Bullied [[ ~ Park Jimin ]]

XXVIII

Nop. El día no fue gris cuando me desperté a la mañana siguiente. Era de un jodido negro que era como una patada a los huevos. Era como cuando Jaeri quiso depilarme la cara con cera caliente y terminé con una lonja de carne menos. Era como cuando vi concretarse el divorcio de papá y mamá. Fue como ver a mamá temblando al compartir la mesa con la nueva pareja de papá. Fue todo negro. Bueno, quizá sea algo melodramático, ¡Pero no eran algodones de azúcar lo que encapotaban mi ánimo!

Nabibi 🦋🦋

No me hables nunca más, cabrón de mierda

No me busques

Tampoco era como si eso tuviese mucho contexto, ¿No? Podría haber una manera más, no sé, ¿Amable? Podría decirme de una manera más amable que quiere terminar conmigo, ¿No? Si hace un tiempo que ella había dejado de ser tan agresiva. Su mensaje parecía ser claro: yo ya no me merezco ni un segund o más de su tiempo.

Preferí levantarme de la cama, casi a regañadientes, y me fui a la habitación que ahora le pertenecía a Taehyung. Abrí la puerta sin tocar siquiera y me lancé a la cama. Tae seguía durmiendo y bufó cuando sintió cómo dejé caer todo mi peso sobre él. Al final se movió hasta hacerme un hueco para que yo también entrara a la cama, y así lo hice. Al parecer ya lo había despertado.

- Más te vale que sea de vida o muerte, Chimchim - Taehyung me quedó mirando. Tenía el cabello hecho un nido de pájaros debido a que era muy inquieto al dormir, los ojos un poco hinchados y se veía como un bebé grande.

- Nabi terminó conmigo por mensaje

- Bueno, entonces ella sigue enojada - Dicho eso empezó a darme palmaditas en la cabeza, sonriendo de modo que hacía ver sus mejillas más abultadas.- Pero tranquilo, tigre. Que todos te dijimos que debías darle espacio y lo primero que hiciste fue ir a buscarla

La verdad es que sí, los recuerdos de Seungwoo, de Taehyung, de mamá, de Jaeri, de Namjoon... Todos diciéndome que le debía dar espacio, que primero ella debía sangrar todo su dolor antes que yo pudiese volver a acercarme. Pero yo hice oídos sordos (como siempre) y terminé atosigándola. Vale, que me lo había conseguido solito y ahora sólo me quedaba asumir mis responsabilidades. Que ya me había quedado clarísimo. Pero aun así me negaba a aceptarlo así como así.

Es más, ¿Me rendí acaso cuando todos me dijeron que debía alejarme de Ong Nabi? ¡No! ¡No me alejé!

- Oh, Jimin, cambia esa cara, viejo - Taehyung apoyó uno de sus enormes dedos en mi entrecejo, y frotó ahí.- Tienes esa cara fea de cuando piensas en uno de esos planes tuyos raros que nunca funcionan...

- ¿Qué? - Me hice el ofendido, y Taehyung empezó a empujarme fuera de su cama, alegando que lo deje dormir tranquilo.- ¡No haré nada! ¡Lo juro!

Taehyung me miró por sobre el hombro una vez yo ya estaba de culo en el suelo, tiritando por culpa del frío.

- Más te vale, Park, porque esta semana serán las presentaciones y no querrás bailar con un moretón por una golpiza

Taehyung tenía razón. Durante los siguientes días todos los que estábamos en alguna clase de artes corríamos de un lado a otro. Los de Pintura y Escultura estaban ordenando desde la entrada principal del Instituto hasta la entrada del gimnasio, colocando clavos, pedestales y atriles. Iban moviendo sus esculturas y sus lienzos desde sus almacenes especiales hasta sus lugares de exposición, viendo los tamaños, los colores, las temáticas, los estilos. Los de Teatro y los de la Orquesta estaban ocupados ensayando. Todos los días se escuchaban las composiciones que practicaban los de la Orquesta. Los de Teatro, en cambio, practicaban sus diálogos y escenas en todas partes. Parecía que iban a interpretar diversas versiones modernas de obras de William Shakespeare, como Romeo y Julieta, Sueño de una Noche de Verano y Como Gustéis. Corrían los rumores de que Soojung sería quien personificaría a Julieta Capuleto.