Pasaron unos días en los cuales Samuel y sus padres se encontraban recogiendo las cosas para el viaje, y arreglando todo respecto a la granja, no la Iván a vender, puesto era casi como un altar ya que para el abuelo era como un tesoro.
Miou y Samuel, estos días estaban más pegados de lo normal, les costaba mucho despedirse para simplemente ir a sus respectivas casas para cenar y o comer, también estaban como en trance después del beso, ninguno lo había mencionado, sería algo incómodo, pero después de eso mezclado con el viaje de Samuel nadie los separaba ni con una motosierra.
Cuando llegó el día de la despedida, Samuel alas 06:00Am fue corriendo hacia la granja del tío de Miou, para despedirse de ella pues se lo había prometido, apesar que el le dijo que se irían de madrugada ella insistió en que le fuera por lo menos a decir un adiós.
Cuando ya estaba en la ventana de Miou tiro una piedrita a la ventana, con la esperanza de que ella no estuviera en un sueño profundo y se despertara para despedirlo, ya que habeces ellos se veían mediante la ventana cuando castigaban a Miou y su tío no la dejaba salir.
Pasaron unos segundos y pudo observar como Miou abría la ventana aceleradamente, después mirar hacia abajo, para asegurarse que no habían sido imaginaciones suyas, cuando vio a Samuel a bajo, se agarró del marco de la ventana para agarrarse a un árbol no muy cercano pero si el que ella podría llegar y bajar, Samuel la observó con pánico y fue corriendo a la Copa del árbol para ayudarla a bajar.
- ¿¡Cuántas veces te he dicho que no hagas eso!? ¡Sabes que soy yo el que sube al árbol! ¡Loca! - le gritó asustado, pues ella había casi saltado para llegar al árbol y precisamente no estaba muy cerca de la ventana.
Ella lo miró algo culpable por hacer cosas que sabía que el le negaba, cada vez que ella lo hacía - Lo siento...- como siempre susurro tierna- fue un impulso...- le confesó mirándolo atentamente y poniendo puchero ella sabía que eso siempre funcionaba con el
El la miró con el rostro ya más tranquilo la cogió de la mano y le digo suave - ven...- la halo hacia el para poder abrazarla, ella también lo rodeo fuerte pues sabía lo que significaba - hoy me voy...- ella lo abrazó más fuerte parecía que en cualquier momento comenzaría a llorar- princesa...- le susurro el en el oído ya que ella estaba de puntillas con los brazos alrededor de su cuello y la cara en el hueco del mismo - si me voy mirándote llorar me pondré triste así que no quiero que llores - le volvía a susurrar dulce
Ella asintió todavía abrazada a al y asintió - Lo mismo digo - susurro el río un poco al igual que ella.
Así fue como después de un rato de no despegarse Samuel finalmente se tuvo que despedir de ella.
Pasaron las horas Samuel ya se había ido hacia la ciudad pero tanto él como ella sabían que se rencontrarian.
Pasaron 5 años...
Samuel, con ahora 19 años estaba viviendo en la ciudad, ya no vivía con sus padres, el joven de ojos verdes cuando se mudó a la ciudad lo paso algo mal al principio, pues después de la casi reciente pérdida de su abuelo y tener que separse de Miou la cual siempre estuvo con el desde que tenía 7 años fue algo duro, pero gracias a sus rasgos físicos y a su inteligencia, en el colegio le fue muy bien ya que al mes de mudarse ya era el chico más popular, consiguió buenas amistades como por ejemplo su amigo Ezequiel que fue el primero en acercarse a él o también Eiden amigo del cual Ezequiel le presento.
Ellos se hicieron inseparables, después del colegio y en la universidad la cual ahora asistían todos juntos ya que se inclinaron por la misma carrera, Samuel, había decidido hacerse dentista pues le gustaba que la gente tuviera los dientes blancos e saludables.
En tanto su físico, el tenía un cuerpo bastante definido pues le gustaba ir a el Gym habeces iba con su padre o también con sus amigos tenía una vida saludable, el pelo lo portaba como siempre, corto, pero no mucho lo solía traer revuelto, con los ojos verdes casi felinos y le gustaba vestir de negro
Si ya se parecía el típico "Bad boy", pero él no tenía nada de chico malo, tan solo la apariencia, con respecto a las chicas, el tenía muchas pretendientes, era un chico que cuando pasaba se llevaba muchas miradas, pero hasta ahora nunca le interesó tener ningún tipo de relación, por raro que suene el el único beso que recordaba haber dado fue a Miou, hablando de ella cuando se despidieron jamás la volvió a ver o saber de ella, el con el tiempo se acostumbro a su ausencia pero todavía la recordaba, muchas veces añoraba los recuerdos de su niñez.
En cuanto Miou...
Ella después de que Samuel se fuera, había seguido igual en la granja, ayudando a sus tíos e estudiando, ella se había convertido en una hermosa jovencita de 18 años, con un cuerpo tanto envidiable como deseado, el pelo ahora lo tenía más bien ondulado hasta la cintura, sus ojos tan azules como siempre, solía vestir con faldas de vuelo por encima de las rodillas y tops o blusas, le encantaba su estilo, era una chica muy dulce y conservaba su ternura, ella al igual que Samuel lo recordaba, pero también se acostumbro a su ausencia.
Cuando le tocó el tema de la universidad, fue un poco complicado, ya que como no habían universidades cerca de donde vivía se tendría que mudar, ella quería ser profesora de guardería le encantaban los niños y los niños la adoraban a ella, con esa aura tan maternal cariñosa y tranquila, ella actualmente trabajaba de niñera hasta que encontrará una universidad eso implicaría cambiarse de ciudad, eso la asustaba un poco pero bueno la vida te pone obstáculos y así que hay que superarlos
Bueno, a medida que pasó el tiempo encontró una universidad, en Nueva York, ciudad donde su amigo de la infancia Samuel se había mudado hacía 5 años, esto la sorprendió pero también se emocionó nunca había salido de la granja y Nueva York es un buen sitio para cambiar de rumbo, si el destino quería que fuera a la ciudad, ella estaría encantada de cumplirlo.
Continuará...
E intentado que no fuera la típica historia cliché pero salió como salió, bueno creo que la historia se me está alargando más de lo que yo realmente quería, pero cada vez me vienen más ideas bueno si has leído todo el capítulo, muchas gracias espero que te haya gustado y si no pues igual lo has leído así que no es mi culpa😂 bueno Bye bye💞
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Nuestra promesa
RandomSamuel, era un niño de 7 años que vivía con su madre y su padre, un día su abuelo se enferma y tiene que ir a visitarlo ahí encontrará a una niña, y juntos harán una promesa, ellos, mas tarde, tienen que separarse, pero como el destino es caprichoso...