Del

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Llegó el otoño. Rose ya tenía el cabello hasta los hombros y decidió esa mañana cortarlo nuevamente.

Lo prefería corto... quizás sentía que llamaba menos la atención así cuando era obviamente todo lo contrario.

No podía ser invisible ni aunque lo quisiera.

- es hora del desayuno cariño. Le dijo su madre.

Ya no vivían en Greenville... y con eso todo cambió. Su madre era otra mujer , ella no sabia exactamente que le pasaba ,pero se comportaba distinto.

Era amable y estaba al pendiente de Rose... parece que el dinero la había cambiado ,para bien.

Esa era toda su enfermedad...

Vivían en la enorme casa de Aran. No se podría describir el lujo y buen gusto que tenia esa casa. Era la pulcritud hecha lugar. Con las mejores obras de arte que podría albergar una casa.

Sin entrar en más detalles . Al bajar ya le esperaba a Rose un banquete. Su madre a lado de Aran y él no le quitaba los ojos de encima a Rose.

- cortaste nuevamente tu cabello. Le dijo él.

- lo prefiero así. Dijo Rose.

- yo también. Dijo él y siguió comiendo con la mirada de ambas mujeres taladrandole con la mirada.

No era la primera vez que le hacía cumplidos a Rose.

Ella lo sabía y su madre también...

Pero intentaban ignorar aquello.

- debes estar lista para la boda , vamos. Le dice su madre para olvidar sus celos enfermizos.

Cuando subieron , su madre fue a su cuarto y peinó su cabello , la hizo bañarse y depilarse....

Al salir la maquilló y le dio un hermoso vestido.

- y esto?

- lo compro Aran para ti.

- es...

- hermoso lo sé. Dijo su madre.

- demasiado... dijo Rose.

- pensé igual , pero insistió. Ni que fueras la novia.

Rose le miró y le quitó la mirada intentando olvidar sus celos sin sentido.

Aunque muy en el fondo sabía que algo sucedía con ese hombre, con esa casa y con todo al rededor.

Esa casa estaba alejada , no se podía quejar , tenia un enorme patio con un árbol de flores amarillas en él, rosales y demás plantas ,un jardín espectacular.

Piscina , senderos , un río no tan lejos de la casa y mucho bosque alrededor... la casa de sus sueños.

Pero no dejaba de ser extraña para ella , que un hombre tuviera una cada en medio de la nada prácticamente ,con tanto dinero , solo tenia esa casa , no iba mucho al "trabajo" , ni a la ciudad...

En las noches , que normalmente hacia frío. Sentía una presencia

Y olor característico de aquel hombre se colaba por el cuarto.

Nunca abría los ojos ... no quería saber que pasaba , pero el sentimiento en el pecho de opresión le ponía los pelos de punta ,uno a uno...

Le gustaba esa casa pero de cierta forma tenia miedo de estar en ella...


LA ROSA DEL DIABLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora