No Fue Suficiente...

I

Para la KiriAsuWeek2018

Día 7

Futuro

El fuerte aroma de la gran cantidad de flores a su alrededor le hizo estornudar, ganándose la mirada de desapruebo de las personas cercanas de donde se encontraba. Todo porque se encontraba apreciando un enorme girasol que sobresalía de entre las demás pimpollos del bouquet. Las enormes filas de flores de todo tipo y color se encontraban ordenadas en pequeñas macetas y colocadas en estantes de piedra que se veían muy costosas y lujosas para su gusto.

Varias gotas de agua aún se encontraban adheridas a los pétalos del girasol, que desde que entró a ese lugar había llamado su atención, se veía tan lleno de vida y orgulloso de sí mismo que no pudo contener su curiosidad y se acercó a él para identificar qué era lo que lo hacía tan diferente ¿Sus grandes pétalos tal vez? o ¿Quizás su gran tamaño? En una ocasión la persona más importante para él le explico que en el lenguaje de las flores el girasol significaba "Te Admiro", el color amarillo significa "Solo tengo ojos para ti y yo girare como el girasol siempre hacia donde estés" y el naranja es "La fidelidad en el amor junto con la admiración".

En ese momento se había alegrado del significado de aquello que siempre le obsequiaba a esa persona tan especial, a quien le juro amor eterno y ella misma le prometió lo mismo... "Que iluso fue..." Y desde que su vida dio un vuelco, no se preocupó por conocer más sobre esta rama de la cual las mujeres siempre se emocionaban, más bien le parecía una pérdida de tiempo que no encajaba en su actual personalidad.

De solo recordar aquel fatídico día que lo marcó de contra manera y teniendo en cuenta la razón del porqué se encontraba ahora en ese lugar, echaba sal a la herida que a pesar de los años nunca ha podido cicatrizar...

–Kazuto... –la suave pero peligrosa voz de su acompañante lo sobresaltó alterándolo un poco –¿Qué estás haciendo aquí parado?

–Me distraje observando esto –señaló algo incómodo el girasol que, hasta hace unos instantes, lo relacionaba con la etapa más amarga de su vida.

–Sabes que odio este tipo de flores, es tan... vulgar –habló molesta no solo refiriéndose a la causante de su distracción, sino a toda esa sección en la que se encontraba, y que al parecer tenia el poder de perderlo en sus pensamientos.

–Lo siento Alice, no soy bueno en esto y lo sabes –una excusa muy estúpida y egoísta de su parte al mantener en secreto la verdad de su frustración.

–Ya déjate de tonterías y distracciones innecesarias –la rubia lo tomó de su brazo acercándolo hacia ella –Nuestra sección esta por allá –cantó alegre al recuperar su buen humor.

No quería iniciar una discusión y menos en un lugar lleno de personas realizando sus compras para sus eventos. Dentro de poco se daría su propia celebración la que habían planeado con tanto anhelo, por lo que colocó una sonrisa falsa en su rostro y la acompañó de la forma más caballerosa que le fuera posible.

–Realmente lo siento señorita, pero el pedido que me hace es imposible que logremos hacerlo. No podemos cumplir su petición, lo lamento –la joven encargada se inclinó en muestra de disculpas esperando que la rubia dejara a un lado su actitud intolerable y comprendiera.

–No lo repetiré de nuevo, para el día de mi boda quiero todas las rosas blancas que tengan a su disposición –bramó furiosa ante la negativa de los empleados del lugar –Si es necesario quiero toda la producción de rosas de Japón, ¡Le quedó claro!