[BTS] FicTober 2018

28.- Ruinas

Palabras: Ruinas
Pareja: NamJin

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"Demasiadas estrellas, demasiados sueños.
La realidad es que delante de estas cosas, sólo soy una mancha de polvo"
-RM

Seis vidas en sus manos, millones de gritos de amor y odio ensordeciendo sus oídos, demasiados sueños y deseos sobre su espalda.

En ocasiones NamJoon se siente superado por su propia realidad, porque él se esfuerza por resistir, manteniéndose fuerte y firme para las personas que ama, para su familia, sus amigos y sus fans, pero... el peso en ocasiones es demasiado...

Las personas fuertes también pueden caer.

El estudio se mantiene en penumbras mientras él se encoge en un rincón, abrazándose a sus piernas, aferrándose a esa fuerza que poco a poco se le escapa en suspiros.

–¿Qué voy a hacer?

Pregunta en un sollozo ahogado, porque no hay lágrimas, el dolor aun no es suficiente pero aun así... duele, duele cuando pierdes el camino sin saber cómo continuar, sin poder recordar el por qué tiene que continuar.

–¿NamJoon?

Una voz de pronto atraviesa la bruma de sus pensamientos y alzando su cabeza se encuentra con la preocupada expresión del mayor del grupo.

–Nam...

–¿Qué puedo hacer hyung?

SeokJin suspira con una sonrisa de cariño, cerrando la puerta con cuidado y acercándose al menor sin molestarse a encender la luz, la pantalla del ordenador aun encendido es suficiente claridad para ellos.

–¿Qué quieres hacer?

Murmura con voz queda, sentándose al lado de quien no pierde tiempo en ladear su cabeza para recargarla en el hombro contrario, sintiendo como la calidez es suficiente consuelo, como la simple presencia de Jin es suficiente para él.

–No importa lo que yo quiera.

–Sí importa.

–No, no importa, porque... existen personas mucho más importantes que yo, BTS... ARMY son más importantes que yo.

–BTS, ARMY, ninguno de los dos existirían de no ser por ti, así que sí, NamJoon, sí importas.

NamJoon se mantiene en silencio, aferrándose con más fuerza a sus piernas hasta que siente un brazo rodear sus hombros y una calidez agradable arrullar su corazón.

–Hagas lo que hagas, sea bueno o malo, nosotros estaremos aquí contigo, la carga no es sólo tuya Nam, es de todo.

–Soy el líder.

–Y yo el mayor, esas cosas no importan, son sólo títulos que otras personas nos impusieron.

–Los chicos cuentan conmigo.

–Y tú cuentas con ellos.

–ARMY...

–También Nam, también cuentas con ARMY, porque ARMY estará ahí para nosotros sin importar qué, ese es el amor que nos rodea, que te rodea, así que... deja de cargar con todo tú solo y comienza a confiar en los demás.

–¿Y cuándo todo acabe? Cuándo BTS ya no exista, cuando ARMY nos olviden, entonces... ¿qué seguirá?

Esa es la pregunta que lastima su alma la mayoría de las veces, porque después de BTS... ¿qué sigue? ¿Qué hay más allá? ¿Quedará algo que rescatar de las ruinas que significarán los sueños que no logren alcanzar?

¿Qué puede hacer él para que eso no ocurra?

–Líder, BTS no dejará de existir si tú te mantienes aquí, si los siete nos mantenemos aquí.

–No quiero amarrarlos a un camino que no deseen seguir.

–No estamos amarrados, estamos aquí por amor y lo sabes, amor a ARMY, al grupo, a la música y a ti, los seis seguimos aquí por ti.

–Pero...

–Y si... –lo interrumpe–, si llegara el final, algo realmente improbable, pero si todo esto termina entonces... me tendrás a mí, siempre me tendrás a mí.

–Siempre es demasiado tiempo.

–No lo suficiente, la verdad.

Una débil sonrisa curva los labios de menor mientras siente que un beso es dejado en su sien, en ocasiones como esa se siente como un niño pero no le molesta, porque es SeokJin quien está ahí con él.

–Tú también me tendrás a mí, siempre.

NamJoon sigue siendo una mancha de polvo entre estrellas y sueños rotos, pero aunque en ocasiones lo olvide, esos sueños y esas estrellas que lo hacen sentir pequeño también son quienes guían su camino a seguir y esas personas que considera su responsabilidad, son también su mayor apoyo por eso seguirá avanzando, hasta donde sus pies y la vida le permita llegar, porque él quiere seguir avanzando para luego no arrepentirse cuando mire hacia atrás.