XIX

263 32 3
                                    

Justo como lo creí, el viaje no me gustó mucho, pero por lo menos en Haedong Yonggungsa nos dejaron ir a la playa después de almuerzo, y como resultado tengo un montón de fotografías de nosotros (Soojung, Nabi, Yeeun, Taehyung, Danbi, Hoseok y yo), y cuando llegamos a Seúl se nos quitó el castigo y pude irme a mi casa, cansado como si fuese un burro de carga. Llegamos pasadas las ocho de la tarde, así que había comenzado a refrescar un poco, pero seguía siendo un clima de verano, y se decía que la temporada de lluvias terminaría en unas dos semanas más incluso si este año no llovió tanto como creí que sería. De todos modos, volviendo a Seúl nos había encontrado las lluvias.

Mamá me estaba esperando con una enorme sonrisa, casi más enorme que su paraguas transparente, llevando un abrigo demasiado grande para ella y con su cabello cortito desordenado por el viento. Estaba rodeada de otros padres que esperaban a sus hijos, y aún así resaltaba tanto con su sonrisa (una sonrisa que, si se sentía muy bien, no era capaz de ver por lo pequeño de sus ojos). 

Pensándolo bien, mamá es una gran madre. Se preocupa de que coma, que duerma bien y que yo me sienta bien. Se preocupa de mis dudas y de mis inseguridades de mi futuro, me aconseja bastante y, aunque al comienzo se había preocupado mucho cuando me vio cambiar mucho con el cambio de escuela, cuando me vio más sonriente y cuando mis profesores le hablaron maravillas de mí en las reuniones se sintió mucho más tranquila. Era raro, mamá es bastante dulce, pero nunca ha invadido mucho mi espacio. Sólo cuando, a los dieciséis, me descubrió una torre derrumbada de revistas porno debajo de la cama y me dio La Charla, y también me llamó la atención del respeto a las mujeres.

Papá... Papá tampoco es malo, pensando que no cualquier padre apoyaría el que su hijo quiera dedicarse a la danza. Él quería que yo fuera abogado o alguna cosa que signifique oficina, pero cuando me inscribió en una de las mejores escuelas de arte de Busan me hizo prometerle que no me arrepentiría, y que yo sería el mejor. Y cuando sus amigos decían que tal vez yo era un maricón, y que por eso quería tanto bailar, él simplemente me defendía diciendo que era mejor un bailarín que un ladrón o un mentiroso. La lógica de papá es rara, pero es divertida. 

Cuando mamá y papá se divorciaron nos preguntaron a mí y a Jihyun con quién queríamos estar. Yo escogí a mamá, y Jihyun prefirió quedarse con papá. Nos separamos, y Jihyun me criticó por haberlo dejado solo con papá. Cuando nos separamos él me gritó bastante, me culpó de muchas cosas, descargó toda la frustración que cargaba por el divorcio conmigo. No culpó a mamá, no culpó a papá. Nos culpó a nosotros, el propio Jihyun y yo. Y Hyunie es de la misma edad que Jaeri y Jeongguk. Para mí sigue siendo un niño, a pesar de todo. El niño al que lo molestaba porque a los seis seguía orinándose en la cama o seguía sin aprender a atarse los zapatos, con el que peleaba para que no sacara mis cómics, y el que invitaba a su montonera de amigos a la casa, dejando un puto chiquero a su paso, como si fuese un huracán, del que me reía cuando comenzó a aparecerle acné o a cambiar la voz.

Abrazo a mamá, que nos cubre con el paraguas y me abraza tan fuerte que me preguntó cómo puede tener tanta fuerza siendo tan pequeña. Me pregunta cómo me ha ido y luego le presento a mis amigos, así como a Nabi, pero sin decirle aun que ella es mi novia. A ella le agradan mis amigos y se queda conversando con Nabi, preguntándole si fui un caballero en el viaje, si fui educado y todo eso, y pregúntandole un montón de cosas que prefiero no saber. También fui a saludar al señor Ong y a Seungwoo, que habían ido por la Ong menor, para que no se desviara a la casa de alguna de sus amigas. Terminado las presentaciones nos despedimos del grupo y nos vamos calle abajo en espera de algún taxi. Todo parece estar tan bien, y es que su sonrisa parece tan sincera...

¡Pero me da una colleja apenas subimos al taxi!

   - Tú y yo tenemos bastante que conversar... ¡Qué fue eso de molestar a una compañera, Park Jimin! - Siguió golpeándome en la cabeza incluso cuando ya se había subido en el taxi, y me quejé cuando por fin dejó de torturarme. ¡Esto es violencia infantil! - En fin... Ya lo hablaremos en casa

Bullied [[ ~ Park Jimin ]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora