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Abro mis ojos al escuchar un tarareo lejano, una tonada ligera y agua callendo, chocando con el suelo.

Mi cuerpo esta frio y desnudo, miro alrededor, la cama destendida, la ropa que llevaba puesta tirada por ahí; en algún lugar de el departamento.

Me incorporó lento, el típico dolor en mi espalda baja se hace presente, aún que no me incomoda del todo, frotó mis ojos con ambas manos mientras suelto un bostezo. miro mi teléfono, no han pasado más de 4 horas desde que me dormir, hay llamadas perdidas de mi querida hermana.

Y mi corazón se comprime.. ¿que mierda he hecho?.. aquella pregunta es lo único que circula en mi mente. Me levanto rápidamente de aquella cama; comienzo a recojer mi ropa y a colocarmela.

Abrochado los botones de mi camisa intento abrir la puerta y el recuerdo de que YoonGi guardo la llave regresa a mi mente, aun el agua golpeando con el suelo sigue escuchándose; suelto un suspiro de desesperación, no quiero toparme con el.

Miro hacia los lados y observo mi teléfono, sobre el buro.

Que estupido, pienso y camino hacia el, marco el primer número que se me vino a la mente.

-Hobie, ¿estas en casa?, ¿puedes venir por mi?, si, mira estoy- y antes de que pudiera terminar mi llamada; un rechinido se escucho, mi cuerpo se tensó y mis manos temblaron.

Mi nombre se repetía una y otra vez del otro lado del teléfono, pero no podia contestar, tras mis espaldas se escuchaba el caminar lento de YoonGi.

Brinque en mi lugar cuando el teléfono me fue arrebatado de la mano.-¿Que estabas haciendo?.-su mirada era sería al igual que su rostro.

-Me largo.-dije sin titubeos.

YoonGi alzó ambas cejas y la dio un poco su cabeza.

-¿No te quedaras a prepararme la cena?.

Cada palabra pronunciada llevaba consigo el tono burlesco que ya se le estaba haciendo costumbre usar conmigo.

Junte ambas cejas y arrugue un poco mi nariz.-deja tus jodidos juegos, y abreme la maldita puerta.

Sin decir ni una palabra rió, sus blancos dientes se asomaron y aquella encía rosada. Mi garganta se seco al instante; me odiaba por aceptar que aquella sonrisa era totalmente hermosa.

-¡YoonGi!.-le grite.

Mordió su labio inferior y nego con la cabeza bajandola un poco.-mierda JiMin.-me miro a los ojos, aquellos brillaban; eran tan negros que no podia ver la diferencia entre el iris y su pupila.-sabes, me gustaba más como se escuchaba mi nombre cuando lo gemias.

Comencé a sentir como los vellos de mi piel se erizaban al escuchar como su voz cambiaba, se volvía rasposa y más gruesa de lo que ya era; es ahí donde no me podia culpar por caer ante el.

Cuando estaba en preparatoria fue aquella voz la que me engancho, la que me torturo escuchar a lo lejos, contaba los dias para que los homenajes de cada mes llegaran y aquel chico de universidad hablara frente a todos y yo poderme perder en su voz; mirar aquellos ojos que brillaban con inocencia, aquella mirada dulce y sonrisa sincera. Yoongi no era nada de eso ahora, nunca cruzamos paralabras en aquel entonces, el ni sabia de mi existencia, pero lo miraba de lejos y pude conocerlo poco a poco; era tan dulce y amigable.

Aún que ahora puedo estar seguro, que tambien era solo una mascara la cual utilizaba a su conveniencia.

-Pudrete YoonGi.-dije arrebatándole el teléfono de las manos.

Solto una carcajada la cual no duro mucho, camino hacia la puerta y la abrió.-anda, vete ya.

Y no lo pensé mucho, en cuanto me señalo la salida camine a pasos apresurados; justo cuando pase a su lado lo mire a los ojos, los cuales aun mantenían ese peculiar brillo, di un pasó más y escuche la puerta ser azotada tras mi espalda.

••••

Tome varias bocanadas de aire antes de entrar a mi casa; sabía que mirar a los ojos a mi hermana era imposible, me carcomia el alma, me sentía sucio, ¿como es que le llamaré hermana de ahora en adelante?

Negué una y otra vez con la cabeza, me armé de valor y entre a casa.

-Llegue.

Pero no recibí respuesta, mire a los lados y no habia nadie, camine hacia la cocina abri la puerta y estaba solitario.

Subí escaleras arriba, directo a la habitación de Jimson y mi cuerpo se detuvo cuando escuche la voz de YoonGi; entre abri un poco la puerta y mire su rostro palido a través de la computadora, reía y hablaba tan diferente, justo como en aquellos tiempos, pareciera que solo Jimson tenia el privilegio de poder ver al antiguo YoonGi y mi corazón sintió una punzada, acompañada de un ligero dolor.

Me aleje de ahí, no quise interrumpir su platica, parecia que los dos se la estaban pasando muy bien.

Caí boca abajo sobre mi cama y ahogue un grito, odiaba a YoonGi, me hacia sentir tan mal.

Agradecía y rogaba por que el dia siguiente llegara, quiero marcharme de aqui; olvidar todo y alejarme de YoonGi definitivamente.

•••••

-Buen Dia.

Mire sobre mi hombro y contemple a mi madre, que asomaba su rostro por la puerta.

-Hola.-susurre regresando la mirada a mi equipaje.

Faltaba pocas horas para abandonar este lugar y regresar a Estado Unidos; lo único que me dolia en realidad es tener que alejarme de mi madre y Jimson, cuando mi padre nos abandono jure cuidarlas, pero en su lugar me aleje de ellas, dejándolas totalmente solas, quisas si hubiera estado aqui; no hubiera permitido que YoonGi se acercara a ella. Pero el hubiera no existe.

-Tu vuelo, ¿aque horas es?

-A las 8 pm.-dije cerrando la maleta.-Hobie pasara por mi.

Ella solto un chillido de emocion y la mire confuso.

-Entonces, estaras aqui para la comi con los padres de YoonGi.

-¡¿Que?!

Tenía que ser una jodida broma.. Mi pecho se contrajo y mis ojos se ancharon al escuchar aquello.

-Si, sus padres vendran, como ellos no pudieron estar en la fiesta de compromiso, Jimson los a invitado a comer hoy.

No podia mentir, por un momento el corazón se me paralizó, recordé cuando por accidente choque con el padre de YoonGi y el me sonrio, recordé la platica amena que mantuve con el mientras esperabamos que la maquina de café termirada de servir; un hombre tan diferente a YoonGi, educado y risueño.

-Vale.-fue lo único que salio de mis labios; sabia lo importante que era para Jimson y el negarme no era una opción.

El atardecer llegó.

Parado frente al espejo miraba mi atuendo.-demasiado formal.-susurre cuando mire la camisa azul mangalarga y unos pantalones negros de vestir.-mierda, ¿y si me pongo otra cosa?

Suspire ondo, al darme cuenta que estaba totalmente nervioso y lo único que me importaba era dar una buena apariencia a los padres de YoonGi.

El recuerdo mio brincando de un lado a otro emocionado por el hecho de haber conocido al padre de YoonGi inundó mi mente, era tan inocente; en aquel entonces imaginaba el momento en que YoonGi me presentara ante ellos como su novio y me arojaba a la cama ahogando gritos con la almohada, totalmente enrojecido.

-Tonto niño fantasioso, estupido mundo que yo mismo invente.

Una vez más me mire al espejo, trague pasado y relami mis labios, aquel dolor en mi pecho se hizo presente.
Mire mi reloj, el cual estaba sujeto a mi muñeca izquierda, sabia que era tiempo de bajar, tome una bocanada de aire. No tenia ganas de ver el rostro de YoonGi.

• 𝚂𝚎𝚎𝚜𝚊𝚠 • (𝚈𝚘𝚘𝚗𝚖𝚒𝚗 +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora