No todos nacimos para ser héroes como tú [KatsuDeku/DekuKatsu]

Cap. 2

Cuando estás mal dicen que siempre hay alguien con quien estar, que siempre hay una persona en la cual confiar, que no estás solo, que esperan que te sientas mejor entre otras tantas cosas que en mi nunca fueron así. Nadie estaba conmigo cuando lo necesité, nadie nunca estuvo a mi lado para que pueda confiar mis desgracias y desahogar las penas que traía a causa de mi rubia pesadilla.
Dolía todo lo que hacías, Kacchan, y eso nunca te importó. Para ti herirme era un deleite, ¿verdad? Estoy seguro de que te gustaba verme en un patético estado de humillación, por eso te aprovechabas de mis debilidades y de tu quirk en la mínima que podías sin importarte mi inocencia y las ganas que tenía de ayudarte.
Te admiraba, a mis ojos eras el mejor de todos, incluso mejor que All Might. Te quería a mi lado porque sin importar lo mal que me tratabas quería ser alguien cercano en tu vida, pero no fue así, todo cambió y estoy seguro de que no puedes creer de que yo, el estúpido nerd al que tanto molestabas, haya terminado siendo la mente maestra de La Liga de Villanos.
All Might y tú me hicieron ver como era y es realmente este mundo, dejándome claro que aquí los fuertes ganan y los débiles, por mucho que quieran e intenten ganar, siempre pierden y son humillados por sus derrotas. Me enseñaron que ustedes, héroes y aspirantes a héroes son mucho peores de lo que creen que nosotros los villanos somos.

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Las luces de la ciudad habían comenzado a encenderse llegada la noche tras la ausencia del sol y la presencia de la gran y esplendorosa luna.
Las estrellas brillaban más que las lámparas, y el bullicio del día sobre la agitada ciudad quedó en las horas pasadas para darle lugar al silencio nocturno y a la paz que esta le podía llegar a generar a más de un civil si no fuera por el terror que ahora tenían por salir a las calles.
Los ligeros pasos de un joven peliverde habían comenzado a escucharse seguidos a su enérgico tarareo mientras pasaba por las desoladas y aburridas calles de lo que una vez fue su barrio.
En ése lugar había crecido, se había desarrollado y sufrido, pero cosas como esas quedaron en el pasado junto a su inocencia y generosidad. El mundo no había aprendido a apreciar a un buen niño que lo tuvo todo y a la vez nada para poder ser el héroe que tanto deseó ser.

Caminó por varios y largos minutos hasta llegar al viejo parque en el que pasó su niñez junto a Bakugou y su grupo, mismo lugar en el que su gran apodo "Deku" fue inventado y comenzado a usar. Ahí había sido empujado a la arena montones de veces por el rubio y dejado atrás porque se alejaban de donde estaba corriendo. Ahí también había fracasado al intentar jugar como él con una pelota y llorado innumerables veces luego de defender firmemente lo indefendible. Desde otro punto de vista podía llegar a ser algo cruel, pero en todas siempre terminó sonriendo entre lágrimas, persiguiendo con sus cortos y pequeños pies a Kacchan, el niño genial que tanto admiró.
Recordar todo eso le hizo sonreír de forma amarga en lo que se sentaba sobre un columpio y miraba el cielo nocturno.

Que estúpido fue, era obvio que nunca se llevarían bien.

Ahora el rubio estudiaba dentro de la U.A, lugar en el que quiso estar por muchas razones en general. Aunque no quería admitirlo ni contarlo una parte de él seguía admirando a Bakugou, ése chico que nunca se rendía y ganaba con todos.
El tipo de sentimiento agridulce que le causaba era un problema para si mismo, no podía dejar atrás su pasado si en su presente la cara del rubio aparecía a cada instante para atormentarlo.

Era odio y otro sentimiento indescriptible, que aún así nada le ganaba a la necesidad de querer verlo en un patético y deplorable estado de humillación y dolor.

— Joven Midoriya.. Shigaraki quiere hablar contigo —para cuando menos lo notó los minutos habían pasado volando y Kurogiri apareció frente a él. No tuvo otra opción más que levantarse tras un largo suspiro y seguir a quien era el portal y un importante aliado en la Liga de Villanos.
A los ojos del peliverde Kurogiri era alguien sofisticado y con una tranquilidad admirable ante todo tipo de situaciones. Era quien mantenía ciertamente estable a Shigaraki. En secreto aún recolectaba información sobre quirks, pero no solo de héroes, sino también de villanos.
Lo que antes hacía por admiración ahora hacía por beneficio. Toda información era útil, no solo para los planes que le surgían, sino también para él mismo.

Pasó por el oscuro portal para abandonar su antiguo barrio y aparecer en lo que prácticamente ahora era su "hogar", el bar.
Volvió a suspirar de tan solo pensar que tendría que escuchar a Shigaraki, pero debía hacerlo si después de todo al día siguiente por fin podrían vengarse del símbolo de la paz, All Might, y por supuesto también de Bakugou.

Al próximo día podría volver a verlo, realmente quería hacerlo, necesitaba hacerle daño a él, a sus compañeros y a quien más admiraba.

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N.A: Siento haber tardado en actualizar</ 3 no acostumbro a escribir fics, soy más de los oneshots porque simplemente no me gusta tardar en sacar un próximo capítulo xD de todos modos, espero que les haya gustado y sigan leyendo<3

Como habrán visto, de un momento a otro cambié la narración de primera a tercera persona, creo que lo voy a hacer con frecuencia para que sea más cómodo de leer y escribir, espero que eso no les moleste, y si es así, bueno(? ah xD

Gracias a quienes me leen y también a quienes me ayudan y dan ideas o un empujoncito para que pueda avanzar ^^♡

Nos leemos luego~