10

881 71 34
                                    

—Estúpido YoonGi.—susurré pateando una pequeña piedra que se me atravesó en el camino.

Era un verdadero imbécil, dejarme de ese modo y salir casi corriendo; frunci mi ceño y chasquie con mi boca, estaba tan furioso por aquello.

Saqué las llaves de mi casa de mala gana y entre, mi andar se detuvo y levante ambas cejas al ver a YoonGi sentado en el sofá, notoriamente se veía furioso y estaba un poco rojo de las mejillas; me miro y rápidamente cerré la puerta tras mi espalda, sin apartarle la mirada golpie mi lengua contra mi mejilla y el solto un suspiro, mientras acariciaba su barbilla.

—¿Como entraste?—pregunté de mala gana.

—Tu madre iba de salida cuando llegue, me dijo que podia esperar a Jimson aqui.

—¿Asi que Jimson se fue sin ti?.—crucé mis brazos y el volteó los ojos, no respondió, solo desvío su mirada hacia un lado.

Bufé, saque las llaves de su departamento y las coloqué sobre el mueble, al escuchar el sonido peculiar que hacen los fierros al golpearse dirigió su mirada hacia aquel objeto para después mirarme mientras golpeaba su lengua contra su mejilla.

—Toma, esto es tuyo.

—JiMin.—murmuró.

—Sobre lo acordado olvidarlo, eres un estúpido, me dejaste a medias por correr tras mi hermana, que notoriamente, te mando a la mierda.—junte mis cejas y apreté mi mandíbula, pocas cosas me hacían enojar, pero YoonGi parecía saber cuales eran cada una de estas.

—Tenemos un acuerdo, no puedes dejarlo así, tu aceptaste, si tanto es tu enojo podemos terminarlo ahora mismo, no tengo inconveniente.—se encogió de hombros y sonrió.

—¡No!.—grite.—no voy a dejar que me vuelvas a tocar YoonGi, pudrete.—una carcajada resonó en la sala y en mis oídos.

—Lo mismo dijiste antes y terminaste gimiendo mi nombre y suplicando por más.

Apreté mis manos formando un puño, sentí como mi sangre hervía y se concentraba en mis mejillas, su risa me estaba irritando, Min YoonGi se estaba burlando de mi y lo peor es que tenia razón; gire sobre mis talones para subir a mi recamara y sentí su mano tomar mi muñeca, automáticamente lo miré ya mantenía un semblante serió, sus ojos azabaches brillantes y su mandíbula ligeramente resaltaba de sus mejillas.
Mi cuerpo temblo, aquella mirada me perturbo, no decía nada, no podía interpretar nada de ella.

—¿Te vas?, tu y yo no hemos terminado JiMin, ¿lo recuerdas?.

Sin contestar nada solo lo miré atento, apretó más mi muñeca y me arrastro hacia el baño, que estaba justo al final del pasillo que dirigía al patio trasero, mi cuerpo se puso rígido, pero el era más fuerte podía obligarme a caminar tras el fácilmente; abrió la puerta con su mano libre y me adentro cerrando la puerta sin seguro alguno.

—Ven aquí.—susurró pegandome a la puerta y rodeandome con sus brazos a los costados de mi cabeza, era un poco más alto, así que se inclinó levemente para mirar mis ojos.—No digas que nunca volvere a tocarte, por que yo te haré mio las veces que yo quiera.—dijo pasando su mano por todo mi cuello hasta mis clavículas.—todo tu me pertenece JiMin.—ya se encontraba besando cuello y yo simplemente jadeaba, tirando mi cuello hacia atras, cerrando los ojos y disfrutando de los belfos cálidos de mi compañero.—eres tan.. perfecto, tu cuerpo es tan delicioso.—comenzó a desabrochar mi camisa y mordisqueo mis clavículas dejándolas rojas y amoratadas debido a las leves succiones.

—Yoo..ngi, aleja..te.—jadeaba, pero sabia perfectamente que lo ultimo que quería era que YoonGi se alejara, por mi el podía vivir besando mi cuerpo toda la vida.

• 𝚂𝚎𝚎𝚜𝚊𝚠 • (𝚈𝚘𝚘𝚗𝚖𝚒𝚗 +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora