𝚃𝚞𝚜 𝚜𝚞𝚜𝚞𝚛𝚛𝚘𝚜 𝚜𝚘𝚗 𝚖𝚒 𝚟𝚒𝚍𝚊 || [En Pausa]

- Mátame -

Capítulo inspirado en esta canción 👆((nunca pedí que me mandarán canciones y lo siento si no era lo que esperaban pero, fue lo que se me ocurrió x"d))

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¿Por qué? ¿Por qué lloraba? Podía escuchar aún los gritos desesperados de su hermano en aquella casa, escucho sirenas más y más cerca. Se encontraba oculto detrás de su casa evitando llamar la atención, policías, bomberos y enfermeros habían llegado casi iguales a auxiliar a los habitantes de aquella casa.

Él había provocado todo eso, él los mato, él quiso hacerlo, pero... ¿Por qué sentía que su corazón era estrujado? ¿Por qué a pesar de haber disfrutado de apuñalar a su propia familia estaban cayendo lágrimas de sus cuencas? ¿Por qué aquella sonrisa falsa no ocultaba su mueca por no querer llorar? ¿Por qué... Su hermano aún después de verlo de esa forma, no le dijo "mounstro" o al menos un insulto? Pudo notar que intento sonreírle, mas el dolor que él mismo le había provocado no le dejaba, la cara de su hermano menor no podía sacarla de su cabeza, esa desesperación por ver tanta sangre, ese miedo que intentaba ocultar, su cuerpo pequeño temblando por su presencia, en ese momento le pareció gracioso pero ahora... Tan solo quería correr.

Y así lo hizo, salió antes de que los policías buscarán en el patio de atrás, corrió hasta perderse en un bosque cerca de la ciudad, olvidó ponerse su gorro para evitar que su cabello quedará hecho un desastre pero no podía pensar con las voces que le decían que estaba mal, que estaba bien, que debía volver, que debía de huir, quería gritar, quería llorar.
De tanto correr y correr tropezó con una rama de árbol que sobresalía del piso haciéndolo tropezar y caer de cara al suelo, ahí tirado comenzó a sollozar, murmuraba el nombre de su hermano menor y palabras de disculpas, no quería que lo odiase por lo que hizo en un ataque de locura.

Un sonido metálico comenzó a escucharse a lo lejos, el viento no ayudaba pues sacudía las hojas de los arbustos y árboles, el chico se sentó sobre sus piernas intentando calmar su respiración y secar sus lágrimas, pudo notar un brillo a lo lejos, un metal pequeño podría ser, se levantó con un poco de dificultad y camino con cautela hacia enfrente. Comenzó a escuchar susurros, posiblemente jadeos entrecortados, ¿lo habían seguido? Se alarmo un poco al pensar que podría tratarse de un policía que lo siguió, su ropa seguía manchada de sangre y su cuchillo igual, no sería muy difícil deducir que el fue el culpable.

— ¡¿Quién anda ahí?! – sacó su cuchillo que anteriormente lo traía oculto en los bolsillos de su chamarra, se puso en guardia viendo a todos lados e intentando ponerse alerta a todos los sonidos que se presentaban a sus alrededores.

No hubo respuesta, más bien todo se volvió más silencioso que antes, el viento dejo de soplar y aquel brillo había desaparecido segundos atrás. Soltó un bufido ante eso, no estaba de humor para juegos o bromas.

— ¡¿Qué?! ¡¿No eres lo suficientemente hombre como para venir y verme a la cara?! – parecía querer llorar otra vez, aunque la diferencia con esta es que no era por frustración o tristeza, era coraje – ¡Vamos! ¡¿Se te caerá el pajarito si no me enfrentas o qué mierda?! – intento sacar una risa sarcástica pero solo salió una risilla débil.