Capítulo 7: Los peligros de la cueva

1.1K 93 4
                                    


Tomamos nuestras cosas y yo agarré lo que me habían pedido para guardar la planta que íbamos a coger, en verdad estaba nerviosa, se veía una tarea sencilla, pero la sentía bastante compleja.

Cuando llegamos a la entrada de la cueva pude sentir un frio salir de ella que me heló la piel. Sentí un fuerte golpe en el pecho y la sonrisa de mi rostro se borró ante eso.

– ¿Estás bien? – vi que Nevra me sujetaba del brazo

– Si...si...– tomé aire – Solo es un mal presentimiento, o nervios, nada más...Sigamos. intenté regalarle una sonrisa y él alzo la ceja observándome.

Nos adentramos más en la cueva, Nevra encendió una especie de lámpara que contenía un cristal mágico que iluminaba la cueva con tonalidades azules.

– Las hierbas que buscamos suelen crecer alejadas de la entrada, solo tenemos que adentrarnos un poco más. comenté recordando el informe que había leído con anterioridad, pero supongo que eso él ya lo sabía.

Caminamos en silencio, algo extraño, porque el día anterior no habíamos parado de hablar, pero en este momento no me sentía nada bien como para entablar una conversación.

Al final pude ver unas flores que nacían de la roca, eran anaranjadas y amarillas que brillaban con una peculiaridad hipnótica.

– ¿Son estas? – pregunté y mi compañero asintió – Vaya...son realmente hermosas. miraba las flores maravillada por ese brillo mágico En el informe decían que tenía que meterlas en un tarro oscuro de cristal.

Me quité la mochila para sacar el tarro oscuro y comencé a retirarlas con cuidado para depositarlas en su interior. Cuando había cogido unas diez oímos un ruido que provenía más al fondo de la cueva. Cerré el tarro y lo guardé mirando a Nevra que sacaba su daga.

– Ponte detrás de mí – murmuró y estiró su brazo para colocarme a sus espaldas.

– ¿Qué pasa Nevra?

– No estamos solos... dijo en un murmullo.

Volví a sentir un fuerte golpe en mi pecho, algo había en esa cueva que no era normal. Se volvió a oír un ruido, pero esta vez era un gruñido. ¿Había una bestia aquí dentro?

El gruñido se oía cada vez más cerca. Nevra iba retrocediendo a la vez que me empujaba sin dejar de mirar hacia el fondo de la cueva, sujetando su daga con fuerza.

Sin esperarlo una criatura con aspecto de lobo enorme apareció ante nosotros. Era de color negro, tenía un ojo llameante rosado, al igual que las marcas de su cuerpo, pero el ojo bueno tenía algo incrustado en él, algo que no podía ver bien que era.

– Es un perro negro...– murmuró Nevra – Pero está diferente, no son tan grandes y no tienen esa aura oscura, algunos son muy agresivos. Vas a tener que salir corriendo mientras yo lo distraigo.

– No te voy a dejar solo Nevra, no sueñes con eso...

– Elizabeth me niego...

Volví a sentir un golpe fuerte en el pecho y caí al suelo del impacto. Nevra pegó un grito al verme caer y se distrajo de la bestia que estaba ante nosotros.

El perro negro se abalanzó sobre mí de forma rápida e instintiva. Con ferocidad y rapidez me mordió la pierna desgarrándola. El dolor en el pecho me asfixiaba tanto que no pude ni producir un grito ante el ataque de ese animal. Vi como Nevra entraba en ira y se abalanzó sobre el animal con fiereza.

Otro mundo [Libro 1][Eldarya][Nevra][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora