17

22.1K 2.4K 2.2K
                                    


- Minho, me quiero amputar los pies. ¿Me puedes decir a donde vamos?

- Ya llegamos, aguanta un poco más exagerada.

No, nada de exagerada
Llevábamos como una hora y media andando por en medio del campo. Sin contar el hecho de que llevábamos equipaje para toda el fin de semana.
Minho me había comentado que tenía una sorpresa para pasar el finde, pero no había llegado a decirme ni él qué, ni dónde.
Aunque, viendo por el sitio por el que me llevaba, lo podía imaginar.

A lo lejos se podía ver como había una cabaña y deseé que fuera ese lugar al que íbamos, primeramente porque no podía aguantar más el dolor de pies, y segundo, se veía bastante bonita.

En el porche de aquella cabaña, podía distinguir a dos personas sentadas; Felix y Chan 

Ya tardaban en aparecer aquellos duendes. Aunque, eran duendes, con una mezcla de culpa y arrepentimiento por algo.

Nos acercamos y ellos seguían sentados. Estaban observándonos y reían por la escena de Minho sonriendo, sacando como 10 metros de diferencia y yo con mi cara de cansada.

- ¿Habéis venido andando desde casa? - Felix parecía que iba a echarse a reír en milésimas de segundos.

- Exacto. - respondí incorporándome.

- ¿No hubiera sido más fácil venir con nosotros en coche o en taxi? - Chan me miró con una media sonrisa a la cual no pude resistirme, y casi como un acto involuntario, sonreí.

- Quería que Alysa andara un poco. - Minho me miró y lo quise golpear con todo lo que pudiera, pero me contuve.

Minho sacó de uno de sus bolsillos de su mochila unas llaves y abrió la cabaña.

- Mis tíos tienen una línea de cabañas repartidas y me han prestado ésta para el finde.

Sonrió satisfecho y abrió la puerta. Por dentro era muy espaciosa y bonita. Era acogedora y tenía calefacción.
Gracias Jesús.

Faltaba Woojin, que llegaría algo tarde puesto que tenia turno de tarde en la cafetería.

- ¿Cuántas habitaciones tiene? - preguntó Chan mientras buscaba la cocina.

- Uhm, me suena que tres.

- ¿Tres? Minho, somos cinco personas. - Minho me miró e hizo un gesto que no supe descifrar.

- Calma calma - Minho sacó su móvil y busco algo - Hay una habitación con cama de matrimonio; otra con dos camas; y otra con otras dos camas. Tú puedes dormir con Chan.

Noté como mi rostro cambiaba a otro mucho más colorado.
También noté como Chan oyó aquello y vi su reacción; negó con la cabeza mientras que reía. Sus ojos estaban cerrados y me pareció la cosa más adorable del día.

Al final, yo me apropie de la cama de matrimonio mientras que Minho y Woojin compartirían habitación al igual que Chan y  Felix.

Woojin nos llamó a eso de las ocho  y cuarenta y cinco de la tarde. Mientras que el estaba de camino, nosotros decidimos el menú de la noche.

- Yo quiero patatas. Lo que sea,  pero con patatas. - Felix saltó del sofá para rogarme.

- Yo... Un filete de carne.

- ¡Si! ¡Filete con patatas! - Felix sonreía y sus ojos brillaban. ¿Cuánto hacía que no le daban de comer a este chico?

- ¿Y tenemos todo eso?

- Obvio - respondió Minho orgulloso - está en aquella despensa - Señaló una puerta que había justamente al lado de la cocina.

- Bien, pues además de eso haré ensalada, panda de gordos. - me dirigí a lavarme las manos para comenzar a hacer la cena cuando escuché el suspiro de Minho que daba a entender que se había ofendido.

Hoodie | Bang Chan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora