No todos nacimos para ser héroes como tú [KatsuDeku/DekuKatsu]

Cap. 4

» — ¡Lo siento, Izuku! ¡lo siento tanto! — «

Aún recuerdo aquella triste escena en la que mi madre lloraba desconsoladamente por haberme visto destrozado frente a la pantalla del computador. La reciente noticia de que no poseía ningún tipo de individualidad había sido un gran impacto para mi, tanto así que no podía creer que tan mala era mi suerte.
Recuerdo sus brazos sobre mi pequeño cuerpo y los pensamientos que tuve en ése momento.
Estaba confundido. Me había preguntado a mi mismo tantas veces el por qué su cuerpo y sus brazos no eran cálidos como siempre los fueron. ¿Por qué sus lágrimas que caían sobre mi ropa hacían que doliera tanto?
Eran cosas que de pequeño nunca hubiera entendido, pero ahora que podía hacerlo sé que si lloraba fue porque su niño nunca sería lo que siempre quiso ser. Ella no tenía esperanzas sobre mi, creo que eso fue lo que me destrozó aún más.
Mi madre en vez de consolarme se disculpó, ¿y por qué? Ni siquiera una palabra de aliento pudo salir de su boca. Palabras como "no te desanimes" o "tu puedes" respecto a mi sueño, nada, no me dijo absolutamente nada. Solo se disculpó porque sabía que ella, quien me dio la vida, no podría hacer nada por su hijo, y que él, es decir yo, tendría que conformarme con una maldita existencia aburrida y normal.

 

Pero mi madre se confundió desde un principio.... mi vida nunca fue ni sería normal.

 
 
~~~

 
 
Desde el primer segundo todo le pareció perfecto. Sus planes, la aparición junto a la ayuda de Kurogiri, la batalla entre los estudiantes y por supuesto, Shigaraki Tomura y todas las personas que estaban acompañando y llevando a cabo el plan, su plan.
El joven peliverde observaba desde lo lejos las diferentes situaciones de los alumnos analizando sus quirks desde donde sabía que nadie lo encontraría fácilmente.
Había sido una pena llegar y saber que All Might no estaba ahí como creyeron que estaría. Su objetivo era destruirlo, acabar con el símbolo de la paz y poder detener toda esa farsa que los héroes llamaban justicia.
Desde la reciente noticia de que All Might era profesor de esos chicos no tuvieron descanso.
Idearon planes, juntaron personas y las agruparon para que estén en diferentes secciones en donde ahora estaban para atacar los alumnos si los planes no iban como querían.

 

Decir que quería golpear a Kurogiri era mucho. Fue un gran fastidio saber que se le había escapado un estudiante, pero con eso también tendrían la oportunidad de atrapar a quien querían, como también el riesgo de ser atrapados.

 

— ¡Deku! —una voz poco familiar pero bien conocida le hizo darse la vuelta y salir de las divagaciones de su mente al mismo tiempo en que tuvo que saltar y girar sobre el piso para evitar una de las explosiones del rubio cenizo que lo miraba como una fiera tras aparecer y comenzar a perseguirlo.
Su rostro no demostró expresión alguna ante su aparición que hizo que pueda verlo tan de cerca otra vez.
Gracias a todos sus entrenamientos pudo llegar a aprender a contener bien sus expresiones y no dejarse llevar por viejas emociones que quedaron enterradas en su pasado.
Hace años hubiera agachado su cabeza y apretado sus ojos esperando recibir los golpes de Bakugou, hubiera evitado el cruce de miradas y esperado a que la tortura se termine, pero ahora era diferente, ahora ya no aspiraba a ser un héroe, lo que quería era todo lo contrario, y eso era el querer destruir a estos mismos.

 

Su ideal, su gran sueño, su más pura admiración y fe habían cambiado a lo opuesto de lo que antes le gustaba, y todo por personas como él, como Bakugou, que desde un principio nunca le dejaron intentar ser alguien sin antes reírse o sentir pena, pisotearlo o mencionarle que se rindiera.

— Tú, pedazo de mierda... ¿¡qué haces aquí!? —la rabia del rubio no tardó nada aparecer sobre él y sus expresiones. Apretaba sus puños mientras que el rubio lo observaba con impaciencia y sorpresa.
Notaba en sus ojos rubíes que, aunque no lo dijera, quería saber todo lo que estaba ocurriendo ahí.
Cada vez que Bakugou estaba más cerca de él, más notaba su cambio.