- La casa de siempre -

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Era un día común y corriente. Todos estaban en casa, sin ganas de salir a que les pegase los rayos del sol.

En días como estos, la casa estaba serena, llena de paz, algo que le agradaba a los principales dueños de esta misma; Slender y Laughing, apodados "mamá" y "papá" por Ticci Toby, ya que cumplen los roles de padres sin serlo.

En esta gran mansión, vivían los ya conocidos Creepypastas, aunque no todos estaban ahí.

En una de aquellas habitaciones, se encontraban dos personas; una niña de 8 años y un chico aparentemente de 16 años, se hallaban jugando a la fiesta del té.

¿Quiere más té, señor Jack? – ofreció la pequeña niña levantando ligeramente la taza.

El mencionado negó con la cabeza, estaba un poco cansado de fingir tomar té.

¿Un par de panesillos? – apunto a un plato con panes posiblemente descontinuados.

Volvió a negar.

Mmh... Tal vez quiera jugar a otra cosa, ¿No? – le hablo a su osito de peluche – Usted qué opina, ¿Quiere jugar a otra cosa?

Asintió.

¡Genial! ¿Que quisiera jugar? – ladeó su cabeza con duda.

El contrario cubrió sus ojos unos momentos y los destapó, indicando con su cara que buscaría algo.

Mmm, ¡Ya se! ¡Al escondite! – el contrario asintió – ¡Siiiiii! ¡Me gusta ese juego! – dijo con ánimos.

El chico se levantó de aquel lugar extendiéndole la mano a la pequeña, quien la tomo con una gran sonrisa en su rostro.

¿Podemos invitar a más personas? – levantó la mirada para ver la respuesta del mayor.

Pensó un momento, pero finalmente asintió. Jugar el solo con una niña puede llegar a ser agotador.

¡Genial! – sonrío – ¡Iré a buscar a Ben! – soltó la mano de Jack – y tu Jack, podrías invitar a alguien más, no se, tal vez a Laughing – sonrío tiernamente para después ir a buscar a su amigo.

¿Laughing? Pensó. A pesar de que a tenido "pláticas" bastante agradables con el, no se le haría muy cómodo llegar y decir «Ey, te invito a jugar a las escondidas» seguramente le diría infantil o algo así.

A paso lento se dirigió a la habitación del segundo dueño de la casa, sabía que sí trataba bien a Laughing el sería un "amor", pero, Jack no sabe ser un amor.

Llegó a la puerta, tocó con algo de duda y espero a que le respondieran.

¿Quien? – se escucho del otro lado de la puerta.

Volvió a tocar.

Pasa Jack – la puerta se entre abrió.

Sin dudarlo abrió por completo la puerta y paso.

¿Que se te ofrece? – hablo Laughing, quien estaba sentado en su cama.

Jack saco una pequeña pizarra con un gis y comenzó a escribir.

¿Quieres jugar a la mímica? No estoy de humor para eso – hablo sin dejar que termine volteando un poco su cara.

Al terminar, dió un pequeño golpe con su pie en el suelo llamando la atención del más alto, haciendo que leyera el mensaje de la pizarra;"Sally quiere jugar al escondite, y quiere que tú juegues con nosotros".

𝚃𝚞𝚜 𝚜𝚞𝚜𝚞𝚛𝚛𝚘𝚜 𝚜𝚘𝚗 𝚖𝚒 𝚟𝚒𝚍𝚊 || [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora