•Katakuri• Blood (lemmon)

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A/N: mADRE MÍA, no sé cuántas personas me han pedido ya un one-shot de Katakuri así que para todas aquellas personas que me lo han pedido aquí lo tienen :D

¡Disfrutad del one-shot!

— ¡Katakuri!— dije al verle por los pasillos del enorme castillo de Big Mom, al principio estaba feliz de verle y solo quería saludarle, pero entonces noté que su nariz, la cual sobresalía levemente tras su bufanda, estaba sangrando— Oh no, ¿Est--

— Estoy bien, _____— dijo seriamente, con un leve suspiro, sé que a él no le gustaba que me preocupara tanto por cosas sin importancia tal y como él decía.

Le cogí de la mano, y le guié hasta mi habitación para curarle, él no se negó en ningún momento y con ya la costumbre al llegar se sentó en la cama y yo saqué mi botiquín, le quité lentamente su bufanda para poder ver su rostro completo, acariciando levemente una de sus mejillas. Le limpié la sangre que salía de su nariz y le curé rápidamente.

— Tienes que ser más cuidadoso...— le dije, no pudiendo evitar fijarme en sus ojos granates y luego en sus labios, unos pocos de sus dientes sobresalían pero a mí siempre me había gustado aquello, siempre me había gustado todo de él, y era la única persona a la que dejaba verle el rostro completo. Entonces él me besó, no era algo que no hubiera hecho antes pero esta vez sentí que no solo quería un simple beso. Me tumbó en mi cama aún besándome, el hombre triplicaba mi tamaño y me asusté un poco ante aquello. Se separó de mí, mirándome fijamente al ojos tal y como hacía yo mirando los suyos, no hacía falta que dijese nada, yo asentí como respuesta a aquella mirada con ese brillo lujurioso que rebosaba en sus ojos.

Repentinamente, él se lanzó a mi cuello, lamiéndolo y rozando sus dientes levemente contra mi piel para luego comenzar a dar leves mordiscos los cuáles dejaron más de una marca en mi cuello.

Levantó mi camiseta lentamente, acariciando mi torso mientras lo hacía, pasando sus manos por mi cintura y luego subiendo hasta quitarme la camiseta completamente, y tras ello, mi sujetador.

Él se quitó sus guantes y su chaleco, dejando ver mejor su tatuaje, el cual acaricié levemente. Entonces se dio la vuelta para dejarme a mí encima de él, provocando que el sonrojo de mis mejillas fuera más notable al ver su pequeña pero pícara sonrisa junto a sus brillantes ojos. Como si fuera una orden, me acerqué a su cuello para morderlo un poco y dejar algunas marcas, separándome y yendo a besar sus labios de forma instantánea. Él me correspondió, introduciendo su lengua en mi boca para jugar con la mía, mezclando su saliva con la mía y viceversa para después separarse y relamerse los labios, aún con aquella sonrisa pícara plasmada en su rostro.

Me quité los pantalones y bajé los suyos, quedando ambos en ropa interior y bastante sonrojados. Mi respiración estaba agitada mientras me sentaba en su entrepierna y movía mis caderas, sintiendo como un bulto cada vez se hacía más grande y presionaba contra mi intimidad, notando que la diferencia de tamaño era realmente notable.

Nuevamente él se dio la vuelta para acabar sobre mí y yo bajo él mientras me miraba con deseo. Bajó su ropa interior y luego la mía, entrelazando sus manos con las mías, aprisionándome contra la cama. Comenzó a introducir su miembro dentro de mí, haciéndome soltar pequeños gemidos mientras sentía como lentamente se hacía paso en mi interior.

Sentía dolor, no era mi primera vez, y aunque Katakuri tratara de ser gentil el que fuera inexplicablemente tan alto no mejoraba las cosas, ya que su miembro parecía no terminar de entrar dentro de mí. Apreté sus manos, mordiéndome el labio inferior cuando sentí que comenzó a dar leves embestidas, procurando no hacerme daño.

— K- Katakuri...— gemía mirándole al rostro que estaba igual de sonrojado que el mío. Aumentaba lentamente la velocidad de las embestidas, haciéndome sentir cada vez mejor en vez de más adolorida, provocando que el placer inundara mi cuerpo y más gemidos salieran de mi boca.

No podía contenerme más, en cualquier momento iba a explotar de placer ante aquella situación, apreté fuertemente las manos de Katakuri, soltando un último y sonoro gemido al sentir como me venía y como él también hacía lo mismo, afortunadamente fuera de mi interior.

Ambos respirabamos agitados, el se tumbó a mi lado boca-arriba, a lo que yo me acerqué a él acurrucándome a su lado, y cuando pude recuperar la respiración solté una pequeña risa.

— ¿Qué te hace tanta gracia?— dijo su voz cansada, mirando hacia mí.

— Casi no puedes tumbarte en mi cama— dije de nuevo soltando una pequeña risa.

— Tonta, será mejor que duermas— dijo tapándome con la sábana y besando mi frente, levantándose y comenzando a vestirse.

— Duerme conmigo— le dije con un tono infantil para ver si me hacía caso, a lo que él suspiró, solo tenía puesta su ropa interior por lo que se tumbó a mi lado y me abrazó apegándome a su pecho, a lo que yo sonreí con un leve sonrojo, cerrando mis ojos para quedarme dormida.

One Piece - One-shots (Continuada en @LucyStuff) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora