•Niji• Soldado diferente

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Por primera vez la familia Vinsmoke decidió crear a otro soldado más, pero este iba a ser diferente, esta lo iba a ser.
Al principio a algunos no les parecía bien, les parecería que una mujer soldado no rendiría lo mismo que los otros soldados hombres, pero igualmente la crearon. Al principio a la muchacha le costaba mucho adaptarse, recibiendo fácilmente muchas palizas cuando peleaba con el resto de soldados, provocando que lo que sintiera nada más haber sido creada fuera el dolor. Pero rápidamente se adaptó, a lo mejor no era igual de fuerte que el resto de soldados hombres, pero sin duda era más ágil, rápida y escurridiza, por lo que se le daba muy bien esquivar y rápidamente aprendió a pelear y derrotar al resto de soldados.

Era diferente, no solamente por ser una chica si no porque podía con muchos soldados a la vez, utilizando su rapidez y astucia.

El peli-azul no podía negarlo, siempre que podía se asomaba por su balcón para mirarla y observarla pelear, le impresionaba el como una simple soldado podía ser tan diferente de los demás, pero no quería hablar con ella, él no hablaría con una persona tan inferior.

Los días pasaban y la chica cada vez se hacía más fuerte y comenzaba a desarrollar más emociones, dándose cuenta de que eso no tendría que ser así, tendría que ser personas sin sentimientos como el resto de soldados pero ella sentía, y cada día que pasaba sentía cosas nuevas. Llegó el día en el que se coronó como la mejor de entre todos los soldados, y no pudo evitar sentir una felicidad inmensa recorrer su cuerpo, sonriendo por primera vez en lo que llevaba de vida.
Esto lo vio Niji, ¿Un soldado sonriendo? Eso era imposible, eran simples peones en un tablero, no podían tener sentimientos ni emociones. Pero así encontró una excusa para hablar con ella.

Por la noche decidió bajar a donde los soldados solían "descansar" luego de estar todo el día entrenando, aunque realmente la mayoría de ellos apenas dormían, buscó a la chica con la mirada rápidamente y no la encontró allí, ¿Dónde diablos se había podido meter?

Era imposible, si no se encontraba allí por la noche estaría rompiendo el protocolo, la chica sin duda debía tener emociones.

Luego de haber estado dando una pequeña vuelta la encontró apoyada en una pared, sentada en el suelo, con los ojos cerrados y aparentemente durmiendo bajo la luz lunar. Niji no lo dudó y se acercó a ella para sacudirla, provocando que _____ se despertara agitada.

— ¿A-ah? ¿¡S-señor Niji!?— preguntó impresionada, sintiéndose amenazada tras la inminente aparición del hombre.

— ¿Qué haces aquí fuera? ¿Por qué no estás en tu lugar de descanso?— preguntó Niji con su mirada seria, cruzándose de brazos. La muchacha se levantó rápidamente, mostrándose nerviosa.

— E-esto... Verá... Es difícil de explicar, jeje...— dijo con una pequeña risa nerviosa, y verla así le parecía algo lindo al peli-azul.

— ¿Difícil de explicar? Hmmm... ¿Entonces no podrás explicarme el por qué esta mañana estabas sonriendo, cierto?— puso un brazo sobre la pared, acorralando a la chica contra esta y viendo que sus mejillas estaban levemente sonrojadas ante este acto.

— Es complicado... Yo, no sé...— miró a un lado tratando de encontrar una salida de aquella situación, maldición, sin duda aquello había sido muy lindo de su parte, Niji al haberla estado observando y analizando tanto finalmente había obtenido un pequeño sentimiento amoroso hacia ella.

— Tienes sentimientos, ¿Cierto?— quería una respuesta, y no había nadie mejor que ella misma para responder a esa pregunta.

La muchacha asintió levemente con su cabeza, sintiéndose culpable, sintiendo que su vida iba a acabarse ahí solo porque tenía sentimientos, pero entonces sintió algo contra sus labios, y esto eran los labios del peli-azul, le había otorgado un corto y delicado beso, y el hombre sentía sus mejillas enrojecer al igual que las de la chica.

— No le cuentes esto a nadie.— dijo con su mirada seria pero sus mejillas enrojecidas, la chica asintió repetidas veces sin poder respirar ante la tensión del momento, y cuando el peli-azul se marchó, soltó un gran suspiro de alivio, tocando sus mejillas y notando que estas quemaban, luego tocando sus labios y sonriendo levemente ante el descubrimiento de un nuevo sentimiento. El amor.

Aaaaaaa, sé que esto no es ningún pedido pero para retomar de nuevo esta historia y poner mi cerebro al día decidí hacer este One-shot.
A partir de mañana, si puedo, empezaré a hacer pedidos!

One Piece - One-shots (Continuada en @LucyStuff) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora