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ESPECIAL 10K PT.1

(N/A: Ya que la mayor parte de este capítulo serán anécdotas, las pequeñas anotaciones de lo que está pasando en la actualidad serán en cursiva.)

"INFANCIAS"

1. Suphéroes y niños bonitos.

  NamJoon tenía una buena vida. Su mami le llevaba al colegio, donde se aseguraba de tener muy buenas notas, pues con esa edad lo único que hacían eran cosas que se le hacían sumamente fáciles, luego la señora le recogía y le llevaba a casa, él comía todo lo que le ponían en el plato y después volvía a su habitación para hacer los deberes.

Por la tarde llegaba la hora favorita de Nam; a las cinco y media su madre le decía que preparase su mochilita, porque se pondrían en camino al parque. Él no podía esperar a llegar allí, era su lugar favorito en el mundo.

Nam tenía muchos muchos amigos, era el centro de atención al llegar a aquel parque, pero solo contaban con él para jugar a cosas como el zapatito inglés, pues cualquier juego en donde hubiese objetos de por medio queda a prohibido para Nam, por el simple hecho de que rompía todo lo que pasaba por sus manos.

—Vamos, Nam, Ggukkie te espera. —Le dijo su madre, tirando levemente de su mano, ya que el niño se había quedado embobado hacia algún sitio.

Kim SeokJin tenía dos añitos más que Nam, y siempre estaba con sus amigos más mayores. Con siete años no sabes lo que es el amor, pero lo único que a NamJoon se le pasaba por la cabeza era que Jin era, probablemente, el niño más guapo y más divertido de todo el parque.

Y luego estaba JeonGguk, el hijo de una amiga de su madre y el único que volvía a jugar con él por muchas palas y coches de juguete que rompiese.

—¡Oa, Nam hyun! —Saludó el pequeño JeonGguk, mientras corría levemente hacia su amigo.

—Hola, Ggukkie. —Respondió Nam, en cuanto los dos estaban caminando a su sitio de siempre donde ya esperaban los coches nuevos del más pequeño.

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  Como siempre, uno de esos coches terminó sin todas las ruedas, y JeonGguk estaba llorando, sujetando el cochecito con sus manitas y culpando a Nam.

—¡Nam, lo ompiste ota vez! —Se quejó el niñito, para después mostrarle el juguete.

—WOAAAAAH. —De repente se escuchó, haciendo que los dos chicos se girasen, Ggukkie hipando y Nam con una cara de tristeza y preocupación. —¡Ethes un suphéroe!

La pequeña chica, que tendría más o menos la edad de Nam, corrió hacia ellos dos, y miró fascinada el juguete roto que ahora se encontraba en el suelo de piedra.

—¿Qué? —Preguntó el más mayor de los dos chicos.

—¡SÍÍÍ! ¿Como shi no tendrías esa fuerza sobrehumana para rompel el coche? —Dijo ella emocionada.

—¿En serio? —El niño ya sonaba más feliz. —¿Tú de verdad crees eso?

—¿Lo clees? —Preguntó Ggukkie, que ya había parado de llorar y tenía una expresión curiosidad.

—¡CLALO QUE LO CLEO! —La castaña hizo gestos exagerados con las manos. —¡LO CLEO ASÍ! —Abrió sus brazos, representando un espacio muy grande.