THE QUIET. (Gay)

XIV

»So give me one line
Promise you will get the best times
All you gotta do is let go
I'm the captain let me rock your boat
You can be my sunshine
Let me watch you do the dutty wine
Come on baby let me let go
You wanna watch me watch you get low

And I can make this unforgettable
You will learn it's irresistible
And I can make this unregretable
You won't see it unpredictable

So come grind with me«

Mi pequeño regresa y se acuesta a lado mío. Sus pupilas aún se notan dilatadas, pero ya se puede apreciar el color brillante de su iris.
Me acerco a su rostro y comienzo a besarlo lento para sentirlo en su totalidad, pero poco a poco vamos aumentando el ritmo y tono del beso, hasta que Carter se sienta sobre mi abdomen, sin dejar mis labios en ningún momento, y después continúa a mover sus caderas en pequeños círculos

—¿Listo para el round 2, guapo?- pregunta con una sonrisa perversa en el hermoso rostro que se carga.

—Sólo si sigue siendo contigo.-respondo con tono de broma, su sonrisa se amplía y vuelve a besarme y a mover sus caderas, pero ya no en círculos, sino de adelante a atrás, restregando lenta y firmemente su trasero en mi bajo abdomen/zona pélvica, causando punzadas en Alick y un gruñido entrecortado en mis labios. Tomo su nuca con una mano y lo acerco a mis labios sedientos de los suyos. Lo beso nuevamente con desesperación, con deseo de contacto y con esperanza, esperanza de poder pasar toda mi vida con él, de esta manera; sintiendo su piel desnuda chocando con la mía, su respiración cálida combinándose con la mía, su mirada, dios, su mirada encontrando la mía, encontrándome a mí.
Me besa de vuelta y siento como se va toda la tristeza y preocupación que cargué durante los 4 meses en los que no estuvo junto a mí. Lo siento a él, y no quiero sentir nada más.

Pongo mis manos en sus mejillas, lo beso una vez más y me detengo. Recorro su rostro con mis pulgares, ordenándoles que memoricen cada detalle de él, los paso por sus labios, hinchados por el morreo, los separa levemente de una forma muy sensual que logra ponerme aún más duro, moja mi dedo pasando su lengua lentamente y lo mete entre sus labios sin dejar de mirarme por ningún momento. Saca mi dedo de su boca y vuelve a acercar su rostro al mío, manteniendo sus ojos sobre los míos, respira profundamente y vuelve a besarme; puedo sentirlo pedir perdón con ese beso y lo único que puedo hacer como respuesta es besarle de vuelta intentado transmitirle que no hay nada que perdonar, que el tenerlo conmigo es lo mejor que me ha pasado en los últimos años, que cuando se va, todo lo que queda en mí es oscuridad con esperanza de volver a brillar, que cuando sonríe, puedo ver el mundo en sus ojos y en las pequeñas arrugas alrededor de ellos, que cuando está triste quiero estar con él, cuidándole, esperando a que vuelva a sonreír; pero sobre todo, transmitirle que quiero hacerlo tan feliz como él a mí.

Vuelve a sonreír mientras nuestros labios siguen juntos y para cuándo los separamos su rostro emana pura picardía. Pasa su mano por mi pecho y rápidamente la lleva a mi miembro, lo toma por la base y sube y baja un par de veces, después se levanta parcialmente y vuelve a sentarse de forma muy lenta, colocándome en su interior con suavidad. Observo con atención cada movimiento que realiza y me pregunto qué hice para tenerlo de esta manera. Una vez que llega nuevamente a la base le aprecio cerrar los ojos y entreabrir los labios, contengo mi sonrisa tanto como puedo y sujeto sus caderas, a lo que él vuelve a subir y bajar varias veces, aumentando la velocidad poco a poco, provocando gruñidos de mi parte. Se queda abajo otra vez, recarga ambas manos entre mi pecho y abdomen y comienza nuevamente el movimiento de caderas delante atrás, arqueando su espalda de forma espectacular. Con un movimiento que no logro descifrar en el momento, lo pongo de espaldas al colchón, su sonrisa vuelve a aparecer, iluminando mi universo y vuelvo a besarlo, gime levemente y regreso a lo que estaba, sostengo sus piernas por los muslos y de rodillas me adentro más en él, sacándole aún más gemidos que en varias ocasiones intenta retener, ojos cerrados, labios semiabiertos, espalda encorvada, mi pequeño, siendo toda una obra de arte empieza a masturbarse, y continúa hasta que termina por segunda vez. Entro y salgo unas veces más, y cuando estoy a punto de venirme también, Carter pone a Allick en donde anteriormente estaba mi pulgar, y succiona hasta que sale todo lo que tenía que salir en esta ocasión, me mira fijamente, asegurándose de que lo vea tragar e inmediatamente después me besa, haciéndome probar parcialmente mis propios fluidos. Seguimos con besos tranquilos un rato y luego ambos vamos a bañarnos para quitarnos cualquier resto que pueda quedar en nosotros que le dé imágenes a quien nos vea.

Canción: Come Grind With Me
By: The Vamps