«Sin ti en mis brazos, siento el vacío en mi alma. Me encuentro buscando tu cara en las multitudes. Sé que es imposible, pero no lo puedo evitar.»
Anónimo.
Mazunte, Oaxaca, México.
Retornaron ya entrada la tarde en la casa de los padres de Charlotte y nada más al acercarse a la casa supieron que algo no andaba bien.
—Amor... —la preocupación inundó la voz de Charlotte al ver la ambulancia estacionada frente a la casa.
Mateo frenó el auto con rapidez y se apuró a acunar las mejillas de ella entre sus manos, atrapó su mirada transmitiéndole todo su apoyo y cariño.
—Todo estará bien, amor. Sé fuerte aquí me tienes y no te dejaré sola ni un instante, sea lo que sea lo enfrentaremos juntos.
Charlotte suspiró profundamente y asintió.
Mateo bajó del vehículo y lo rodeó para abrir la puerta de ella. Entrelazaron sus manos y juntos, ingresaron a la casa.
De inmediato los abrumó la conmoción que se vivía dentro. Enfermeros y asistentes de salud se desplazaban raudos por la casa en dirección a la habitación de Naná.
Charlotte sintió el peso de la angustia caer con fuerza sobre su cuerpo, oprimiendo por completo su corazón.
Sin soltar el agarre de Mateo, tiró de su mano arrastrándolo tras ella en una carrera precipitada.
En cuanto ingresaron por el umbral confirmaron la gravedad de la situación.
Naná yacía rodeada de auxiliares de salud que la trasladaban a la camilla. Su cuerpo ya parecía estar vestido de sondas y máquinas de monitoreo.
Los padres de Charlotte lloraban en silencio, reflejando en agobio y la impotencia en sus miradas. En cuanto los vieron ingresar a la habitación, se acercaron a ellos de manera rauda. Mateo aprovechó la presencia de ellos junto a su chica, para ir a constatar el real estado de Naná.
—Ella... estuvo como siempre, en su estado normal durante el día, pero durante la tarde todo se complicó, entró en crisis su corazón... —las palabras de Carmen fueron interrumpidas por su propio llanto inconsolable.
Roberto acarició los hombros de su esposa, intentando calmar su pesar.
—Lo sentimos mucho, hija —su aguada mirada decayó en Charlotte— Naná está realmente en estado crítico. Ahora la llevaremos al hospital de urgencia y luego determinaremos si hay que trasladarla a otro lugar.
—Hay que llevarla a la mejor clínica, no escatimemos gastos yo me encargo de todo, pero debemos llevarla al mejor lugar ahora que...
—No tenemos tiempo para eso, amor —Mateo se les unió aferrando la cintura de Charlotte entre sus brazos para brindarle contención— La mejor clínica de la zona está demasiado retirada de aquí, ya revisé a Naná y requiere estabilización urgente, lo mejor será llevarla al hospital y ya luego de estabilizarla, evaluamos qué hacer.
Charlotte comprendió que tanto él como su padre tenían razón y con rapidez se emprendieron la marcha.
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Un Precio Que Pagar ©
RomanceCharlotte es una joven mujer independiente y empoderada que se desempeña en una gran ciudad, ha salido adelante con esfuerzo, dejando todo atrás para alcanzar sus metas; pueblo donde nació, familia, amistades y si, también dejando en segundo plano a...