos exagerada. De verdad que aquella chica de cabellos marrones oscuros le caía como una patada al orto.
—¿Celosa?— Se acerco a ella hasta su oído, pero aun manteniendo su distancia.
—¿Que? ¡Claro que no!— Se cruzo de brazos mientras bufaba aun hostigada por aquello.
—Lo sabia.— Se dijo a si mismo juguetón. Pero bufo.— Ahora por esta estúpida reunión no podre estar contigo como quiero.
—¿Estar conmigo cómo quieres?—Ella alzaba una ceja algo confundida por aquello. Creía que aquello ya era cruzar la linea en ese lugar.
—Estar toda la noche contigo.— susurraba travieso mientras acariciaba uno de sus mechones revoltosos.—Hacer de todo lo prohibido que siempre hacemos. . . Bajo la luz de la luna. En la orilla de la playa.
Sus mejillas se pusieron de un color algo carmesí por haber escuchado aquello.
—Nunca creí que fuera del tipo poético.— Sonrió un poco mirando a otro lado sintiendo como su corazón se descontrolaba. Su mínima presencia la desencadenaba.
—Tu provocas esta locura de placer por ti.— No aguantando mucho acabo la distancia que tenían ambos dejándola pegada a la pared del ascensor.
—Tord, sabes muy bien que aquí no podemos.—Miro a los ojos de este mientras sentía como su respiración pegaba en su cara.
El solo le brindó un corto pero apasionado beso. Y cuando se alejo el ascensor se abrió dejando ver a la mujer del noruego enseñandole la habitación al esposo de la chica.
—Cariño. Tienes que ver nuestra habitación es inmensa.— Gritaba eufórico su esposo mientras ella reía nerviosa y lo seguía. Pero noto una mirada insistente que pareciera que le quemara la nuca. Giro un poco su cabeza notando el rostro amargado de la de ojos verdes.
Cuando al fin se calmo y conoció la habitación. Se fue a dar una ducha para despejar todo aquello que la traía tan nerviosa. Pero cierto papel cayó de su ropa que había despojado anteriormente.
Con curiosidad lo abrió y sonrió por lo contenido.
«Te espero en la playa. A las 12 en punto. Líder roja. »
Ella solo suspiro sabiendo de quien era aquel papel. A lo mejor estaba mal pero. . . Que mas daba.
—Continuara.—
—Al fin les doy algo mas largo y un pico diferente xd
—¿Elleana prometida de Tord? Se. Estoy loca lo sé.
—Para los que no sepan, creo que es el nombre de Eduardo pero mujer.
—Bye Babys, ahora si me voy a dormir ['♥']
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♥Los Infieles ♥ [Tord×Tu] →Eddsworld←
FanfictionInspiración: Los Infieles → Aventura (Romeo Santos) «¿Descubrirán a dos almas en penas que cada noche, hacen el pecado de ser les infieles a sus parejas. Pero entregándose en cuerpo y alma por no poder olvidar sus cuerpos carnales y aquellas noches...