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Días después de su cumpleaños , una tarde soleada en la que ella juega en el jardín con las hojas amarillas y con una sobre su oreja... dando vueltas y riendo sola mientras su madre no estaba de mal humor , había ganado algo en la lotería y estaba feliz dentro de casa sin tener ni la más mínima importancia en su hija...

A lo que Rose agradecía inmensamente.

Pero ese día... tocaron a la puerta, ella lo escuchó pero se mantenía entretenida en el patio. Su madre fue quien abrió...

Rose seguía detrás en el patio viendo a una mariposa rodearla, sonreía por lo hermosa que era esta.

No lograba verle el color bien en intentó seguirla con la mirada y daba vueltas en su eje y se reía sola porque no lograba ver nada, hasta que en una de sus vueltas logró notar por la ventana , la mirada penetrante de aquel hombre de perfecta apariencia...

Su madre se acercó a él, muy coqueta mente y metió su mano sobre la de aquel hombre y la señaló y leyó sus labios cuando dijo: Rose... después de que él le había dicho algo en el oído.

Su mirada era magnética y Rose pensaba que cualquiera que te miraba así tenia las intenciones más ocultas que se podría imaginar... ella había visto muchas miradas y aunque ninguna como la de él, esa figura no le daba buena espina.

Ese día estaba serio , muy serio pero sereno, solo se acercó a su madre y le dio un beso en la frente y se fue a penas vio que Rose le miraba más de lo normal.

Su madre salió y le indicó que entrará. Ella se limpio un poco e intento entrar lo más. Decente posible.

Ese día también llevaba un traje amarillo pero, esta vez con rosa un rosa pálido , blanco y negro y unas botas sin tacón más arriba de sus rodillas de color negro...

Y llevaba aún una en el cabello las hojas del árbol amarillo.

- ella es mi hija Rose... como te dije. Mi única y amada hija querido.

Rose la miró sin entender mucho de lo que decía y cuando le miró al señor o al joven...

No sé esperaba que fuera tan agresivamente atractivo. Parecía un príncipe y por un instante se quedó hipnotizada... no sé explicaba tanta belleza.

el sonrió de lado , al notar el descaro con que los ojos de Rose le miraban.

- Soy Aran.

- mucho gusto. Se limitó a decir Rose mientras se iba a la cocina por un vaso de agua ... para calmarse.

- trae la jarra de té helado psra todos querida... dijo su madre.

Aún no se acostumbraba a la hipocresía de su madre ,pero se conformaba con que la tratara bien aunque sea por un par de horas.

Mientras traía una bandeja con la jarra y los vasos , su madre estaba a lado de aquel hombte , lo bastante cerca para entender que era una de sus nuevas conquistas.

Su madre era hermosa, no había duda de ello , a pesar de ser una mujer en sus 40 años ,se mantenía en excelente condiciones, sufría por que seguramente tenia alguna enfermedad mental que no se trataba ... pero por lo demás sin sus ataques de ira ,pasaba por cuerda y atractiva.

Aun cuando le tenía envidia a su propia hija por ser joven... como si aquella niña tuviese culpa del proceso natural de la vida.

Rose dejó todo en la mesa de la sala y se iba pero su madre le pidió que se quedara y aquel hombre la siguió con la mirada hasta que se sentó.

- cuantos años tienes?
- 18... recién cumplidos.
- y los celebraste?
- no ,nunca ...
- nunca hemos tenido suficiente dinero para hacerlo , verdad querida , dijo su madre y ella solo asintió.
- este año será la excepción... dijo Aquel hombre, Aran.

Rose no dijo palabra... su madre se encargó de decirlas todas.

- muchas gracias Aran , eres todo un caballero.

Rose también lo pensó, pero no dejaba de pensar en que aquel hombre tenía retorcida la cabeza... a parte su extraña aparición en la escuela y ahora en su casa... salia con su madre. ¿De dónde la conocía?

Había mucho que preguntarse...

- gracias. Dijo algo bajo. Gracias Señor Aran.

- Dime Aran ... no soy tan viejo.

- Aran. Dijo entonces Rose. Se iba pero su madre la frenó.

- tenemos que decirte algo querida. Dijo ella con repentina emoción. Yo y Aran nos vamos a comprometer.

Entonces sacó un hermoso anillo de oro blanco con grabados ... muy hermosos pero extraños, nada común para un anillo de matrimonio y en el centro llevaba un rubí de un rojo tan intenso que llamaba mucho la atención porque dentro parecía que hubiera algo que se movía frenéticamente.

Aran con cuidado bajó la mano de su prometida y la tomó queriendo como ocultar de Rose aquel anillo tan intrigante.

- es una reliquia familiar... lo heredé de mi abuela y se lo daría a mi primera esposa... tu madre cumple con todo lo que quiero en una mujer.

- y ¿desde cuándo se conocen? Dijo ella de repente ,porque nada de esto se le veía normal... un casamiento tan pronto y apenas lo conozco.

- Rose... advirtió su madre.

- déjala que pregunte. Dijo él. Nos conocemos de hace mucho Rose... mis padres eran buenos amigos de tu madre y cuando ellos murieron y dejaron la herencia dejaron parte de ella para ustedes, yo contacte a tu madre y ella pues periódicamente tenia que estar en procesos legales para poder reclamar el dinero... para ese entonces nos veíamos más , tu tenias si acaso ...

- unos 14... dijo la madre de Rose.

- sí y yo ya estaba en la universidad , aun cuando tu madre es mucho más adulta que yo... me enamoré, es una mujer muy decente y amable, a parte indudablemente hermosa y fue muy buena con mis padres y conmigo... entonces decidí conquistarla y aunque fue algo difícil por mi edad,lo logré.

Rose se quedó sin otros argumentos aunque era obvio que creía parcialmente aquella historia. Siempre había algo que ocultar con la su madre y esta no sería la excepción.

- ok... y cuando sera la boda?

- en otoño. Dice su madre. - y partiremos a vivir con Aran en su Mansión.

- es una casa modesta
...

- modesta? Ajajajajaja si la vieras querida. Modesta la nuestra.

Y ahí estaba , esa actitud frente al dinero que solo ella podía tener...

Y aunque Roses sabía que algo no andaba del todo bien decidió sonreír...

- me alegro por ustedes. Dijo sin más.

LA ROSA DEL DIABLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora