• 𝚂𝚎𝚎𝚜𝚊𝚠 • (𝚈𝚘𝚘𝚗𝚖𝚒𝚗 +18)

03

Conformé creces te das cuenta de que aquel cuento de hadas que te imaginaste se va despedazando poco a poco.

Uno se da cuenta de la verdadera cara de el "amor" cuando comienza a experimentarlo.

Y es horrible darte cuenta que nada es como te lo imaginaste, como lo dibujaste y lo fantasíaste por años.

***

-abre la puerta.-ordené tratando que mi voz no sonara temblorosa, no quería demostrarle miedo ni mucho menos nervios.

El sonrió mientras relamia sus labios, ladeó un poco su cabeza, sacó una mano de su bolsillo y me señalo con su dedo indice.-Tú no has cambiando en nada, estas igual a como te recuerdo aquella noche.

Trague saliva pesadamente y frunci mi ceño.-¡Tu no te puedes casar con mi hermana!-grité, sin darme cuenta aquellas palabras habían salido de mi boca.

-¿Y por que no?-preguntó alzando ambas cejas.

Me quedé callado he infle levemente mis mejillas, agache mi mirada al sentir mis mejillas calientes

YoonGi rió bajo al notar mi silencio.

Levanté mi rostro y me odié por pensar aquello, pero su risa seguía siendo tan jodidamente perfecta, pareciera que el pasar de los años habian hecho su piel se fromara más tersa. Odiaba admitirlo pero su rostro me engancha como la primera vez.

-¡No te puedes casar con la hermana de el hombre que te cojiste!

-Oh, ¿ese es tu problema?, por que yo no le veo lo malo ¿sabes?-afirmó caminando lento hacia mi, me alejaba con cada pasó que el daba hasta que sentí lo frio de el azulejo de el lavama manos.-si quisiera, pudiera volver a tenerte y aun así casarme con tu hermana sin remordimientos.-sonrió malicioso.

-Eres un hijo de perra, pretendes hacerle esto a mi hermana.

-No haré nada malo, mientras todo quede en familia.-bromeo.

Caminó lento con aquella tipica sonrisa, mis piernas temblaban debido a los nervios.

Para cuando me di cuenta ya estaba a escasos centímetros de mi rostro, observando mis labios tan atento, mordió los suyos y me miro a los ojos.

Yo apreté mis labios por si pretendía besarme, no me dejaria, no podía dejar que intentara nada.

-Oh, me vas a negar que aquella noche me diste lo mas presidió para poder acostarte con cualquiera, zorrita.-murmuró y sentí que mi sangre hirvió.

Lo empujé y levanté una de mis manos para darle un golpe, pero el fue más rápido y lo detuvo. Mirándome sin ningún tipo de expresión.

-¿Te ofendí?, déjeme disculparme.

Tomó mi cintura y me sentó de un jalón en el lavamanos, metiéndose entre mis piernas, comenzó a aflojar el nudo de mi corbata.

-¡¿Que mierda haces?!, ¡sueltame o grito!.-trate de quitar sus manos con desesperación.

-No te voy a dejar, tendremos un buen reencuentro.

Se deciso de mi corbata y desabrochó los botones de mi camisa, para cuando me di cuenta ya sus labios recorrían mi cuello, con desesperación, su lengua tan tibia como lo recordé, he incluso el aroma de su perfume era el mismo, mierda, intenté a alejarlo pero conforme fue besando me hizo rendirme y caer de nuevo en su redes.

Comenzó a succionar mi piel despues de un rato, dejando marcas muy notorias como las de hace años, me besaba y al mismo tiempo mordia mi abdomen.