Capítulo #1

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Malibú.
Jueves 5 de febrero 4:05pm

Muerte, soledad y tristeza es todo lo que se puede respirar en esta habitación, el más grande científico y mejor padre del mundo está muerto. 52 años de edad es una edad muy mala para irse, el debía conocer a sus nietos, mis futuros hijos.
Su taza de té es llevada en evidencia por los forenses, su cuerpo aún descansa en su acolchonada cama.
De seguro tanto trabajo en la empresa debieron cansarlo, solo necesita dormir mucho y al despertar tendrá su gran sonrisa como de costumbre.

***
Martes 16 de febrero 1:00pm

Ya hace más de una semana desde la muerte de mi padre, el gran Robert Hans, científico retirado y dueño de la empresa más grande de Inversiones Industrias Beka. Nos dedicamos a financiar y dar crédito a pequeños y medianos empresarios del área de robótica, tecnologías y comunicación. Somos una especie de banco muy sofisticado.

Llegó el tan temido día de enfrentar al mundo sin él y tomar las riendas de su legado.
Por suerte no estoy sola y cuento con el mejor hombre que he podido conocer, Mel Adkinson, la mano derecha de mi padre, solo bastará con la lectura del testamento que se hará hoy, donde seguramente uno de los dos será el heredero del poder de mi padre.

***
-Señorita Diana, señor Mel, los abogados los están esperando en la sala ejecutiva- dice la voz de Brella, mi secretaria y amiga de toda la vida.
Caminamos seguidos por ella, nos abrimos paso entre los empleados que ¿Me miran con pena? Odio la lástima, mi padre decía que la lástima es pecado.
Las puertas del vidrio polarizado se abren frente a nosotros dándonos una gran vista de la mesa rectangular negra con sillas que hacen juego y las persianas  semi-abiertas atrás.

El abogado se pone de pie y nos saluda, le hago la muestra de sentarse y él un poco apenado dice:
-Siento mucho lo de su padre, se le quería mucho y…

-Lo hacía- lo corto mientras acomodo mi vestido negro.

-Lo lamento, no quise…

-No hay problema señor Merat, usted es de mi absoluta confianza, sabe el amor que mi padre y yo nos tuvimos, pero no me gusta el sentimentalismo y menos en el entorno legal, así que le ruego que proceda y no mezclemos una cosa con la otra.

Él solo baja la mirada y carraspea antes de pasarnos una carpeta a cada uno con la copia del testamento mientras el comienza a leer el original.

Yo, Robert Andrew Hans, en pleno uso de mis facultades mentales y físicas, hago constar en la legalidad de este testamento lachanning y distribución de mis bienes materiales, los cuales son de absoluta pertenencia de mi hija  Diana María Hans-. sonrío al escuchar y espero que sea mencionado Mel como presidente de la empresa.
El abogado continúa y comienza a sudar nervioso, eso no me gusta.

La única condición que pongo es que durante dos años, dichos bienes y en especial mi imperio bancario sea manejado única y absolutamente por mi hombre de más confianza, Eros Wom, quien deberá cuidar de mi hija y su herencia por el tiempo antes estipulado. Todos los empleados y junta directiva deberán obedecerle sin protesta alguna.
Cualquier persona que se oponga a su decisión, será despedido de forma irremediable, independientemente de quien se trate.

Dicho lo anterior, al finalizar el tiempo estipulado, Diana deberá recoger mi portafolio en el banco central, ahí se encuentra la clave para recibir su mayor herencia, un monto incalculable.
Firma: Robert Hans.

-¡No puede ser! – exclama Mel muy alterado –. Debe haber un error, su mano derecha soy yo.- Dice parándose y arrugando el testamento.

-¡Cálmate! ¿No has escuchado? Solo es una de sus absurdas condiciones-. digo para que se tranquilice.

-Es una condición muy seria señorita, si no están dispuestos a cumplirla me veré en la obligación de reservar su herencia, son órdenes de Robert.

Intento calmarme
-¿Cuándo podemos conocer al fulano?- digo molesta, no sé porqué deja a un desconocido a cargo.

-Si gusta puedo hacerlo pasar en este mismo momento, está esperando en la oficina de Robert.

-¿Qué? ¿En la de mi padre? ¡Es un atrevido! Dígale que venga, quiero conocer al “hombre de confianza” de mi padre..

-Señorita Brella, ¿Podría llamar a señor Eros a la sala?, Por favor– dice el abogado y mi amiga sale a buscarlo.

Me sudan las manos, me siento nerviosa y enojada. La puerta se abre y aparece un hombre alto y con un hermoso cuerpo muy bien trabajado. Su cabello está perfectamente cortado y arreglado, tiene barba de unos días, sus ojos son verdes y fríos, todo él lo es. Lleva un traje negro, camisa blanca con una corbata gris y mancuerdas de plata en forma de alas, parece sacado de una película elegante y antigua, en otras palabras, en la actualidad no encontrarías un hombre de 30 y tantos que se vista tan cuidadosamente como él.
Mel me mira incrédulo al ver mi reacción ante el Dios griego que tengo enfrente, me doy cuenta de las estupideces que estoy pensando y vuelvo a la realidad.
Se sienta frente a nosotros y nos mira fríamente, sin decir una sola palabra.

-Así que ¿Usted es el hombre que mi padre eligió para manejar mi vida? – digo con una sonrisa sarcástica y sus ojos me atraviesan con frialdad e indiferencia.

-Robert me dio órdenes precisas, órdenes que voy a cumplir al pie de la letra, tal y como él lo habría deseado.

-Ni si quiera lo conocemos ¿Cómo demonios se supone que debemos confiar en usted? – dice Mel con enojo viéndolo a los ojos.

-Robert confiaba en mí, ustedes también deberían. A partir de hoy todo estará bajo mi cargo, incluso la señorita Diana.

-¿Bromea? – digo, incrédula –. Usted no manejará mi vida.

-Le guste o no, así será. Me instalaré hoy mismo en su casa, en la habitación que Robert designó para mí.

-¡Eso jamás! – le ladra Mel -. ¡Es mi prometida y no permitiré que un recién aparecido esté cerca de ella!
No dice nada, solo toma sus cosas y se dispone a salir.

-Vuelva cada quien a sus ocupaciones. Mel, quiero un informe general de la empresa en una hora en mi oficina. Diana, vuelve a tu puesto, te veré en dos horas en el salón de desarrollo, necesitamos hacer nuevos cambios.

Todos obedecemos un poco molestos, aunque más me duele haber perdido a mi padre y también mi dominio ahora, todo lo manejará él, incluida mi vida.

Mr RobotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora