Capítulo V

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—A-Asia, Asia Argento. Ese es mi nombre... - Se presentó la chica ahora conocida como Asia con algo de pena mientras trataba de no ver a los ojos a Goku.

—Es un bonito nombre. Es un placer conocerte Asia, mi nombre es Son Goku - El pelinegro se presentó con una pequeña sonrisa mientras hacia una pequeña reverencia, era educado.

—T-También es un placer conocerte, Goku - Decía Asia con una sonrisa acompañada de unos cuantos balbuceos ya que era la primera vez que estaba en frente de un chico tan atractivo — (¡Por Kami, que sonrisa tan linda tiene... y qué guapo es!) - Pensaba ya que había quedado cautivada por la caballerosidad del Sayajin, jamás había visto a un hombre tan educado.

Goku se quedó confundido ya que la rubia se quedó como estatua luego de haberse presentado, así que decidió hablar con ella nuevamente.

—¿Te encuentras bien, Asia? El color de tu rostro esta rojo - Le preguntó con un poco de preocupación Goku mientras se acercaba un poco a la monja para poner una de sus manos sobre su frente y comprobar si no sentía que su temperatura estaba normal.

Ante eso, la chica ojiverde reaccionó rápidamente y nuevamente se sonrojo al tener de cerca a Goku, así que se apartó un poco de el.

—¡N-no te preocupes G-Goku, estoy b-bien! - Exclamaba Asia mientras se cubría el rostro con la intención de ocultar su rubor, cosa que era casi imposible porque estaba más roja que una cereza.

—Entiendo - Dijo simplemente Goku mientras se apartaba un poco de la chica, entendía lo que pasaba y pues ya era costumbre, así que no se preocupo por ese detalle y de decidió respetar el espacio de la monja.

—Bueno Asia, tengo que irme. Nos veremos algún día, o más tarde, o lo que pase primero - Goku se despidió y antes de que pudiera retirarse, Asia lo sujeto de su sudadera.

—¡Espera Goku no te vayas! Es que estoy perdida y necesito ir a un lugar pero no conozco a nadie que me pueda ayudar ¿Podrias ser mi guía en esta ciudad? Por favor... - La monja se lo pidió de la forma más gentil que podía mientras jugueteaba con sus dedos índices, le daba pena tener que pedirle eso a un hombre, y Ajora mas que conoció a Goku.

Goku dio media vuelta y se le quedo viendo ya que estaba en un dilema, el tiempo se le iba y podía llegar tarde otra vez a la escuela, pero por otro lado no podía dejar a esa inocente chica que apenas acababa de conocer a su suerte ya que como dijo, no conocía los alrededores ni a gente de esa ciudad que pudiera ayudarla y tras pensar eso, tomó una decisión.

—Está bien Asia, te ayudaré a econttar ese lugar que tanto mecionas - Le dijo Goku mientras le regalaba una pequeña sonrisa.

—¡Gracias, gracias Goku! - Exclamó la rubia feliz mientras hacia una reverencia en señal de agradecimiento. El Sayajin no dijo nada y fue a recoger la maleta de Asia.

Y de esa manera la pareja comenzó a caminar por las calles de la ciudad mientras charlaban entre sí.

—¿Entonces Asia, a dónde te diriges exactamente? - Le preguntó Goku serio y algo curioso, quería saber a donde era que una la rubia ya que no se lo había dicho bien.

—Voy a la iglesia, me asignaron un puesto allí - Le respondió Asia aún con la mirada baja y con su rubor aún presente.

—Ya veo. Por esas ropas que vistes entonces puedo deducir que eres una sirviente del Dios de este lugar ¿No es así? - Le preguntó el Sayajin serio a lo que la rubia se limitó a asentir, con un poco de confusión, no entendía a que se refirió con "El Dios de este lugar", lo único que podía pensar Asia era que su nuevo amigo era de alguna otra religión o algo así.

Un Dios En DXD (Temporada 1) 『Terminada』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora