Melodious Dreams

Capítulo 4

Logan

Espera, esa voz que se escucha a lo lejos, salgo corriendo para pasar tras el escenario y...

—Joven necesitamos hacerle una pequeña entrevista, acompáñenos—Indica afable el camarógrafo, me atajo en el momento que iba a salir corriendo tras bambalinas.

—No puede ser en otro momento, tengo que hacer algo importante—Trato de razonar, y el solo se niega.

Mientras que la voz se hace más profunda y sentimental.

—Joven será muy rápido, no tiene de que preocuparse—Mire el lugar de donde provenía el sonido, y solo me limite a asentir.

Me dispuse a sentarme en el lugar donde me entrevistarían.

Seguro solo es producto de imaginación, o eso espero que sea...

—Logan James, sin duda una audición que dejara de que hablar, ¿Cómo se sintió en aquel momento?

Trato de centrarme, pero simplemente no puedo, las personas a mi alrededor transmiten angustia, y a pesar de ya haber pasado y quedado seleccionado, me sigo sintiendo nervioso.

— ¡Logan concéntrate!—Exclama Liam, haciendo que regrese a mi realidad.

—Tranquilo, solo responde después arreglaremos lo detalles para que te veas bien—Comenta con paciencia el señor, yo solo asiento.

—Creo que no hay palabras para describir la cantidad de emociones que sentí, pero que sin embargo logre esconder, o bueno eso creo—Emití entre risas, trato de parecer lo más calmado posible, aunque por dentro me carcomía la curiosidad.

—Díganos, ¿Que lo llevo al canto?

Mi madre lloraba desconsoladamente, los vidrios de aquellas botellas de alcohol estaban rotos, ella trataba de calmarlo para que bajara la que aún tenía en su mano. Mi hermano se aferraba a Alina protegiéndola, yo me negaba para estar atento de que el desgraciado no le hiciera daño a mama.

— ¡No me mientas pedazo de mierda!—Grito mi padre, estaba rojo y una vena se le marcaba por lo tenso que se encontraba.

Camina con el poco equilibrio que tenía debido a su borrachera, de un lado a otro, sosteniendo con fuerza su botella.

Mi madre se limpiaba las mejillas, y veía como sus manos empezaban a temblar.

— ¡Te dije que se los llevo mi madre!—Ella le devolvió el grito igual, tratando de aparentar ferocidad y confianza.

El soltó la botella tirándola al suelo, los trozos se esparcieron por el piso de madera, haciendo sobresaltar a la mujer, tan pronto como la tiro se abalanzo sobre ella, y la tomo por el cuello estrangulándola, ella instantáneamente se llevó las manos a su cara tratando de rasguñarlo.

— ¡MAMI!—Salió en un sollozo de mí, Liam se levantó inmediatamente para tapar mi boca y me coloco al lado de Alina, ella me miro con sus ojos rojos de tanto llorar, la abrace y ella a mí.

Tan solo éramos unos gemelos de cuatro años que no sabían que ocurría, ni porque a ellos.

—Están aquí verdad—Liam retrocedió y se interpuso para que no nos viera, como si eso fuera a funcionar.

La puerta se abrió de golpe dejando ver al hombre de cabello azabache y ojos miel, con barba de hace más de un mes.

Sostenía a mi madre por el cuello, con un solo brazo, ella daba patadas tratando de zafarse de su agarre, lo cual era en vano, ella era muy delgada e indefensa delante de ese monstruo.