II. Ice Cream

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Lo que creí que sería la peor noche de mi vida resultó ser una noche agradable.

Temía que me vieran como objeto de burla pero parecía que había pasado como una chica normal.

¿Acaso realmente parezco una mujer?

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La tortura comenzó hace una semana, había estado realmente sofocado con la universidad y quería despejarme así que salí con mi grupo de amigos a un bar de Itaewon-dong. Al entrar el ambiente era bueno aunque me sentía un poco fuera de lugar, en realidad hubiera preferido ir a comer a un restaurante familiar o algo así, pero BaekHo y JR querían salir de fiesta.

Lo que creí necesitar para relajarme en realidad comenzaba a molestarme, el calor del lugar me impedía respirar bien y decidí irme de allí para tomar aire. Caminé un poco alejándome del lugar y entre a una tienda de conveniencia para comprar una soda y unos fideos instantáneos. Era un poco vergonzoso pero tenía hambre y era el lugar más cercano para comer, salí de la tienda y tomé asiento en una de las mesas disponibles para los clientes y comencé a sorber los fideos.

Estaba en ello cuando vi a un chico parado a un metro de mí y después de mirarme por algunos segundos, entró a la tienda de conveniencia. Fue un poco extraño y mi estómago cosquilleo como si hubiera algo mal. Trate de ignorar la sensación y seguí comiendo hasta que escuche la campanilla de la tienda y le vi salir con una bolsa de compra y un café helado en la mano.

Se acercó a la misma mesa que yo y tomó asiento frente a mi.

— Es una noche calurosa y no pareces tener mucho ánimo.

No respondí, sabía bien que no debía hablar con extraños y aunque ya tuviera veintiuno y fuera mayor de edad oficialmente, no quería problemas con un extraño.

— Está bien si no quieres hablar, yo hablaré y tú solo sé tu mismo.

Elevé la vista para verle y le miré curioso ¿Era tonto?. Negué con la cabeza y seguí comiendo, trataba de concentrarme en los fideos cuando vi un pequeño bote de helado interferir en mi visión.

— Tienes rostro de que te gusta lo dulce, asi que compré un helado para ti.

— No pedí helado y menos un acompañante — respondí un poco duro, no tenía humor para lidiar con él.

— Lo sé, pero quería levantarte el ánimo. Está bien si no quieres comerlo pero es un regalo para ti — sonrió de forma amable y se puso de pie para marcharse — Espero que después de comerlo puedas sonreír, a veces tenemos días malos pero siempre habrá algo bueno para sonreír. Espero que aún siendo un extraño pueda ser ese algo.

Y así como llegó, se marchó. Algo en mi pecho se movió y cuando giré el rostro hacia él solo pude ver su espalda a lo lejos. Volví a incorporarme frente a la sopa instantánea y tome en mis manos el bote de helado, lo abrí y sentí el olor a frambuesas. Tomé la pequeña cuchara y di un bocado, era realmente dulce y delicioso, sentí mis mejillas acalorarse a pesar del helado que comí y recordé el rostro sonriente del extraño.

Después de esa noche no dejaba de recordarlo, y mi humor pareció mejorar mucho. BaekHo y JR me miraban como si fuera un fenómeno y no dejaban de preguntar qué mosco me había picado. Me molestaban una y otra vez hasta que me hicieron contarles aquel encuentro con el desconocido.

Y allí comenzó la pesadilla.

— ¿Entonces te gustan los chicos? — preguntó JR escondiendo una risa burlona.

La Dama de Rojo [MinRon | RonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora