Capítulo 5

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-Harry...

-D-Dime

-¿Eres gay?

Se me quedó mirando con los ojos abiertos y noté como su respiración empezaba a aumentar, intentaba hablar pero no le salían las palabras, por lo que se quedó callado mirándome y cerré los puños con fuerza.

-¿Eso es lo que me tenías que decir hace unas semanas? ¿¡Qué eres un maldito maricón?!

-Lou...

-¡CONTÉSTAME!

-No...

-¡Entonces qué era!

-No creo que sea bueno hablar de esto...

-¡DÍMELO!

-M-Me g-gustas. - Abrí los ojos como platos y sinser dueño de mis actos le cogí de la camiseta levantándole por el aire, ya no veía a Harry, veía a mi padre hacía cinco años, abandonándome, por otro hombre.

-¿¡Qué?!

-Por eso no te lo dije...Sabría qué pasaría esto...

-¡NO TE QUIERO VOLVER A VER! ¡MARICÓN!

-Lou...N-No me hagas esto. -Se mordió el labio y empezó a llorar con fuerza, y de nuevo, sin ser dueño de mis actos, le estampé en la pared.

-¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE SI NO QUIERES QUE TE REVIENTE LA PUTA CARA!

-Louis por favor... yo no puedo elegir de quien me enamoro.- Pegué un puñetazo a la pared evitando darle a Harry y empecé a sentir un tremendo dolor de cabeza a la vez que notaba como poco a poco me faltaba la respiración.

-Vete...Por favor. -Y es que, aunque estuviera cabreado, no quería hacerle daño.

-Lo prometiste...Me prometiste que nunca me dejarías, que siempre sería tu canijo, por favor Lou.- Cerré los ojos y le pegué un puñetazo, los abrí y le vi la ceja sangrando y como sus ojos, sus preciosos ojos verdes, me miraban con miedo. Mi cabeza me estaba explotando por dentro. Me tiré al suelo y cerré los ojos con fuerza, noté a Harry arrodillándose y poniéndose a mi lado.

-¿E-Estás bien?

-¡VETE! ¡NO QUIERO VOLVER A VERTE!

-Louis tenemos que hablar... Por favor escúchame.

-¡VETE!- Suspiró y me miró por última vez.

-Te quiero mucho Lou. -Salió de mi casa y me apreté la cabeza con fuerza.

-ME VA A EXPLOTAR LA CABEZA - Mi madre y mis hermanas vinieron al salón y me vieron tirado al suelo llorando, no sabía cuándo había empezado a llorar, pero en ese momento lo único que me importaba era el tremendo dolor de cabeza que tenía, era incapaz de moverme del suelo.

-Cariño, ¿Estás bien?- No le contesté, sentía como si mi mundo se estuviera derribando, como si nada más importara ya. Mi madre me hablaba, incluso Lottie me pegó en la mejilla para ver si reaccionaba, pero no lo hice, seguía con las manos en la cabeza mirando un punto fijo de la casamientras mis ojos seguín soltando lágrimas. Sin darme cuenta, una ambulancia me metió en una camilla y me llevó hacia el hospital. Nunca había sentido eso en toda mi vida, y por fin, después de media hora muriéndome de dolor, pude dormirme.

Abrí los ojos en una habitación blanca, todo era demasiado blanco para mi gusto, llevaba una bata de hospital y un puto suero, me seguía doliendo la cabeza, pero no era lo que había sentido antes, nada se comparaba a eso.

-Mi amor.- Abrí los ojos y vi a mi madre cogiéndome la mano, tenía una sonrisa pero en su rostro se notaba preocupación.

-¿Qué pasa mamá?

-Nada, el médico ha dicho que has tenido una bajada de tensión, estabas demasiado nervioso, y eso ha hecho que pareciera que tu cabeza fuera a exploar, pero no tienes nada cariño.

-¿Y esa cara?

-Estaba asustada de que te pasara algo... Mi niño, nunca has tenido nada y me he asustado mucho, tú no te has visto, pero estabas en el suelo llorando apretándote la cabeza con toda tu fuerza, no podías ni abrir los ojos mi amor, lo he pasado muy mal viéndote así.

-Lo siento mamá, no quería ponerte triste.

-No te preocupes por eso mi amor ¿Me puedes explicar por qué estabas así?

-Porque todo es una mierda.

-¿En ese todo se encuentra Harry?- Giré mi cabeza y la miré con el ceño fruncido.

-No hables de él.

-¿Puedo saber que os ha pasado?

-No.

-Cariño...- Cerré mis ojos con fuerza y apreté mis puños.

-Es gay, es un maldito maricón.

-¿Eso es todo?

-Le gusto mamá, le gusto.

-¿Y? Me gusta Harry, es un buen novio.

-¿Qué? ¡NO! Yo no soy gay mamá, me ha estado mintiendo todo este tiempo, era gay y no me lo dijo.

-Porque sabía cómo ibas a reaccionar

-Él no podía saberlo.

-¿Has visto cómo te has puesto? Él no se merecía esto cariño, Harry es buena gente, sabes que uno no elige de quien se enamora.

-No le defiendas mamá, no pienso hablar con él. -Mi madre iba a contestarme pero el doctor entró, simplemente me explicó lo que me había pasado, pero tampoco me interesé, solo me importó cuando dijo que ya me podía ir, y que tendría que quedarme en casa unos días. Me fui a casa con mamá y al llegar la cena estaba hecha y mis hermanas estaban sentadas en la mesa esperándonos, pero lo último que quería era una cena familiar, así que empecéa caminar hacia mi cuarto, al llegar vi que mi madre me había seguido y llevaba un plato con comida en la mano.

-Come un poco mi amor.

-Joder, no tengo hambre ostia.- Se quedó mirando la pared y suspiró.

-Louis...Con lo que me costó convencerte para pintar la pared.

-Y no me volverás a convencer, la pared se queda así, y no quiero hablar del tema.

-Louis, necesito que acompañes a las niñas mañana

-No le haces ni puto caso al médico.

-Sí, le hago caso a mi médico, y yo estoy enferma Louis, y mañana empiezo con la quimioterapia, y no me hace gracia quedarme calva, y encima mi hijo esta con bajadas de tensión, y yo no puedo más Louis, tengo cáncer, y además tengo cáncer de riñón, y no es que sea fácil salir de esta, así que te pido que me ayudes un poco a poder soportarlo.- Suspiré y la abrazo fuerte

-Perdóname mamá, no quería hacerte sufrir.

-Lo único que quiero es que seas feliz, y así no lo eres, y sé que no puedo hablarte del tema, pero que por culpa de tu padre tú no puedas ser feliz me destroza por dentro.

-Mamá, yo estoy bien, ve a dormir, por favor.

Después de que mi madre se fuera a dormir, me tumbé en la cama mirando al techo, pensando en todo, pensando en esaa mierda, pensando en que mi ex mejor amigo era gay, y que mi cabeza me decía, es un hijo de puta, no le vuelvas a ver, pero mi corazón, mi corazón hablaba por sí solo, y no sabía lo que quería, no sabía qué hacer, ni a quién acudir, lo único que sabía es que me quería morir.

Escribir esto ahora es duro después de todo lo que pasó con Jay, cuando lo escribí por primera vez aún no se sabía nada, pero ahora me siento bastante mal al escribirlo.

Dead In The WaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora