Capítulo II
—Deja de mentir Key, lo amas.—dijo Taemin a su amigo, llamándole por aquel apodo dulce con el que le llamaba siempre.—Pero ese no es el problema. Jonghyun tiene razón en algo, ya no se trata de ti o de él, sino del hijo de ambos.
Kibum arrugó su frente al escuchar esas palabras de la boca de su mejor amigo. Los dos se encontraban en la cocina, uno frente del otro. Taemin con una taza de café, y Kibum con una de té.
—Precisamente por eso es que no quiero volver a su lado, Tae, por el bien de mi hijo. Y por favor, no defiendas a Jonghyun ¿puedes creer que hasta pensó que tú eras mi amante?—Kibum pensó que el castaño, al oír semejante cosa, se atragantaría con su café, pero no, en vez de eso, rió fuerte y claro.
—Sí, Minho me dijo que había tratado de venderle ese cuento.
En ese momento, Kibum se arrepintió de haber recurrido y elegido al novio de su mejor amigo como médico de cabecera, ya que era la misma persona que era el incondicional de Jonghyun.
—Lo siento.—dijo Kibum.—Si necesitas que yo...
—Pero ellos no son iguales en ese aspecto.—le interrumpió Taemin.—Minho me cree y confía en mí, pero ese no es el tema, el tema es que ¿no te das cuenta? —el castaño articuló aquella pregunta como si fuera la cosa más obvia del mundo.—La razón por la que tu marido es así es porque se muere de celos. Él te quiere, y ese hermoso milagro que esperan puede llegar a hacer que cambie la forma en la que te ve, y que es algo con lo que ni su familia puede intervenir.
Kibum se preguntó si su amigo llevaba la razón, si el hecho de esperar un hijo lograría cambiar su relación. Sin embargo, no tardó mucho en encontrar la respuesta a su pregunta, la cual fue un gigante NO, pues recordó que Jonghyun le amenazó con denunciarlo cuando él le planteó nuevamente su negativa a rehacer sus vidas juntos.
No hubo ruegos, no hubo un intento de reconciliación por la paz, cero romanticismos. Sólo amenazas, eso fue todo lo que Kibum escuchó de la boca de Jonghyun.
Luego de aquella charla con Taemin, y una merecida siesta, es que ahora se encontraba con la puerta de aquel departamento de donde hace tan sólo dos meses atrás había huido cuando Jonghyun le había tirado en la cara los papeles donde le pedía el divorcio.
Volver al sitio que había sido su hogar era muy difícil, ya que era donde había pasado de ser feliz a ser completamente infeliz.
Kibum trató de tragar saliva, pero su garganta no daba lugar.
La idea de volver a estar en aquella relación tormentosa, llena de gritos, de desconfianzas, con su hijo presenciando todo, no le apetecía para nada. Pero el joven embarazado no tuvo más opción que aceptar volver a su vida matrimonial debido a que su marido poseía contactos y dinero, mucho dinero.
Pese a que había descansado unas horas, ya se sentía exhausto de todo. Y es que para él, estaba a punto de ser sentenciado a una vida que no quería, y para colmo, era el centro de atención en todos los tabloides, pues el impacto de que Kim Jonghyun cancelara su supuesto compromiso, con la hija de un importante empresario, lo había puesto en el centro de los chismes. Ni hablar de la familia de su marido, porque pese a que también le había tratado de convencer para que regresara con su hijo aún veía el odio y la repugnancia en sus rostros.
Kibum jamás había deseado tener dinero hasta ese entonces. Si él tuviera mucho efectivo, no temería de las acciones que esa familia pudiera tomar contra él, pero no lo tenía, por lo que era incapaz de proteger a su pequeño milagro.
De repente, estando todavía parado en la puerta del que volvería a ser su hogar, un mareo lo azotó. Kibum trató de sostenerse de algo, pero falló. Afortunadamente, Jonghyun, quien cargaba con la maleta de su esposo, al verlo perder el equilibrio, se apresuró para sujetarlo.
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Empezar de nuevo «Adaptación JongKey»
FanfictionKim Kibum y Kim Jonghyun llevan un matrimonio de dos años, el cual está apunto de culminar. Todo lo que faltaba era la firma de ambas partes. Sin embargo, la noticia de que esperan su primer hijo les obliga a seguir juntos su camino. ☆¿Empezar de nu...