Hoodie | Bang Chan

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Baje de los trasteros el arbolito de navidad que la madre de Felix me regaló al volver de mi ciudad el primer año que pasé aquí, y lo puse en una esquinita del salón justo al lado de mi ventana. Baje también algunos adornos y me puse como una niñita pequeña, igual de emocionada por montar su árbol de navidad.

Algo de soledad me atrapaba por la espalda pero no pensé en ello.
Justamente llamaron a mi puerta y eso me ayudó de algún modo. Quizá sería algún vecino.

Abrí la puerta y me encontré con Minho muy bien vestido y abrigado.

- Dime que me puedo hacer chocolate calentito.

Me reí y me aparte a un lado para dejarle pasar.

Se quitó su abrigo y cuando vio todo lo que tenía montado empezó a reír.

- La diversión. - dijo riéndose

- Ya - le pegue en el hombro - a que te quedas sin chocolate por gracioso.

-Lo siento.

Aproveché y yo también me hice una taza de chocolate ya que no había desayunado nada.

Minho se sentó conmigo en el suelo y me estuvo ayudando a decorar la casa con las típicas cosas que se ponen. Ya que era mi primera navidad aquí - y sola - decidí adornar todo un poco para que se hiciera más ¿bonito? Quizás esa era la palabra.

- ¿A qué viniste? - pregunté a Minho

- ¿Ah? A desayunar. ¿No es obvio? - puse los ojos en blanco y Minho comenzó a reír - Y también a dejarte este libro que me pediste.

-¿Qué libro?

-Aquel que me pediste el otro día de misterio.

-Ah, el otro día. En agosto ¿no? Pasaron 4 meses.

Minho se asombró y parecía un niño de 5 años.

- ¿Tanto? Aigo... El caso es que te lo traje.

Reí como pude y dejé el libro en una estantería del salón. Minho siguió bebiendo su chocolate y ayudándome a ordenar la casa.

- Alysa - Minho tomó aire - sabes que vas a pasar la navidad en casa de Felix ¿no?

-¿Eh? - a veces acusaba a Minho de metido, pero en este caso el bocazas era Felix, o más bien Chan, pero me apetecía culpar a Lix - No voy a pasar la navidad con ellos.

- Si lo harás. Su madre ya está como loca comprando más comida. Te adora, pobre que imaginé que algún día serás su nuera - Minho fue a la cocina mientras hablaba y comenzó a coger galletas - aunque su sobrina postiza tal vez.

Eso último casi lo susurró pero alcancé a oírlo, le grité en protesta y el tan sólo reía.
¿Por qué tenía tanto interés en Chan y yo como "pareja"? Era totalmente absurdo. Digo, a mi me gustaba Hyunjin, y el acababa de romper con su novia de casi dos años, quizá es lo último que quería pensar ahora era en chicas.

Minho se quedó unos minutos más y después se marchó a duras penas, se quería quedar a comer para así no preparar
nada él en su casa.
Se podía decir que era algo aprovechado. Pero aún así, lo quería demasiado.

Me quedé de espaldas a la puerta sentada en el suelo terminando de adornar el maldito pero bonito árbol mientras que Minho se marchaba.
No pasaron más de 3 minutos cuando tocaron el timbre, estaba 100% segura que sería Minho insistiendo para quedarse a comer o porque habia olvidado algo. No sería la primera vez que lo hacía.

Me levanté del suelo sin ánimo alguno y quejandome mientras abrí la puerta. Nisiquiera me fijé en sí era el, estaba convencida así que sin mirarlo, me volví al suelo a seguir con el árbol.

- No te vas a quedar a comer, ¿qué quieres ahora? - pregunté con un tono de indignada mientras sacaba bolitas de color rojo.

- Bonito árbol.

¿Eh?

Esa voz no era de Minho, le pertenecía a otra persona cuyo nombre es Felix.
Me dio miedo voltearme por si se encontraba con Chan, ¡no quería que me viera con estas pintas! Felix me daba igual, es decir, el ya me había visto hasta con cara de quedarme 3 días de vida, no se iba a asustar por verme en pijama y con una coleta mal echa. Pero Bang Chan no me había visto así ni parecido en ninguna ocasión, ¿qué iba a pensar de mi? Nisiquiera sabía porque me asustaba tanto.

- ¿¡Qué hacéis aquí!? - me voltee con miedo y confirmando lo peor Chan estaba justo al lado de Felix.

- Tranquila - dijo Lix riendo - hemos venido por petición familiar, mi madre quiere verte.

- Ya, ¿y dónde está?

- Aparcando el coche. Ahora subirá. Quiere hablar contigo sobre la navidad.

Ya sabía por donde iban los tiros.
Si que era verdad que la madre de Felix me adoraba, me había cuidado muy bien desde que me conoce y me había dado buenos consejos.
Era como una tía y aveces una segunda madre para mi, y yo a ella también la adoraba.
Pero no me parecía bien la idea de pasar las navidades junto a ellos, porque tal vez tenían otros planes o invitados y yo molestaba o sobraba.

Seguí como si nada y me levanté del suelo. Felix caminaba como Pedro por su casa, vio mi taza de chocolate y no pensó dos veces el beber. Menos mal que no estaba envenenada.

Chan, al contrario de él, estaba de pie al lado de la puerta mirando tímidamente el salón. Me acerqué a él y me sonrió algo tímido.
Señalé su mano en la que aún tenía mi gasa puesta. El río y me hizo un gesto que me dio a entender que estaba correctamente.

Justamente la madre de Felix apareció por la puerta. Me dio un fuerte abrazo y le ofrecí algo de beber a lo que me dijo que no.

Estuvimos conversando durante media hora. Ellos tres me daban motivos y argumentos positivos por los cuales debía quedarme a su casa mientras yo me negaba y agradecía.

- Alysa basta de tonterías - la madre de Felix parecía firme pero sonrió rápidamente y me hizo estar más tranquila - lo he hablado hasta con tus padres y me lo agradecen y están de acuerdo. En menos de una semana es Nochebuena. A las 10 en punto te espero en casa. No hay más que hablar.

-Jan.