Capitulo Seis:
Los rayos del sol entraban por la ventana, abrió los ojos y observó el techo blanco. Todo era tan silencioso y solo por un segundo se atrevió a pensar que el dolor desaparecería, que toda esa tormenta solo sería momentánea. No tenía idea que sólo era el comienzo.
El fuerte y ya familiar olor a café inundo sus fosas nasales, Salió de la cama decidida a que no dejaría que el dolor la consumiera, siempre había sido una mujer fuerte esta vez no sería la excepción.
-Vaya, vaya. Al fin despiertas- le sonrió tiernamente. Kara le devolvió la sonrisa, se sentó al otro lado de la barra.
-He tenido unos días horribles, necesitaba descansar.
-Pues en ese caso- le extendió una taza de café y plato con panqueques bañados de mantequilla y miel de maple-Como te gustan.
-¿No lo has olvidado eh madre?
-Cuando eras niña, los pedías para desayuno, almuerzo y cena.
Ambas rieron. Kara se encojio de hombros.
-En mi defensa, son deliciosos.
Desayunaron en silencio. Su madre sabia que algo andaba mal, sin embargo no la presionaría, esperaría a que ella hablara. La noche anterior había aparecido en su puerta con sonrisa avergonzada y unas maletas, sin previo aviso. Evanesa, su madre solo le sonrió y la abrazo, ella no sabia cuanto necesitaba eso.
-Yo...Siento haber llegado sin avisar, no sabia a donde ir- como ya es de costumbre comenzó a juguetear con sus dedos.
-Kara, mírame- pidió su madre con ternura. Ella levanto la mirada de sus manos, tenia las mejías levemente teñidas de rosa, estaba avergonzada.
-Esta esta es tu casa cariño, siempre lo sera. Las puertas de ella siempre estarán abiertas para ti.
Kara asintió, su madre siempre fue una mujer ejemplar y aunque en la infancia de Kara fue dura, amaba a su hija como nada, después de la muerte de su esposo se volvieron mas cercanas. Evanesa siempre cuido, apoyo, protegió y amo a su hija.
-Se que no preguntaras... así que, aquí voy...- Sabia que no podía ocultarle lo que había pasado a su madre, era su mayor confidente. Ademas como Psiquiatra sabia que debía soltarlo, hablar con alguien de lo ocurrido -Nicholas y yo... tuvimos una pelea- Su madre arqueo las cejas sorprendida era la primera vez que pasaba algo así- Yo... el.. - le era difícil decir aquellas palabras, así que agarro valor y lo dijo por primera vez -me fue infiel.
La boca de Evanesa formo una gran "O"
-Pero ¿como?
Kara saco su móvil y le mostró a su madre las fotos. Evanesa estaba sin palabras.
-Lo siento mucho hija, aunque si soy sincera, esto me parece muy extraño. Se que yo misma lo veía con desconfianza al principio, pero luego, poco a poco fue viendo el amor y pasión que ese hombre tenía por ti, tanto que terminó no sólo ganándose tu corazón si no también el mío.
-Bueno, pero no quiero hablar más de ello. Vine aquí para despejar y aclarar mi mente, además necesitaba tiempo de calidad contigo.
-¿Pues que esperamos?
Decidieron Pasar el resto del día juntas cocinando y viendo películas. Hablaron de varios temas, sin embargo no se volvió a mencionar lo ocurrido con Nicholas.
****
Kara toma un ramo de zanahorias y las pone en el carrito, sigue avanzando mientras toma más productos y los va metiendo en el carrito, llegó a la sección de repostería y vio unas tartaletas de mora. No puedo evitar ponerse nostálgica, eran las favoritas de Nicholas. Dos semanas habían pasado ya y lo único que sabía de el era lo que había escrito en una carta que recibió la tarde del día después de haber llegado a Liverpool.
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Enfermizo
General FictionLeonardo Miller es un empresario reconocido: Arrogante, soberbio, atractivo, prepotente y controlador ¿todo un Christian Grey no? Pues te equivocas, detrás de esa fachada existe un hombre con serios problemas mentales: bipolaridad, esquizofrenia, tr...