Twenty-Six

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Acababa de llegar a mi casa después de que Tom abordará el avión. Dejé mi bolso en la mesa y me tiré en el sofá.

—¿Estarás bien?–pregunto Tamara, yo Asentí cansada—

—Sí, el primer día es más difícil, en los demás estaré bien– suspiré—

—Voy a preparar la comida y tal vez las tres podamos ver películas después– Sugirió Alondra mientras abría el refrigerador—

En eso sonó el teléfono de la casa a lo que yo contesté.

—¿Bueno?–

Vaya... Lo que esperaba ¿Tom te dejo?
Te olvidará Stronghold.

Dijo y colgó, la voz no me era conocida, no era la de Zendaya la persona que más probabilidades tenía de llamarme. Pero lo que me había dicho género que mi estómago se revolviera.

—¿Quién era?– preguntó Tamara–

— No lo sé, no dijo nada– evité responder y me recosté de nuevo en el sofá—

—¿Segura?– insistió—

—Sí— respondí y me volví a levantar para tomar el control del televisor— mejor pongamos una película— cambié de tema

—De acuerdo, pon una de terror– comentó Tamara y empecé a buscar una película. Pero no podía prestar atención, lo que acababa de pasar aún resonaba en mi cabeza—

— Esa...– habló Tamara pero el timbre de la casa sonó, por lo que me dirigí a abrir la puerta–

—¿Sí?– pregunté al abrir la puerta, era Andrew–

—_____– habló con una sonrisa, traía una caja blanca decorada con un moño—

—¿Qué pasa Andrew?– pregunté confundida. Realmente todo con lo de Tom, había olvidado que dentro de poco me casaría.—

—Te traje el vestido que la otra vez te rompí— dijo avergonzado—

—No era necesario que gastaras de más– hice una mueca—

—No te preocupes de eso, tengo el dinero suficiente– sonrió contento y se acercó a mí para depositar un beso en mi mejilla—

—¿De acuerdo?–

— Bueno, ¿Me dejas pasar?– preguntó

— Amm... Sí claro– dije y me hice a un lado para que pasará a la casa—

—Hola Alondra– saludó a la rubia—

—Andrew– está hizo un gesto con su mano—

—¡Oh vaya... Vino el impulsivo, violento y bueno para nada!–dijo Tamara irónica–

—Tamara... Tu tampoco me agradas– respondió en un gesto desagradable Andrew–

—No me importa– se encogió de hombros– Al menos yo no tengo porque preocuparme de que me reemplacen— se acercó a él y dió unas palmadas en su espalda— Tom Holland por ejemplo, sabe cómo tratar a _____, no como tu querido– habló y camino hacia las escaleras—

—¡¡Tamara!!–gritamos Alondra y yo–

—¿Qué pasa?— preguntó egocéntrica— Andrew no dice nada porque sabe que es la verdad— dijo con cinismo–

—No me afecta en nada Tamara— se encogió de hombros, su rostro estaba de un rojizo— si te recuerdo, yo si soy el prometido de ____ y no Tom, soy la otra mitad de ____ y Tom no, así que merezco respeto– Sonrió orgulloso Andrew—

—El respeto se gana y tú nunca lo tendrás por qué eres un...– interrumpí a Tamara–

—¡Basta!— grité— ¿Dejarán de comportarse como unos niños?— pregunté exasperante—

—El empezó con su presencia– contestó la pelinegra con desagrado—

—¿Podrías callarte un momento Amélie?– preguntó Andrew a lo que Tamara se molestó y yo igual–

—¡Andrew!–gritamos Alondra y yo–

— Sabes bien que no tienes que llamarla así—

—Muy bien es suficiente cara de perro— habló Tamara amenazante bajando las escaleras amenazante. Yo la detuve—

—Tranquila— la miré ella solo suspiro molesta y subió de nuevo las escaleras molesta— Y tú— señalé a Andrew— Estuviste mal, gracias por el vestido pero quiero estar sola—

— Cómo quieras _____— contestó enojado y salió de la casa—

— Ahora sí se pasó Andrew– habló Alondra mientras picaba unos pimientos– Sabía que Amélie nunca debe nombrarse en esta casa ni mucho menos enfrente de Tamara–


— Ya lo sé, ya luego hablaré con el– suspiré cansada—

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Unos años atrás.

—Ya no quiero– rechazó Tamara haciendo a un lado el plato con comida–

—Vamos Amélie, tienes que comer ya ves a _____ es una buena bailarina, tú también puedes llegar a hacerlo– insistió su madre –

Tamara Amélie Thompson, la pequeña hija de una de las mejores amigas de mi madre, Amélie Brown, una mujer ocupada y rota por la muerte de su marido, James Thompson. Todos creían que sería solo una pequeña familia de dos personas pero la mamá de Tamara estaba embarazada. Una noche de regreso a casa después de visitarnos, lluviosa donde las carreteras estaban resbaladizas, al girar el volante el coche dió repentinas vueltas, la pequeña Tamara se metió debajo de la guantera cubriendo con sus pequeñas y frágiles manos su cabeza, mientras su madre gritaba desesperadamente.
El Coche termino estampandose en un árbol viejo pero fuerte, la pobre mujer agonizando, tomo un papel y un bolígrafo, con debilidad y escribió:

-Dejo a mi hija a mi mejor amiga, Kate Stronghold. Porfavor.

Escribió y llamo a su pequeña hija la cual contesto con miedo. Le dió un pequeño beso en su frente, la admiró unos minutos hasta que sus latidos se iban lentamente apagando. En ese momento, la pequeña Amélie, rota por la  muerte de la mujer que le dió vida y no obstante con eso la muerte de su pequeño hermano, ya no tenía a nadie, a no ser consolada con el amor de otra madre, desde ese momento ella tomó la decisión de llamarse únicamente Támara que para ella solo una mujer tenía el honor de portar tan lindo nombre como lo es el de su Madre.

Cómo mecanismo de defensa y parte de su duelo es ser agresiva al escuchar mencionar el nombre de Amélie...


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U

n poco de conocimiento hacía la vida de Tamara.


-SC-

Ya se viene lo wueno.

28/09/2018
03/01/2022

THE NANNY |T.H| [1] COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora