『Conflict.』[Brothers Conflict - Fanfic]

Capítulo trece.

"Vienes aquí para verme, ¿cierto?

¡¿No...?!

¡No puedo creerte que sólo vengas a estudiar!"

Capítulo trece: Incomodidad.
Verdadero título: ¡Qué son trece!

— ¡Onee-chan! — El menor de los hermanos corre a los brazos de su hermana para darle la bienvenida. — ¡Bienvenida!

— Wataru-chan, he regresado. — Se posiciona en cuclillas para corresponder el gesto del niño. — ¿Sucedió algo? Los veo muy confundidos. — La castaña, al ver a todos sus hermanos de pie observando en un solo punto, se preguntó la razón de aquella acción.

— Imouto-chan, es una larga historia, pero puedo contártela si te sientas a mi lado. — El monje se acerca a la menor haciendo que el niño se aleje un poco por ese contacto tan estrecho.

— Puedes contarla desde su lugar, Kaname-san. — Su mano bloquea "el beso de hermanos" que intentaba hacer el monje.

— Imouto-san, lo que está sucediendo es algo que sólo sucede en esos libros de adolescentes, pero de alguna manera, a nosotros nos pasó. — La explicación del escritor confundió a la castaña. — Veras... — Comenzó a explicar.

...

— ¡Uff..., estoy tan cansada! — La oji-verde respiraba agitada por correr en el pasillo. — Eso de los maratones no es lo mío.

— Por favor, no exagere, Majime-san. — Algunas veces, los comentarios de su practicante eran bastante exagerados, aunque no quisiera admitirlo, se divertía al escuchar esas ocurrencias. — Sí está muy cansada, en mi habitación podrá sentarse.

— ¿En su habitación? — Sentía que su superior haría algo que ella "no quiere". — P-Pensé que estudiaríamos en el pasillo o algo por el estilo.

— Por supuesto que no, estar sentados en el suelo estudiando es incomodo y extraño. — Buscó en el bolsillo de su pantalón la llave de su habitación. — Llegamos. — Se detiene enfrente de la puerta para colocar la llave en el cerrojo. Abriendo la puerta, da paso a la oji-verde de entrar. — Adelante.

— ... — Ver la oscuridad del lugar le atemorizó; no recordaba que eso "se quitaba" prendiendo las luces. — ¿Puedo? — Era la primera vez que se "adentraba" a la habitación de un hombre.

— Claro, ¿por qué no podrías? — Miraba extrañado a la oji-verde.

— Bueno, no es que diga muy normal entrar a un cuarto de un hombre mayor así porqué sí, menos siendo una chica. — No quería desconfiar del rubio.

— ¿Hombre mayor? — Le "ofendió" más el hecho de haberle llamado de esa manera que a ese estereotipo de desconfianza. — No piense mal de mí, Majime-san.

— ¡Y-Y no lo hago, lo juro! — Mentía. — E-Es sólo que...

— Majime... — Utilizó "su voz suave" para convencer a su practicante entrar.

— Esta bien... — Rindiéndose por esa gran amabilidad, decidió entrar "a la cueva del lobo", esperando lo peor.

...

— Entonces le dije: "estás bien menso, ¿cómo que la mora del pago quiere decir que la persona se encuentra en bancarrota? Después de eso me sacaron de clase por interferir en la exposición." —Pasando cinco minutos adaptándose al lugar, empezó a platicarle al rubio una de sus tantas veces que fue sacada del salón por su "gran boca".

— ¿Me permitirá seguir explicando sobre la diferencia de donación, legado y herencia o me seguirás platicando sus aventuras en la universidad? — Le había interrumpido ya cuatro veces; él no era muy paciente, pero intenta con mucho esmero no gritarle como a sus hermanos, ellos eran familiares y podía alzarles la voz, a ella no.

— Perdón, de repente me acuerdo de mis desgracias y me da la gran necesidad de contarlas, las guardaré cuando acuda al psicólogo. — Responde bajando la mirada como un perrito triste.

— ¿Usted va al psicólogo? — Preguntó un poco desconfiando, no deseaba ser imprudente.

— No en realidad, pero muchas personas me lo han recomendado, ¿Asahina-san piensa lo mismo? — Ver el rostro molesto del rubio hizo callarse. — Perdón, prosiga.

...

— Ah... ¿así que todos ustedes la conocen? — Escuchar como sus hermanos hablaban tan bien de ella, la hizo sentir un poco acomplejada. — Tenía razón, Hikaru-san, estás coincidencias no suelen pasar. — No quiso hacer notar ese complejo.

— Y ahora Kyo-nii la tiene en su habitación, ¿qué estarán haciendo? — Se preguntaba el pelirrojo – no notó que la oji-verde cargaba en sus manos unos libros -.

— ¿Qué eres ciego o estúpido? Yo creo que eres los dos. — El idol recibió un golpe en su hombro por grosero. — ¡Hey... no estoy mintiendo, no puedo creer que haya sido el único que no vio los libros!

— ¡Cállate! — El pelirrojo intentó golpearlo de nuevo.

— Veré si necesitan algo, parece que ustedes "los ahuyentaron" y por esa razón corrieron hacía el elevador. — Se despedía la castaña dispuesta a conocer "a la joven" que la desplazaría.

— Parece que Imouto-san... siente algo de envidia. — El escritor veía a lo lejos como su hermana menor apresuraba su paso para encontrarse "con su rival".

...

Ema llegó al piso donde se encuentra la habitación de Ukyo, al principio, pensó que no era tan mala idea intentar ayudar sí ellos necesitaban algo, luego su mente rondaba una interrogante: ¿por qué?

Sí, ella se consideraba una persona amable, una joven dispuesta en ayudar a las personas sin importar recibir algo a cambio; presentía que esa razón no era la principal, había algo más.

Estando enfrente de la habitación, estaba dispuesta en tocar el timbre...

— ¡Ah... Asahina-san, eso es muy injusto!

— No grites...

— Yo quiero estar arriba...

— He dicho que no, mantente quieta.

Ema no sabía qué hacer.

"¿Será justo molestarme?"

Nota de la autora:

Primero me gustaría disculparme por tanta ausencia de mi parte, últimamente he estado ocupada con otros proyectos (que por cierto, si ustedes no han leído, les invito leerlos).

Ayer, me etiquetaron (y a otras escritoras) a un tipo Wattys pero en el Fandom de Brothers Conflict. No me gusta participar en algo en el cual deba competir o algo así, pero aunque "suene" contradictorio, entrare porqué siento que eso "revivirá" un poco el Fandom de BroCon. Por ello, invito a otras personas en participar, el nombre del usuario es: Brothers_Conflict.

Dejando la publicidad, gracias por su apoyo, espero no tardar tanto en actualizar. Muchas gracias.