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Desperté en mi habitación con un dolor de cabeza terrible.
Me dolía hasta pestañear.

Salí de mi habitación y me encontré con Minho en mi sofá comiendo.

- ¿¡Qué haces aquí!? - yo misma me asuste del tono de mi pregunta porque rebotó en mi cabeza.

- Aihs, no chilles, mi resaca no es como la tuya pero tengo también - contestó - son las 3 de la tarde, buenos días.

- ¿Cuanto he dormido? - me sorprendí ya que nunca me había despertado tan tarde - Y respondeme. ¿Qué haces aquí?

- Te traje aquí anoche. Llevabas una borrachera encima bastante importante y...

En ese momento corte a Minho.

- ¿Me emboraché mucho? ¿ Hice el ridículo? ¡No me acuerdo de nada!

Minho río y quise tirarle un cojín a la cara, primeramente porque me dolía la cabeza y el se reía muy alto y segundo, porque, ¿de qué demonios se estaba riendo?

- ¿De nada de nada? No me digas. - comenzó a reír aún más.

- ¿¡Qué pasa!? ¿¡Hice el ridículo con Hyunjin!?

- Bueno, amiga sientate.

Cogí una manta y me tape mientras me sentaba al lado de Minho con una preocupación notable.

- ¡Ya dime que pasó!

- Antes que nada, no me interrumpas - cogió aire y miró a su plato - bebiste, bailaste con Hyunjin, bebiste aún más, bebiste otra vez, viste a Hyunjin besándose con otra chica, te fuiste llorando al jardín de Changbin, allí estaba Chan, también ebrio, entre y os estabais besando con un algo que me dio miedo interrunpiros.

Tenia que haber seguido durmiendo.

- ¿¡Qué!? - volví a gritar y Minho mostró dolor por su cabeza - ¿¡ Cómo que besandome con Chan!? ¡Estás loco! ¿Y Hyunjin...?

- Te he dicho que no me interrumpas. El caso, estoy aquí porque si no llegó a venir contigo, quien hubiera pasado la noche aquí no hubiera sido yo, sino Bang Chan, y no durmiendo precisamente - noté como mis mejillas ardían y pasé una vergüenza terrible por lo que Minho estaba dando a entender - que yo estoy a favor, pero los dos estabais demasiado ebrios. No erais conscientes - de pronto me miró a los ojos y sonrió algo pícaro - ¿o si?

- ¡Minho! - le empecé a dar golpes con el cojín. Pensé en ahogarlo pero...

Fui a darme una ducha y reflexionar sobre lo que me había contado Minho.

¿De verdad me había besado con Chan? No me acordaba de nada de eso, ni entendía cómo pudo pasar. O si, los dos íbamos ebrios, por lo cual, se podía entender un poco. Pero, ¿y Hyunjin? ¿Había bailado con el y él después se había ido con otra chica? ¿A qué jugaba? Tenía la mente demasiado oscura y llena de cosas.

Cuando salí de la ducha Minho había preparado algo de comer.

- Deberias alquilarme la otra habitación libre, soy todo un chef además. - me dijo mientras comenzaba a fregar algunos cacharros.

- Me lo pensaré.

Me preguntaba si Chan se acordaba de algo, o si no se acordaba.
Si últimamente mi relación con el era algo... Extraña, después de esto no me quería imaginar que podía pasar.

Era una tradición - la cual yo no podía hacer porque normalmente, no estaba en Navidad - el pasar la tarde del 1 de enero en casa de alguno de los chicos, y como era mi primera navidad aquí, a Minho se le ocurrió la brillante idea de invitar a los chicos a mi casa. Estaba de acuerdo, por que no. Pero mi nerviosismo iba en aumento conforme se acercaba la hora a la que habían acordado venir, porque eso supondría que Chan viniese y no sabía si el estaba consciente de lo que pasó anoche.

Hubiera querido que Woojin fuera el primero en llegar para hablar con el, pero desgraciadamente o afortunadamente Felix y Chan llegaron antes que el.

Minho me había dicho que Felix lo sabía también, a sí que mi plan era el hablar con Lix a solas sin ver antes a Chan.

Fue Minho quien abrió la puerta mientras que a mi me estaba dando un infarto por dentro.

- ¿Y Bang Chan?

Oí como Minho le preguntaba a Felix y vi mi momento de gloria. Aunque me sentí bastante extraña al oír que Chan no venía. Tenía miedo por así decirlo de que no viniera porque si se acordaba de lo de anoche.

- Ah, esta hablando con su madre por teléfono. Ahora sube.

En ese momento sentí alivio al saber que había venido, pero con ello, sentí como si muchos duendes se mudaran a mi estómago.

Felix me miró por unos momentos y se quedó algo serio. No sabía ni que decirle hasta que explotó en risas y me asuste por el cambio tan brusco.

- ¿Serás mi prima? - dijo entre risas - mi madre se alegraría.

- ¡Felix! - me queje - ¿Chan lo sabe? - pregunté con mucha rapidez por si aparecía en cualquier momento. Al ver la mueca que Felix me puse en lo peor.

- Pues... - comenzó a mover sus manos - no lo sé. Creo que no.

- ¿Cómo que crees que no? - esta vez fue Minho quien pregunto. Noté como sabia cómo me encontraba en esos momentos y me dieron ganas de abrazarlo.

- No he hablado con él del tema, y él tampoco ha dicho nada. Sólo se queja de que le duele la cabeza.

- Y nada más - pregunté desesperada.

- ¿No te ha preguntado nada de ayer y no ha dicho que no se acordaba o algo parecido?

Felix negó con la cabeza y en esos momentos apareció Chan.
Pasó y nos sonrió a todos. No notaba nada distinto en el. Me fijé en que llevaba la pulsera que le regale por navidad puesta y eso provocó en mi una risa algo estúpida. Me miró y me pregunto que si me dolía la cabeza. Yo negué y el sonrió.
Cuando lo vi sonreír, note como aquellos duendes se revolucionaban en mi interior, tal vez era sinónimo de que tenía hambre.

Cuando llegó Woojin, Minho se encargó de decirle que no dijera nada de aquel tema. Pasamos la tarde y parte de la noche jugando a juegos en la Wii y riendo tan normal. Como siempre.
Pero me sentía extraña respecto a Chan, sentía como mis nervios y aquellos duendes cobraban vida cuando me miraba.

Aquella noche, la pasé entera pensando en si Chan verdaderamente sabría algo, o no.

-Jan.

Hoodie | Bang Chan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora