VIII: Habitación

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Desde aquel día mi mente flotaba en un mar de confusión, había aceptado que él y yo no volveríamos a vernos pero ahora...

¿Qué debo responder?

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Desde el día en que Aron se fue definitivamente, me he sentido culpable. Sé que debí decirle desde el principio que todo fue por culpa de una tonta apuesta en la que no debí meterme pero de alguna forma u otra esa apuesta me había puesto nuevamente en su camino así que me siento contrariado, es decir... Me sentí muy mal de haberlo engañado pero me agradó conocerlo y ahora me siento horrible por saber que no podemos siquiera ser amigos y soy aún más culpable por todo...

No podía concentrarme en las clases así que pedí ausencia por un tiempo indefinido mientras aclaraba mi mente y hablé con Sujin para venir a visitar a nuestros padres. Estar en Busan me tranquilizaba, mi mente se llenaba de buenos recuerdos y me sentía como un pez en el agua, después de todo era mi ciudad natal.

Mis padres también fueron muy comprensivos y no me preguntaron sobre el porque de mi regreso a casa y agradecía enormemente aquello. Ellos siempre habían sido comprensibles, incluso cuando Sujin noona y yo tomamos la decisión de mudarnos a Seúl, ellos nunca se enojaron sino al contrario, nos habían apoyado y ayudado en la mudanza.

Ahora que lo pensaba mejor, me siento muy afortunado de tenerlos conmigo. Si les hablara sobre el asunto con Aron ¿Qué dirían? Incluso ahora que reconozco que me hubiera gustado salir con él como tantas veces rogó aún sin saber que era un chico... ¿Cómo lo tomarían mis padres? No es que me gusten los chicos, es simplemente que Aron.. es Aron.

Ugh.. mi cabeza comenzaba a enredar todos mis pensamientos y comenzaba a ser frustrante, sacudí la cabeza y tomé la mochila de mi cámara fotográfica, necesitaba un descanso y solo había un lugar que podía calmarme en estos momentos...

Subí al vagón del metro mientras me ponía los audífonos y escuchaba un poco de música, me gustaban las baladas porque me relajaba y mantenían a raya mis emociones pero en este momento prefería escuchar música más animada porque cualquier canción de amor me recordaría a él.

Más tarde llegué hasta la playa de Haeundae, era la más cercana a mi casa y a veces solía venir con mis padres. Debido a que mi cuerpo es alérgico al sodio nunca he podido meterme a nadar pero me gusta sentir la brisa y escuchar el oleaje del mar. Mientras caminaba cerca de la orilla saque mi cámara y ajuste el objetivo para tener una captura nítida de la imagen, tome algunas fotografías y seguí jugando por aquí y por allá. El tiempo pasaba y olvidé por completo todo.

Ya que el invierno había comenzando el viento se tornaba más frío con el paso de las horas y el cielo comenzó a quedarse gris. En cuestión de minutos la playa se había vuelto triste y el viento golpeaba con más intensidad, parecía que una tormenta se preparaba y el pánico me invadió.

No tenía preparado nada para protegerme de la lluvia y la poca gente que se encontraba en la playa comenzó a irse, la mayoría eran turistas que se hospedaban en los hoteles de los alrededores pero yo estaba solo, sin vehículo ni resguardo.

Guarde con rapidez mi cámara fotográfica para protegerla de la lluvia que comenzó a caer con una lentitud amenazante, estaba por marcharme cuando el cielo se iluminó de blanco y un estruendo me hizo cerrar los ojos y proteger mi cabeza. Le tenía miedo a los truenos, siempre había sido uno de mis grandes terrores, ahora mi cuerpo estaba paralizado y la lluvia se incrementaba comenzando a empaparme. Me regañaba internamente por perder la noción del tiempo y justo cuando creí que lloraría, la lluvia dejó de golpear mi piel y unos cálidos brazos me envolvieron, abrí los ojos tembloroso y me encontré con unos ojos oscuros que reflejaban verdadera preocupación.

La Dama de Rojo [MinRon | RonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora