Broĸeɴ нeαrт

1.

Los pasos del rubio eran seguidos, casi como si se encontrara corriendo, y debido a esto sus cabellos se movían al compás del viento.
No era una mañana como todas, hoy pensaba aclarar lo que tanto divagaba por su cabeza al respecto de su amigo, .William Sherlock Scott Holmes era un chico de rizados cabellos, tez palida y si me permite decirlo, de figura esbelta, y por supuesto, mucho más alto que nuestro querido Watson.
Una vez llegó, buscó entre la multitud a Holmes, hasta que decidió darse por vencido y hablar con este en el receso, si es que llegaba a estar. John no sólo se llevó una gran desilusión al no encontrarlo, sino que el miedo, la duda e incertidumbre lo carcomian al pensar que este ya hubiera deducido que justamente su compañero John Watson se le confesaría. Un característico timbre sonó dando inicio a las clases de química.
[...]
El receso llegó acompañado del rubio, quien se dedicó a buscarlo por todo el patio,  hasta encontrarlo hablando con Lestrade. El joven Watson sólo se preguntaba de cierto modo melancólico el porque era ignorado por el sociopata. En el resto del receso se mantuvieron de ese modo, Sherlock con Greg y John con Mike, como si no se conocieran entre ellos.

Oh, John Watson, ¿Cuando piensas confesarte?

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🍃;; Yo la verdad no esperaría nada de esta historia, mucho menos si la escribo yo, pero la verdad es que me aburro y tenía un par de ideas revoloteando por ahí.