Cinco

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Capítulo Cinco:

El dolor en todo el cuerpo era cada vez más intenso, abrió los ojos poco a poco adaptándose a la luz. Estaba en una habitación blanca, la luz entraba por la ventana. ¿Pero como había llegado ahi? Tomándose la cabeza se sentó.

-Al Fin despiertas. Toma te preparé un café.

El fruncio el ceño y se incorporó rápidamente.

-¿Que hago aquí? ¿contigo?

El pánico sé apoderó de él y se incorporo rápidamente.

-Oye tranquilo, tu fuiste quien llegó aquí a las cuatro de la madrugada interrumpiendo mi sueño.

-¿Que?¿Porque?¿Como?

-No tengo idea, me pediste que te dejará pasar y fue lo hice, creo estabas borracho.

Cerró los ojos tratando de hacer memoria, eso no era posible, él no se emborrachaba pensó. Era inútil, su memoria estaba bloqueada.

-Eso no puede ser ¿Porque no recuerdo nada?

-Ya te lo dije, no tengo idea. La última ves que te vi, fue cuando ibas por las bebidas, desapareciste y nunca volviste. Me dejaste esperándote.

Lara hizo un infantil puchero. Un breve flash back se hizo presente en la cabeza de Nicholas.

-La cena...Kara...¡KARA!¡Oh Dios Mío!

Se levantó a la velocidad de la luz de la cama, tomo sus zapatos y comenzó a calzarse. Lara resoplo fastidiada.

-¿Mi coche?

-Llegaste en el, está afuera. Oye ¿no quieres quedarte a desayunar?- Lara comenzó a hacer poses de gato hambriento.

-Debo irme.

Abrió la puerta y salió de la casa, se subio al coche y comenzó a manejar hacia casa. No entendía lo que pasaba. Como había terminado en casa de esa loca, tenía un mal presentimiento, una presión en el pecho comenzó a formarsele. Algo no estaba bien, y el lo sentía. Aceleró lo más que pudo, no estaría tranquilo hasta ver que el amor de su vida se encontraba bien.
El fuerte dolor de cabeza continua pero eso ya habia pasado a segundo plano, lo unico que le importaba era verla.

Después de algunas calles, se encontraba estacionado frente a su hogar, pero algo no iba bien, a toda prisa salió del auto y corrió hasta la puerta, buscó en sus bolsillos, tomó las llaves y comenzó a buscar la correcta pero se le caeron de las manos, estaba muy nervioso, las recogió, introdujo la llave y abrió la puerta. Se adentró en aquella casa que le había brindado muchos momentos felices junto a su Kara, estaba todo silencioso. Camino por el pasillo hasta llegar a la sala, cuando la vio sentada en el sillón corrió para abrazarla pues unas inmensas ganas de sentirla cerca se apoderaron de el.

Ella levantó la cabeza, esto ocasionó que el parará abruptamente. Estaba anonadado, gruesas lágrimas corrían por el rostro de la joven, un dolor en el pecho de Nicholas se comenzó a expandir, ella bajo la mirada hacia unos papeles que sostenia, el siguió esos bellos ojos que tanto amaba. El miedo se apoderó de él nuevamente. Era él y una rubia a la cual desconocía, corrió hasta ella para abrazarla pero ella se levantó antes de que la alcanzará.

-¿Porque Nicholas? ¿Porque?- La voz se le quebraba, le era tan difícil creer lo que sus ojos ya habían visto.

-Te llame, te llame por horas, te espere toda la noche hasta que mis ojos no pudieron más. Pase el mío más grande al pensar que algo te había ocurrido, y tu estabas disfrutando con alguien más- muchas lágrimas más brotaron de los ojos de ambos. La vista se les nublo.

Enfermizo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora